Molotov volvió a estar en el debate público. (molotovoficial, Instagram)A casi tres décadas del estreno de “Put*”, uno de los temas más polémicos de Molotov, las críticas por su presunto carácter homofóbico volvieron al centro del debate público. El detonante fue el testimonio del influencer Pedroluiz Ibarra Osuna, quien relató cómo la canción marcó su adolescencia y lo vinculó con episodios de violencia escolar.
En conversación con el programa HAMR —derivado del pódcast Herejes— Pedroluiz aseguró que el grupo “está conformado por cuatro hombres que me agredieron mientras crecía”. Recordó que en 1997, con 13 años, descubría su identidad “frente a la tele”, donde convivían íconos como “Madonna, Mónica Naranjo, Britney, Cristina, OV7 y también Molotov”.
La banda de rock se formó en 1995. Foto: Facebook @Molotov OficialEl creador de contenido describió la letra de “Put*” como una especie de amenaza colectiva: “sonaba como un conjuro. ‘Amo al matón, matarile al maricón’, como una sentencia, como una orden directa: maténlo”. Según narró, cuando el tema sonaba en las tardeadas de su secundaria, sabía lo que vendría después: “los bullies me cercaban y empezaban a hacer slam con mi cuerpo”.
La canción, dijo, se convirtió en la banda sonora de agresiones físicas y emocionales: “Me empujaban, me pegaban, me humillaban a mí y a todos los que parecíamos distintos”. También afirmó que Molotov “fueron los creadores del himno de odio con coro pegajoso que tanto me lastimó”.
Pedroluiz profundizó en el impacto que la canción tuvo en su autoestima: “Fue la melodía con la que me hicieron sentir vergüenza nada más por existir”. Incluso confesó que escuchar el nombre de la banda “me despierta una mezcla de miedo y de asco”.
El influencer recordó escenas que lo marcaron: “Mientas esos impresentables cantaban ‘Matarile’, yo aprendí a odiarme para sobrevivir”. Sin embargo, aseguró que su presente es distinto: “Ese niño ya no corre, ya no se esconde, no se pide perdón por existir”.
El testimonio de Pedroluiz volvió a colocar sobre la mesa una pregunta que divide audiencias: ¿puede una canción trascender su intención original y convertirse en una herramienta de odio? (X)Tras publicar su mensaje en X, Pedroluiz compartió una reflexión directa a quienes minimizan su experiencia: “Quién crea q mi editorial es ‘drama o victimismo’ pasen y vean los comentarios…”.
Entre las respuestas, hubo usuarios que compartieron vivencias similares:
- “Yo también me identificó con todo lo que dice de esa burda canción… Deberíamos comenzar una denuncia masiva por lo menos para que esa canción sea eliminada de plataformas digitales”.
Otros, sin embargo, defendieron a la banda al asegurar que el tema tenía un sentido diferente:
- “El problema no era molotov, eran tus compañeros”.
- “Lo que una canción significó para una generación, para otra puede tener un sentido completamente distinto”.
Molotov banda (cortesía de IG de la banda Molotov)Aunque Molotov ha defendido durante años que “Put*” no fue concebida como un ataque contra la comunidad LGBT, la conversación sobre su impacto cultural sigue viva.
A 28 años de su lanzamiento, el tema continúa generando lecturas contrapuestas: para algunos, un himno de rebeldía; para otros, un símbolo de violencia y estigmatización.
El testimonio de Pedroluiz volvió a colocar sobre la mesa una pregunta que divide audiencias: ¿puede una canción trascender su intención original y convertirse en una herramienta de odio? El debate, una vez más, está abierto.
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