
Para los fanáticos de The Big Bang Theory, hay una verdad incuestionable: el número favorito de Sheldon Cooper, el excéntrico físico teórico de la serie es el 73. Él mismo lo explica con pasión: “73 es el 21.º número primo. Su espejo, 37, es el 12.º número primo. Su espejo, 21, es el producto de multiplicar 7 y 3”. Fascinante, sí.
Pero... ¿y si te dijéramos que el verdadero número mágico no es el 73, sino el 37?
Hay algo en el número 37 que lo hace destacar entre los demás. No solo es un número primo (lo que ya lo hace especial), sino que aparece en patrones matemáticos sorprendentemente simples y estéticos.

Tomá un número de tres cifras repetidas. Por ejemplo, el 444.
- Sumá sus cifras: 4 + 4 + 4 = 12
- Dividí el número original por esa suma:
444/12 = 37
El resultado de hacer esa cuenta es 37
¿Casualidad? Probemos con otro: 555
5 + 5 + 5 = 15555 / 15 = 37
Y así sucede también con 111, 222, 333... hasta el 999. Todos los números de tres cifras iguales, divididos por la suma de sus dígitos, dan 37.
¿Por qué sucede esto?
Vamos a desarmar el truco con el ejemplo de 444:
- 444 se puede escribir como 4 × 111
- La suma de las cifras (4 + 4 + 4) es lo mismo que 4 × 3
- Entonces, nos termina quedando la cuenta: (4 × 111) / (4 × 3)
- Cancelo el 4 en el numerador y en el denominador tenemos: 111 / 3
- El resultado de esa división es 37

Esto le da al 37 un lugar privilegiado entre los números: es un divisor oculto en muchos patrones simétricos. De alguna manera, 37 es el número “detrás de escena” que hace que la magia funcione.
No le quitamos mérito al 73, que es un número interesante. Pero el 37 parece tener un rol fundamental en la estructura de los números repetitivos.
En fin. Lo único que el 37 puede decir en todo esto es: Bazinga.