Receta de waffles de avena y manzana, rápida y fácil

hace 1 mes 11
Esta receta ofrece una opciónEsta receta ofrece una opción saludable y fácil para el desayuno o la merienda (Crédito: Freepik)

Hay pocas cosas tan reconfortantes como el aroma de manzana y canela al comenzar el día. Los waffles de avena y manzana combinan la textura esponjosa y crujiente de un buen waffle con el dulzor natural de la fruta y el aporte nutricional de la avena, sin necesidad de recurrir a harinas refinadas. Son una opción fantástica para quienes buscan reducir el consumo de azúcar o gluten (si se usa avena sin gluten), y no renunciar al placer de una buena preparación casera.

Este tipo de receta tiene raíces en la tendencia moderna de desayunos saludables, pero sus sabores remiten a postres clásicos como el apple pie o la compota de manzana casera. Se puede acompañar con yogur natural, fruta fresca, un toque de miel o incluso un poco de mantequilla de maní para darles más saciedad. Además, son perfectos para preparar con antelación y congelar, lo que los convierte en una opción práctica para las mañanas ocupadas.

Estos waffles se preparan con avena molida como base, lo que los hace más ligeros y nutritivos que los tradicionales de harina blanca. La manzana rallada le aporta humedad y dulzor natural, y el toque de canela los convierte en una verdadera delicia otoñal, aunque se disfrutan todo el año.

Se pueden preparar con licuadora o procesadora para mayor practicidad, y cocinarlos en una wafflera en pocos minutos. También se puede adaptarlos para hacerlos veganos, simplemente reemplazando el huevo por puré de banana o chía hidratada. Esta receta es un buen ejemplo de cómo comer bien puede ser fácil, rápido y delicioso.

Tiempo total estimado: 25 minutos

  • Preparación de ingredientes y mezcla: 10 minutos
  • Calentado de la wafflera y cocción por tanda: 12-15 minutos (según capacidad de la wafflera)
  • Tiempo de reposo opcional de la mezcla: 5 minutos (para mejor textura, especialmente si se usa avena entera)
  • 1 taza de avena (puede ser tradicional o instantánea)
  • 1 manzana mediana (verde o roja, rallada con piel)
  • 1 huevo
  • ½ taza de leche (puede ser vegetal: almendra, avena o soja)
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • ½ cucharadita de canela en polvo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
  • 1 cucharadita de aceite vegetal o de coco derretido (más extra para la wafflera)
  • 1 cucharadita de miel o sirope de agave (opcional)
  • Pizca de sal
  • Colocar la avena en una licuadora o procesadora y triturar hasta obtener una especie de harina gruesa.
  • Agregar el huevo, la leche, la manzana rallada, el polvo de hornear, la canela, la vainilla, el aceite, la sal y la miel (opcional).
  • Procesar todo hasta que quede una mezcla homogénea pero algo espesa. Si está muy densa, se puede añadir un poco más de leche.
  • Dejar reposar la mezcla 5 minutos para que la avena se hidrate y espese (opcional pero recomendado).
  • Precalentar la wafflera y untarla con un poco de aceite o spray vegetal.
  • Vertir porciones de la mezcla (aproximadamente ¼ de taza por waffle, dependiendo del tamaño de tu wafflera).
  • Cocinar por 4-5 minutos o hasta que estén dorados y se despeguen fácilmente.
  • Retirar y repetir con el resto de la mezcla.
  • Servir calientes, solos o acompañados de yogur, frutas frescas, sirope natural o frutos secos.

Esta receta rinde aproximadamente 4 waffles medianos, suficientes para 2 porciones completas o 4 porciones pequeñas si se acompaña con otros alimentos.

Cada porción de waffle de avena y manzana contiene aproximadamente:

  • Calorías: 180
  • Grasas: 6 g
  • Grasas saturadas: 1 g
  • Carbohidratos: 26 g
  • Azúcares: 7 g (naturales de la manzana y la miel)
  • Proteínas: 5 g

Estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

Los waffles de avena y manzana se pueden conservar:

  • En la heladera: hasta 3 días en recipiente hermético.
  • En el congelador: hasta 1 mes. Solo hay que asegurarse de separarlos con papel vegetal y guardarlos bien cerrados. Para recalentarlos, se puede utilizar una tostadora o sartén caliente.
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