Un fantástico tiro libre de Ángel Di María a los 36 minutos del segundo tiempo desató la euforia en el Gigante de Arroyito y selló la victoria de Rosario Central sobre Newell’s Old Boys en el clásico rosarino. El regreso del ídolo, tras casi dos décadas de carrera internacional, alcanzó su punto culminante en una jugada que no solo definió el partido, sino que también marcó un hito para Fideo, que cumplió otro sueño como futbolista.
La escena se desarrolló en un encuentro que hasta ese momento había ofrecido pocas emociones y escasas llegadas a los arcos. Di María se hizo cargo de un tiro libre lejano y envió el balón al ángulo superior izquierdo del arco defendido por Juan Espinola, dejando sin opciones al guardameta paraguayo. Tras el gol, el delantero corrió hacia uno de los costados del estadio, donde su esposa Jorgelina Cardoso y su familia celebraban desde el palco. Di María se quitó la camiseta, lo que le valió una tarjeta amarilla por parte del árbitro Darío Herrera, aunque la sanción quedó en segundo plano ante la ovación de todo el estadio y la emoción visible en el rostro del jugador, quien estuvo al borde de las lágrimas.
Poco después del final del partido, aparecieron dos videos que le dieron mayor trascendecia a lo que fue uno de los goles más espectaculares en lo que va del Torneo Clausura. Uno de ellos mosró la reacción en el banco rival. El DT de Newell’s Cristian Fabbiani hizo un gesto de resignación y admiración al ver el gol, girando el rostro y resoplando en señal de impotencia. “Mirá vos”, dijo ni bien el balón sacudió la red. Aunque intentó mantener la compostura posteriormente, la imagen de ese instante reflejó el impacto que le generó a él y su equipo. El Ogro, que aún no logró vencer a la Lepra como técnico, no se presentó a la conferencia de prensa posterior al partido. En el otro video, publicado por las redes de la Liga Profesional, se puede ver la gran ejecución del número 11 del Canalla en cámara lenta. Allí, se puede apreciar cómo la pelota viajó al ángulo superior izquierdo del arquero leproso, que nada pudo hacer para evitar la celebración en el Gigante.
Minutos después del gol, Ariel Holan, director técnico de Rosario Central, decidió sustituir a Di María para que recibiera una nueva ovación del público. El campeón del mundo con la selección argentina abrazó al entrenador y fue recibido con muestras de afecto por sus compañeros en el banco de suplentes.
Al término del encuentro, Di María compartió sus sensaciones sobre el significado de este regreso y el gol en el clásico. “En estos 18 años afuera lo único que deseaba era volver, poder cumplir este sueño y la verdad que con lo que pasó hoy, ya no sé qué más pedir. ¿Si me queda algo más? Sí, ser campeón con Central...”, expresó entre lágrimas, dejando en claro que su ambición sigue intacta.
Jorgelina Cardoso también relató la carga emocional que acompañó el regreso de Di María a Rosario Central. “La verdad que el destino es así, la vida me llevó por muchos lados y terminé volviendo a donde soy feliz de verdad”, afirmó la pareja de Fideo. Además, reconoció el sufrimiento que atravesó la familia durante los años en que el regreso parecía lejano: “Es verdad. Los papás, las hermanas, nosotros, sufrimos un montón. Lo decíamos hacía tiempo esto de volver, y se sufre. La gente piensa un montón de cosas que no son. Yo siempre le digo ‘vos quedate tranquilo, que vos hablás con los pies’. Y lo demuestra siempre y siempre en el momento justo”. Por otra parte, recordó las noches en Europa en las que seguían los clásicos a la distancia, con Di María entrenando sin dormir por la diferencia horaria.
Sobre la autoría del tiro libre, Cardoso señaló que en la familia celebran cualquier gol de Central, aunque admitió su alegría especial cuando el encargado es Ángel. Finalmente, subrayó la mentalidad competitiva del jugador: “Él siempre quiere más, no se conforma con nada, ni con un gol ni con un título, él siempre va por más y yo siempre atrás apoyando”.
El retorno de Di María a Central reavivó lo que fueron sus inicios en el club. Su debut profesional se produjo en diciembre de 2005, con 17 años, en un empate ante Independiente de Avellaneda. Antes de su transferencia al Benfica de Portugal en 2007, el extremo disputó 36 partidos —incluidos 4 por Copa Libertadores— y marcó 6 goles. Su despedida se dio tras una derrota ante Colón de Santa Fe, que precedió el inicio de una carrera internacional de casi 20 años.
En esta nueva etapa en el fútbol argentino, Di María jugó seis partidos y convertió tres goles. El primero fue de penal en el empate ante Godoy Cruz en la primera fecha del Torneo Clausura; el segundo, también desde los 12 pasos, en la victoria sobre Lanús en la segunda jornada. Posteriormente, Central sumó empates ante San Martín de San Juan, Atlético Tucumán y Deportivo Riestra, este último con gol de Alejo Véliz. Con estos encuentros, Di María acumula 42 partidos y nueve tantos con la camiseta auriazul.
*Así fue el gol de Di María para el triunfo de Central
El clásico ante Newell’s representó la tercera participación de Di María en este tipo de encuentros. En su primer duelo, que data del 2 de abril de 2006, ingresó en el segundo tiempo durante 0-0 en el Gigante de Arroyito. El otro antecedente se remonta al 6 de mayo de 2007, cuando Central cayó 1-0 en el Coloso del Parque Independencia, en un partido en el que compartió la delantera con Gonzalo Belloso, actual presidente del club.
De cara al futuro, Rosario Central afrontará la fecha 7 del Clausura frente a Sarmiento en Junín el sábado 30 de agosto a las 19:15. El equipo dirigido por Holan permanece invicto tras seis jornadas, con dos victorias y cuatro empates, lo que le otorga 10 puntos y la tercera posición en el Grupo B, a solo una unidad de los líderes River Plate (tiene que jugar el lunes) y San Lorenzo.
El triunfo en el clásico no solo significó un momento especial para Di María y Rosario Central, sino que también amplió la diferencia en el historial del enfrentamiento: la institución auriazul suma ahora 96 victorias, mientras que Newell’s Old Boys cuenta con 77 triunfos en un duelo que tiene 103 empates en su historia.