
En la bahía de San Francisco, una pequeña isla alberga lo que durante muchos años fue uno de los penales más temidos y conocidos del mundo: Alcatraz, también conocido como “La Roca”. Esta prisión de máxima seguridad, activa entre 1934 y 1963, se erige como un símbolo de rigidez y aislamiento, destinada a albergar a los criminales más peligrosos del país.
Alcatraz fue escenario de innumerables historias de delincuentes, evasores, y figuras que pasaron a la historia, algunos por sus crímenes, otros por sus intentos fallidos de escape.
Actualmente, la prisión continúa siendo un referente cultural, no solo por las fugas cinematográficas y las historias de sus reclusos, sino también por la reciente propuesta del presidente Donald Trump, quien ha sugerido reabrirla para encarcelar a los “delincuentes más despiadados y violentos” del país.
Más allá de los presos que la habitaron, Alcatraz es famosa por su régimen penitenciario estricto y su imponente localización. Al estar rodeada por el agua, la fuga era casi imposible, lo que la convertía en una de las prisiones más temidas del mundo. Durante los primeros años de su operación, se imponía un régimen de silencio absoluto, incluso durante las comidas, y cualquier ruido era severamente castigado.
Pese a todo hubo escapes de Alcatraz. Una de las fugas más famosas ocurrió en 1962, cuando Frank Morris y los hermanos Anglin crearon un pasadizo detrás de las paredes de sus celdas utilizando cucharas, y escaparon en una balsa casera.
Alcatraz fue cerrada en 1963 debido a los elevados costos de mantenimiento y un cambio en la filosofía penitenciaria, que comenzaba a priorizar la rehabilitación en lugar de la mera punición. En 1969, un grupo de indígenas americanos ocupó la prisión como parte de una protesta por los derechos de los pueblos originarios de Estados Unidos.

Algunos de los presos más famosos que pasaron por esta cárcel son figuras que marcaron una época de crímenes y leyendas en la historia.

Uno de los mafiosos más infames de la historia de Chicago, fue uno de los primeros grandes nombres en pisar las duras celdas de Alcatraz. Conocido por su control sobre el contrabando de alcohol durante la Ley Seca, apuestas, prostitución y una vasta red de corrupción política, Capone se destacó más por sus habilidades para evadir la ley que por sus crímenes violentos. A pesar de haber sido responsable de la famosa “Masacre de San Valentín”, un tiroteo entre bandas rivales en Chicago, fue finalmente condenado por evasión de impuestos en 1931.
Su tiempo en Alcatraz, que comenzó en 1934, fue menos temido por su capacidad de manipulación que por la rigurosidad del sistema carcelario en la isla. A diferencia de su vida anterior, en la que los sobornos le abrieron muchas puertas, en Alcatraz, Capone se vio obligado a vivir de acuerdo a las reglas. Se dice que, durante su estancia, pasaba su tiempo tocando el banjo en una banda carcelaria. Fue liberado en 1939, tras haberse visto seriamente afectado por la sífilis.

Fue otro de los criminales más temidos que pasó por Alcatraz. Su apodo derivaba de su estilo de vida violento y su capacidad para perpetrar robos a mano armada. En 1933, Kelly se hizo famoso por el secuestro del magnate petrolero Charles Urschel, un crimen que realizó con su esposa, al estilo de Bonnie and Clyde.
Kelly fue trasladado a Alcatraz en 1934, año en que también ingresó Capone. Como parte de la estrategia del gobierno estadounidense de separar a los criminales más peligrosos y famosos. Sus intentos de manipular a los guardias y de mantener relaciones con personas fuera de la prisión fueron vanos. Finalmente optó por trabajar en la biblioteca, que contenía más de 15.000 libros.

Conocido como “Creepy”, fue un miembro destacado de la banda criminal de Ma Barker, una de las organizaciones criminales más temidas de la Gran Depresión. Su apodo proviene de la mirada desconcertante que poseía, capaz de inquietar incluso a los demás presos. Considerado un criminal de alto perfil, fue declarado “enemigo público número uno” por el FBI, lo que elevó aún más su notoriedad.
Pasó más de 25 años en Alcatraz, convirtiéndose en uno de los prisioneros más longevos. A pesar de su naturaleza violenta, durante su tiempo en la prisión, mostró un talento musical, tocando la guitarra y, más tarde, enseñando a Charles Manson los secretos de la música. Fue liberado en 1969, deportado a Canadá, y pasó sus últimos años en Torremolinos, España, donde vivió hasta su muerte en 1979.

Apodado "El hombre pájaro“, por su afición a las aves, Stroud se dedicó a criar canarios y estudiar el comportamiento de las aves en la prisión de Leavenworth, lo que le valió su apodo. Sin embargo, su vida criminal comenzaba mucho antes de su llegada a Alcatraz, cuando se dedicaba a actividades delictivas como el proxenetismo en Alaska.
Aunque en un primer momento se le permitió cuidar aves, pronto se le confinó al aislamiento, donde aprovechó el tiempo para estudiar francés, alemán y derecho. Se convirtió en un prisionero erudito, y su historia fue inmortalizada en la película “El hombre de Alcatraz” (1962).

Fue un gánster de Boston. Famoso por su implicación en más de una decena de crímenes, Bulger se vio envuelto en un complicado juego con el FBI. Se convirtió en informante del organismo mientras estaba en prisión, y antes de llegar a Alcatraz, habría participado en el experimento MK-Ultra, en el que la CIA utilizó LSD en los reclusos para estudiar los efectos del control mental.
Su tiempo allí fue breve, pero su historial criminal no. Luego de su liberación, tomó el control de una mafia irlandesa mientras continuaba colaborando con el FBI. En 2011, fue arrestado tras 16 años de fuga. El 30 de octubre de 2018, fue asesinado en la prisión de Hazelton, donde los reclusos le arrancaron los ojos y la lengua.