Recorta el césped de esta manera para que dure todo el invierno: tardarás menos de 10 minutos

Persona podando césped. (Freepik)

Si tienes un jardín, sabrás de sobra que necesita muchos cuidados. Una de las partes más importantes es el césped. Podarlo, en algunos momentos, puede resultar más complicado de lo que parece.

Si tienes la sensación de que la hierba crece muy rápido y crees que no has encontrado el mejor método, sin duda este truco te puede ser de gran utilidad. Según la web The Spruce, especializada en recomendaciones para el hogar, es sencillo y solo requiere cinco minutos para aplicarlo.

Para mantener un césped impecable durante el invierno, es fundamental perfilar los bordes cada vez que se corta. Esta tarea no solo aporta un aspecto limpio y ordenado, sino que también ayuda a controlar las malas hierbas y evita que la hierba invada otras zonas.

Antes de comenzar el proceso, asegúrate de despejar la zona de ramas, piedras u otros obstáculos, y utiliza equipo de protección adecuado. Conviene regar ligeramente la zona para facilitar el corte.

Si tu césped tiene bordes definidos con piedra, ladrillo o goma, úsalos como guía; si no, puedes marcar la línea con una manguera o un objeto recto. Ajusta la bordeadora a uno o dos centímetros y avanza despacio siguiendo la guía, prestando atención a posibles obstáculos.

Finalmente, recoge los restos con un soplador o barre los recortes sobre el césped y tira el resto a la basura, asegurándote de no dejar hojas ni ramas que puedan estropear la hierba.

El otoño es una estación crucial para preparar el césped y el jardín de cara al invierno y la primavera siguiente. Más allá de recortar los bordes, existen varias tareas que ayudarán a mantener la hierba y las plantas saludables, asegurando un jardín más resistente y atractivo.

En primer lugar, controla las malas hierbas y plantas invasoras. Retirarlas en otoño evita que se propaguen. En el caso de que decidas usar herbicidas, asegúrate de seguir las instrucciones del envase y utilizar productos adecuados para tu tipo de césped.

Airea y escarifica el césped para mejorar la salud del suelo. Estos procesos reducen la compactación, permiten que las raíces reciban más oxígeno y facilitan la absorción de agua y nutrientes.

Rastrilla regularmente para eliminar hojas, ramas y otros restos vegetales que puedan cubrir la hierba y favorecer la aparición de hongos. Mantener el césped limpio reduce riesgos de enfermedades y asegura un crecimiento más uniforme.

Fertiliza y siembra donde sea necesario. La aplicación de fertilizantes ricos en nitrógeno durante el otoño ayuda a que el césped mantenga un color verde intenso y aumente su densidad. Además, sembrar nuevas áreas en esta época permite que la hierba se establezca antes del invierno.

Protege las plantas y macetas sensibles. Colocar un mantillo, telas o cubiertas alrededor de especies delicadas evita daños por heladas y temperaturas bajas. Esta protección también se aplica a arbustos jóvenes o recién plantados. Por último, revisa y prepara tus herramientas de jardinería. Limpiar, afilar y almacenar correctamente cortacéspedes, tijeras y bordeadoras garantiza que estén en perfecto estado para la próxima temporada.