Qué es una relación TIL y por qué hay cada vez más parejas interesadas

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Las relaciones de pareja han cambiado notablemente en los últimos años, adaptándose a las necesidades y preferencias de la sociedad actual. Los modelos tradicionales de convivencia y compromiso se flexibilizan, y surgen nuevas formas de vincularse, donde la autonomía individual convive con proyectos compartidos.

Las parejas TIL (siglas de Together in Life, “Juntos en la vida”) representan este enfoque. En ellas, los miembros construyen un proyecto común sin vivir juntos. La convivencia no es un requisito, pero la intimidad emocional, la toma de decisiones conjunta y la conexión afectiva se mantienen como pilares de la relación.

Aunque se asemejan a las parejas LAT (Living Apart Together, “Vivir separados, pero juntos”), existe una diferencia clave: en las LAT el compromiso es más flexible y las rutinas no se comparten necesariamente. Según especialistas de Clínica de la Pareja, “si no se organizan bien, podría generarse distancia emocional” en estas relaciones.

Existen varias razones por las cuales algunas parejas deciden no convivir. Factores prácticos, como trabajos en distintas ciudades o hijos de relaciones anteriores, pueden influir. Sin embargo, motivos personales también son determinantes.

Según el centro de psicología Mens Sana, algunos buscan mantener su libertad o evitar repetir errores de relaciones pasadas, prefiriendo independencia y un estilo de vida distinto.

El auge de las parejas TIL refleja la valorización de la autonomía individual y la calidad de la relación por encima de la convivencia diaria. La psicóloga María de los Ángeles Álvarez señala que “vivir separados ofrece autonomía y permite mantener espacios propios sin perder la conexión con la pareja”. La tecnología facilita la comunicación y la cercanía emocional a distancia.

Tener una relación TIL puede funcionar si ambos miembros están de acuerdo con este estilo de vida. La clave está en centrarse en los aspectos esenciales de la relación, sin que detalles de la convivencia, como horarios o tareas domésticas, afecten la dinámica de la pareja.

Mens Sana destaca que “cuando están juntos, estas parejas disfrutan de tiempo de calidad sin que los desencuentros habituales de la convivencia interfieran”.

En definitiva, las relaciones TIL muestran que vivir separados no implica menor compromiso. Permiten equilibrar autonomía e intimidad, consolidar proyectos comunes y priorizar la calidad de la relación, adaptándose a las expectativas y necesidades individuales de cada miembro.

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