
Bad Bunny habría sido objeto de una “amenaza de muerte creíble”, según reportó el periodista independiente y exreportero de Telemundo, Jay Fonseca.
La amenaza, que habría sido hecha en línea, generó la intervención de autoridades federales, incluyendo al FBI, aunque aún no se ha confirmado si se realizaron detenciones relacionadas con el incidente.
Un funcionario del FBI remitió a los reporteros a la Oficina del Fiscal de Estados Unidos en Puerto Rico, la cual hasta el momento no ha emitido respuesta sobre el caso.

La información disponible hasta ahora es limitada y todavía no se ha establecido con claridad la cronología exacta de la amenaza ni si el presunto responsable fue arrestado.
Según el periodista, las autoridades identificaron al presunto autor de la amenaza y “estaba armado”. Asímismo, se informó que funcionarios federales estuvieron presentes durante la residencia del artista, aunque no se sabe si permanecieron físicamente en el coliseo durante toda la serie de conciertos.
A pesar de esta situación, el cantante continuó con su serie de conciertos sin interrupciones, demostrando profesionalismo y compromiso con sus seguidores.
La seguridad en cada presentación fue reforzada, y las autoridades federales estuvieron al tanto de la situación para garantizar la protección del artista y del público. Sin embargo, el nivel de detalle sobre las medidas de seguridad implementadas sigue siendo confidencial.

La residencia de Bad Bunny en Puerto Rico, que concluyó el 20 de septiembre, incluyó 31 presentaciones desde mediados de julio, donde únicamente los residentes del país podían ingresar.
Los conciertos, que se llevaron a cabo en distintos escenarios de la isla, atrajeron a miles de fanáticos y se caracterizaron por una producción de gran escala, con coreografías, efectos visuales y repertorio extenso que incluyó tanto sus éxitos más recientes como sus canciones clásicas.
En declaraciones a la revista Variety antes del inicio de la residencia, Bad Bunny compartió que la idea del show lo ha acompañado “desde que tiene memoria”.
La expectativa de presentar un espectáculo con identidad puertorriqueña y concepto innovador se volvió tan intensa que, según el propio artista, culminar su última gira resultó complicado.

“Admito que fue difícil completar mi última gira, porque todo lo que quería era pasar a este capítulo”, aseveró.
Para muchos seguidores, la residencia No Me Quiero Ir de Aquí representa no solo un concierto, sino un momento de orgullo y celebración de la música urbana puertorriqueña en su máxima expresión.
Este incidente se suma a un momento polémico en la carrera del artista, quien recientemente generó controversia al anunciar que no realizaría presentaciones en Estados Unidos debido a la política migratoria del gobierno del expresidente Donald Trump.

Bad Bunny expresó su temor de que la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) pudiera tomar medidas contra personas que asistieran a sus conciertos en territorio estadounidense, una declaración que provocó un debate sobre la seguridad de los artistas y la política migratoria en el país.
Por ahora, las investigaciones sobre la amenaza continúan y las autoridades mantienen un perfil bajo respecto al caso. La identidad del presunto agresor, sus motivaciones y el alcance de la amenaza aún no han sido esclarecidos públicamente.