
En un contexto de marcadas tensiones y hostilidades militares, dos bombarderos estratégicos Tu-22M3 de la Fuerza Aeroespacial rusa realizaron este miércoles un vuelo de patrullaje sobre las aguas internacionales del mar Báltico.
La operación, informada por el propio Ministerio de Defensa de Rusia a través de un comunicado, fue la primera de este tipo desde el ataque con drones perpetrado por Ucrania el pasado 1 de junio, conocido como Operación Telaraña. Entonces, las fuerzas de Kiev desplegaron vehículos aéreos no tripulados desde remolques de camiones hasta cinco aeródromos militares rusos, dos de ellos situados en Siberia, y provocaron la destrucción de al menos una docena de aviones estratégicos rusos.
Los bombarderos que participaron en el vuelo de este miércoles fueron escoltados por aviones Su-30SM y Su-27 durante las más de cuatro horas de duración, en las que también, de a segmentos, estuvieron seguidos por cazas de otros estados.
“Todos los vuelos de aviones de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas se realizan en estricta correspondencia con las normas internacionales para el uso del espacio aéreo”, destacó, sin embargo, el comunicado del Kremlin, que buscó disipar cualquier nueva tensión con occidente y recordó que su aviación estratégica realiza patrullajes regulares sobre diversos cuerpos de agua neutrales, como el Ártico, el Atlántico norte, los mares Negro y Báltico, y el océano Pacífico.
Mientras estas maniobras continúan, la situación en Ucrania sigue deteriorándose.
Durante la madrugada de este miércoles, Rusia lanzó un ataque con drones en Kharkiv, al noreste del país, provocando al menos dos muertes y 54 heridos, incluidos ocho niños, según autoridades locales y nacionales.
Ihor Terekhov, alcalde de Kharkiv, confirmó que 17 impactos de estos vehículos aéreos se registraron en los distritos de Slobidskyi y Osnovyanskyi, desatando incendios masivos en un edificio residencial de cinco plantas y afectando áreas residenciales.
Las ofensivas rusas sobre zonas civiles ucranianas se mantienen a la orden del día, pese a los esfuerzos impulsados por la comunidad internacional y las dos rondas de negociaciones en Estambul que se mantuvieron en las últimas semanas.

El Kremlin insiste en su rechazo a una propuesta de alto el fuego incondicional por 30 días, respaldada tanto por Kiev como por la Unión Europea, ya que, a sus ojos, ello solo permitiría a Ucrania rearmarse con asistencia occidental y no conduciría a una paz duradera.
Por el contrario, los encuentros solo consiguieron dos intercambios de prisioneros que, pese a haber permitido el regreso de miles de personas a sus países, no estableció el marco de diálogo para un alto el fuego inmediato.
Ante esto, el presidente Volodimir Zelensky instó a Estados Unidos y los aliados europeos a fortalecer las sanciones contra Vladimir Putin, en un intento por elevar la presión y forzarlo a negociar con seriedad un cese de hostilidades.
“Los ataques con misiles rusos y Shahed eclipsan los esfuerzos de Estados Unidos y otros países para obligar a Rusia a la paz. Una noche más, en lugar de un alto el fuego, hubo ataques masivos con drones Shahed, misiles de crucero y balísticos”, escribió el mandatario en sus redes sociales.
(Con información de EFE)