Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud de EEUU, nombró a ocho nuevos asesores del comité de vacunas

Robert F. Kennedy Jr. destituyó al comité asesor del ACIP y designó a críticos de las vacunas contra la COVID-19. (REUTERS/Elizabeth Frantz/File Photo)

El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., anunció el miércoles el nombramiento de ocho nuevos asesores para el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP), tras la destitución de los 17 miembros que integraban el panel anterior.

La decisión ha generado controversia, especialmente por la inclusión de figuras críticas hacia las vacunas contra la COVID-19 y los confinamientos implementados durante la pandemia.

El anuncio se realizó a través de una publicación en redes sociales.

Robert Malone es parte del nuevo ACIP tras sus teorías sobre los efectos negativos de las vacunas de ARNm. (REUTERS/Tom Brenner)

Entre los nuevos integrantes destaca Robert Malone, un exinvestigador de la tecnología de vacunas de ARNm que ha ganado notoriedad en círculos conservadores por sus declaraciones polémicas sobre las vacunas contra la COVID-19.

Malone ha promovido teorías no comprobadas, como la idea de que millones de estadounidenses fueron “hipnotizados” para vacunarse, y ha sugerido que estas vacunas podrían causar una forma de SIDA. Además, ha minimizado la gravedad de brotes de enfermedades como el sarampión.

Otro de los nombramientos es Martin Kulldorff, coautor de la Declaración de Great Barrington, un documento que en 2020 criticó los confinamientos por considerar que causaban “daños irreparables”.

La función principal de los CDC es emitir recomendaciones sobre las vacunas. (REUTERS/Tami Chappell/File Photo)

El comité, creado en 1964, tiene como función principal formular recomendaciones al director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sobre el uso de vacunas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Estas recomendaciones son ampliamente adoptadas por médicos y sirven como guía para los programas de vacunación en el país. Sin embargo, la destitución del panel anterior y la composición del nuevo grupo han suscitado críticas de expertos en salud pública, quienes temen que las decisiones del comité puedan estar influenciadas por posturas antivacunas.

Entre los otros nombramientos se encuentra Vicky Pebsworth, directora regional de la Asociación Nacional de Enfermeras Católicas y miembro del Centro Nacional de Información sobre Vacunas, una organización señalada por difundir desinformación sobre inmunización.

También figura Cody Meissner, un experto en enfermedades infecciosas pediátricas que previamente formó parte del ACIP y del panel asesor de vacunas de la FDA. Durante su tiempo en estos comités, Meissner votó en contra de la recomendación de ofrecer dosis adicionales de vacunas contra la COVID-19 a todos los adultos, postura que fue ignorada por la FDA en 2021.

Otros integrantes incluyen a James Hibbeln, investigador en neurociencias nutricionales; Retsef Levi, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que ha cuestionado la seguridad de las vacunas contra la COVID-19; James Pagano, médico de urgencias en Los Ángeles; y Michael Ross, obstetra y ginecólogo de Virginia.

Según AP, el único miembro con experiencia previa en políticas de vacunación es Meissner, quien ha contribuido a la redacción de calendarios de vacunación para la Academia Estadounidense de Pediatría.

Robert F. Kennedy Jr. eliminó la recomendación de vacunarse contra la COVID-19 para mujeres embarazadas y niños. (REUTERS/Ken Cedeno/File Photo)

La decisión de Kennedy de destituir al comité anterior fue ampliamente criticada por organizaciones médicas y de salud pública.

Abram Wagner, investigador de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, expresó su preocupación por la falta de experiencia técnica en el nuevo grupo, señalando que la mayoría de los nombrados no cuentan con el nivel de especialización necesario para interpretar datos científicos complejos. Wagner calificó como “problemático” el nombramiento de Pebsworth, debido a su vínculo con una organización que difunde información errónea.

Kennedy, quien asumió el cargo en febrero tras ser confirmado por el Senado, ha sido una figura destacada en el movimiento antivacunas antes de convertirse en el principal funcionario de salud del país.

Aunque prometió no modificar el calendario de vacunación, ha tomado decisiones que contradicen las recomendaciones del ACIP, como la eliminación de la sugerencia de vacunar a niños y mujeres embarazadas contra la COVID-19. Además, ha acusado al comité de estar demasiado alineado con los fabricantes de vacunas, a pesar de las políticas que exigen a sus miembros declarar posibles conflictos de interés.

El lunes, Kennedy justificó la destitución del panel anterior afirmando que nombraría un nuevo grupo antes de la próxima reunión del ACIP, programada para finales de junio. Según un aviso federal, en dicha reunión se espera que se voten recomendaciones sobre vacunas contra la gripe, el VPH, el VSR, la meningitis y la COVID-19. No obstante, aún no se ha confirmado si se nombrarán más miembros para completar el comité o si este operará únicamente con los ocho designados.

Un investigador de la Universidad de Yale advirtió sobre las consecuencias que puede tener no contar con expertos en el comité. (EFE/Peter Foley/Archivo)

Jason Schwartz, investigador de políticas de salud de la Universidad de Yale, advirtió sobre las implicaciones de excluir a expertos con experiencia en colaboración con la industria de las vacunas. Según Schwartz, esta exclusión podría limitar significativamente el grupo de candidatos calificados para integrar el comité. Por su parte, Kennedy ha desestimado las salvaguardias existentes para evitar conflictos de interés, calificándolas como insuficientes.

La reestructuración del ACIP y las decisiones de Kennedy han generado incertidumbre sobre el futuro de las políticas de vacunación en Estados Unidos. Mientras tanto, expertos y organizaciones de salud pública continúan expresando su preocupación por el impacto que estas medidas podrían tener en la confianza del público hacia las vacunas y en la prevención de enfermedades infecciosas.