
Los pebetes son esos panes alargados tan tradicionales en la cultura argentina. Ideales para meriendas, desayunos o almuerzos ligeros, esta preparación cuenta con diversos rellenos, que van desde el tradicional jamón y queso, hasta versiones más elaboradas. Prepararlos en casa, especialmente en versión sin gluten, puede parecer un reto, pero existen versiones rápidas y sencillas que permiten disfrutar su sabor y textura sin complicaciones.
El pebete nació en panaderías porteñas y se transformó rápidamente en protagonista de las confiterías y almacenes de barrio. Tradicionalmente, se elaboraban con harina de trigo, pero hoy existen alternativas sin gluten igual de tentadoras, perfectas para quienes requieren una dieta celíaca o desean evitar harinas clásicas. Estos panes se distinguen por su miga tierna y corteza apenas dorada, ideales para cualquier otra combinación.
Se comienza por mezclar harinas aptas para celíacos (como premezclas comerciales o, en su defecto, una combinación de harina de arroz y fécula de maíz) con levadura, azúcar, sal y huevos. El resultado es una masa suave y húmeda, más pegajosa que la tradicional, característica que le da ese interior esponjoso tan particular. Al formar los pebetes, se utiliza agua en las manos para darles forma alargada.
Una vez realizados los bollos y después de un corto período de levado, se hornean a temperatura alta en solo unos minutos, obteniendo una corteza dorada y una miga suave. Son ideales para consumir frescos, aunque también admiten conservación y recalentado. No requieren amasados largos ni equipamiento especial.
Este proceso demanda 15 minutos de preparación inicial, 30 minutos de levado y 20 minutos de horneado. En total, requiere aproximadamente 65 minutos desde el comienzo hasta el final.

- 300 g de premezcla sin gluten para pan (o mezcla de 200 g de fécula de maíz y 100 g de harina de arroz)
- 2 huevos grandes
- 15 g de levadura seca sin gluten (1 sobre)
- 30 ml de aceite neutro (maíz o girasol)
- 40 g de azúcar
- 1 cucharadita de sal fina
- 200 ml de agua tibia
- 1 cucharadita de vinagre de manzana (opcional)
- Semillas de sésamo (opcional, para espolvorear)
- En un bowl, mezclar la premezcla sin gluten, el azúcar y la sal.
- Disolver la levadura seca en el agua tibia con una pizca de azúcar y dejar reposar hasta que espume (5 minutos).
- Incorporar los huevos y el aceite a la mezcla de harinas.
- Añadir el vinagre de manzana, si se utiliza, y luego volcar la levadura activada.
- Mezclar con batidor o cuchara grande hasta obtener una masa blanda, algo pegajosa pero homogénea.
- Con las manos húmedas, tomar porciones de masa y darles forma alargada de pebete, unos 10 cm de largo, colocarlos sobre una placa aceitada o con papel manteca.
- Taparlos y dejarlos levar en lugar cálido hasta que dupliquen su volumen (30 minutos).
- Precalentar el horno a 200 °C. De manera opcional, pincelar con agua o huevo batido y espolvorear con semillas de sésamo.
- Hornear durante 18-20 minutos, hasta que estén dorados y cocidos por dentro.
- Dejar enfriar sobre una rejilla antes de cortar o consumir.

Con estos ingredientes, se obtienen entre 6 y 8 pebetes medianos, suficientes para igual cantidad de sándwiches.
Cada pebete (en una tanda de 8) proporciona aproximadamente:
- Calorías: 165
- Grasas: 4,5 g
- Grasas saturadas: 0,8 g
- Carbohidratos: 28 g
- Azúcares: 4 g
- Proteínas: 3,5 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
Los pebetes sin gluten se mantienen frescos hasta 2 días en un recipiente hermético a temperatura ambiente. También se conservan en el congelador por hasta 2 meses, con buen resultado al recalentarlos en horno o tostadora antes de consumir.