El melón genera incertidumbre en cuanto a las consecuencias adversas que puede traer su consumo nocturno.
Crédito: Archivo InfobaeUno de los mitos más sonados en cuanto al consumo de melón por la noche, es aquel que nos indica que resulta perjudicial para la salud. Una idea que se ha incrustado profundo en la suposición general y que incluso se refleja en refranes como aquel que dice: “El melón, por la mañana, oro; por la tarde, plata, y por la noche, mata”.
Esta percepción que ha llevado a numerosos individuos a evitar esta fruta durante sus cenas, asocia el consumo nocturno de melón con problemas digestivos e incluso con un aumento en el peso.
Esta ideología popular no se ha quedado ahí, ya que se ha extendido a la sandía, provocando que ambas frutas hayan sido desplazadas en favor de opciones menos saludables, como los helados industriales, ricos en grasas y azúcares y con escaso valor nutricional.
Los mitos en cuanto al consumo del melón deriva en recurrir a alimentos poco saludables
Crédito: Archivo InfobaeEn cuanto al mito que nos habla sobre una contribución al aumento de peso, esta afirmación carece de base científica y convendría descartarla. Incluir más fruta en la dieta diaria favorece la hidratación, ya que, además de agua, la fruta proporciona electrolitos y azúcares que ralentizan el vaciamiento gástrico de líquido
El origen de este mito se remonta a épocas en las que se pensaba que el melón se fermenta en el estómago durante la noche, generando gases y malestar. Sin embargo, la evidencia nutricional actual desmiente categóricamente esta idea. El melón, junto con la sandía, se caracteriza por su elevado contenido de agua, que alcanza el 92,4 %, y por su bajo aporte de azúcares, lo que se traduce en un contenido calórico muy reducido: 27 Kcal por cada 100 gramos.
Derivado del gran contenido en agua que aporta, el consumo nocturno del melón podría aumentar la necesidad de levantarse al baño, pero no por ello existe fundamento para asociarlo con la indigestión. La verdadera consecuencia de su ingesta nocturna se limita, en la mayoría de los casos, a un efecto diurético.
De igual manera, hay que añadir que , además de su bajo valor energético, el melón aporta una amplia variedad de nutrientes esenciales. Entre ellos destacan el ácido fólico, los betacarotenos, la vitamina C y minerales como el fósforo, el magnesio, el calcio y diversas vitaminas tipo B.
Estas propiedades convierten al melón en una fruta recomendable en cualquier momento del día, sin ningún tipo de restricción horaria.
El melón y la sandía son alimentos muy nutritivos que aportan muchas vitaminas y líquidos saludables
Crédito: Archivo InfobaeEn definitiva, tanto el melón como la sandía pueden disfrutarse sin temor a efectos adversos sobre la digestión o el peso corporal, resumiendo así la recomendación respaldada por la evidencia nutricional actual.
hace 18 horas
1








English (US) ·
Spanish (ES) ·