
La matzá es mucho más que un simple pan sin levadura: es un símbolo central del Pésaj o Pascua judía, una festividad que conmemora la salida del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto.
Según la tradición, los hebreos partieron con tanta prisa que no tuvieron tiempo de dejar fermentar el pan, por lo que hornearon una masa simple de harina y agua que se cocinó rápidamente.
Esa preparación es la matzá, y durante los ocho días de Pésaj, se convierte en uno de los alimentos claves que reemplazan al pan con levadura. En la actualidad, muchas personas disfrutan de la matzá como una alternativa crujiente y ligera, ideal para acompañar comidas o como snack.

La preparación de la matzá se basa en una regla clave: solo se usa harina y agua, y debe estar lista y horneada en menos de 18 minutos desde que se mezclan los ingredientes, para evitar cualquier fermentación natural.
Aunque las versiones comerciales son muy finas y crujientes, esta receta casera permite obtener un pan plano con un ligero dorado, perfecto para untar o acompañar platos.
Esta versión casera se prepara en pocos minutos y se hornea rápidamente en horno caliente, con resultados que sorprenden por su simplicidad y sabor.
Esta receta rápida de matzá se prepara en aproximadamente 25 minutos en total, considerando:
- 5 minutos para mezclar y formar la masa.
- 5 minutos para estirar y pinchar la masa.
- 10 a 15 minutos de horneado, según el grosor y el tipo de horno.
- 1 taza de harina de trigo (puede ser blanca o integral).
- 1/3 taza de agua (puede necesitar un poco más o menos).
- 1 pizca de sal (opcional, no tradicional pero realza el sabor).
- 1 cucharada de aceite de oliva (opcional, solo para una textura más flexible, no es parte de la receta tradicional).
- Harina adicional para estirar.
- Precalentar el horno a 230°C y preparar una bandeja de horno forrada con papel vegetal o ligeramente enharinada.
- En un bol grande, mezclar la harina con la sal. Agregar el agua de a poco hasta formar una masa suave y apenas pegajosa.
- Amasar ligeramente sobre una superficie enharinada durante 1 o 2 minutos.
- Dividir la masa en 2 o 4 porciones, según el tamaño deseado.
- Estirar cada porción con un rodillo hasta que queden muy finas (de unos 2 mm de espesor).
- Pinchar toda la superficie con un tenedor para evitar que se infle.
- Hornear durante 5 a 7 minutos por lado o hasta que esté dorada y crujiente. Si se prefiere que quede más blanda, hornea menos tiempo.
- Retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla. Se puede consumir tibia o a temperatura ambiente.

Con esta receta se pueden obtener entre 2 y 4 matzá (depende del tamaño), lo cual equivale a 2 a 4 porciones individuales, ya que tradicionalmente se consume como acompañamiento.
Cada porción (1 matzá individual, de aprox. 30 g) contiene aproximadamente:
- Calorías: 120
- Grasas: 1 g
- Grasas saturadas: 0,2 g
- Carbohidratos: 24 g
- Azúcares: 0 g
- Proteínas: 3 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
La matzá casera se puede conservar en un recipiente hermético hasta 5 días a temperatura ambiente. Si se desea mantener por más tiempo, es posible congelarla una vez fría y luego recalentarla ligeramente en el horno.