
El Aeropuerto Internacional Liberty de Newark, uno de los más transitados del noreste de Estados Unidos, continúa en medio de una crisis operativa que ha provocado más de 80 cancelaciones y decenas de retrasos sólo este lunes 12 de mayo.
Según informó la Administración Federal de Aviación (FAA), se mantiene una orden de demora en tierra vigente hasta las 21:00 (hora del Este), como consecuencia de problemas de personal en los controles aéreos. De acuerdo con la FAA, los vuelos en salida presentan retrasos promedio de 19 minutos.
La plataforma FlightAware reportó a las 11:00 un total de 59 vuelos retrasados y más de 80 cancelaciones. Las autoridades recomendaron a los pasajeros mantenerse informados con sus aerolíneas sobre el estado de sus vuelos. Aunque el flujo de personas disminuyó respecto al fin de semana, persistía la ansiedad entre los viajeros afectados.

Uno de ellos, George Carrow, tenía previsto viajar a Las Vegas y reportó un retraso inicial de varios minutos. “He visto las noticias sobre la escasez de controladores aéreos”, afirmó Carrow, quien expresó preocupación ante posibles demoras adicionales por fallos técnicos y falta de personal.
Otro pasajero, Sal Bagdan, procedente de Florida, esperaba el vuelo de su pareja y manifestó inquietud por las interrupciones recientes en Newark. “Me retrasaron dos horas cuando volé a Miami el jueves pasado”, relató. Advirtió que la situación podría agravarse, especialmente en los vuelos de llegada, donde “el problema era más grave”.
Los incidentes de este lunes no son aislados. Durante el fin de semana, el aeropuerto registró dos fallas técnicas significativas. El viernes, una interrupción en los radares gestionados por la red TRACON (Terminal Radar Approach Control) de Filadelfia causó un apagón de 90 segundos en varias secciones poco antes de las 4:00.

La FAA aseguró que el evento afectó a un número limitado de sectores, pero tuvo un impacto inmediato en las operaciones aéreas. El domingo se produjo una segunda interrupción, que obligó a detener completamente los despegues y aterrizajes durante 45 minutos.
Según explicó la FAA, el origen fue una falla de telecomunicaciones en el Área C del TRACON de Filadelfia. Aunque los sistemas de respaldo funcionaron correctamente, se decidió ralentizar el tráfico como medida de precaución.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, brindó una rueda de prensa el lunes para detallar la respuesta del gobierno. De acuerdo con el funcionario, la FAA inició el reemplazo de las líneas de cobre por conexiones de fibra óptica en Newark, así como en los aeropuertos de JFK y LaGuardia.
No obstante, aclaró que las pruebas de funcionamiento se extenderán por lo menos entre una y dos semanas. Además, la FAA instaló un sistema temporal de respaldo en el TRACON de Filadelfia, y proyecta la implementación de tres nuevas rutas de telecomunicaciones de alta velocidad entre Nueva York y Filadelfia para reforzar la red.

“El sistema con el que controlamos el espacio aéreo sigue usando tecnología que parece sacada del set de Apolo 13”, afirmó Duffy. Explicó que, aunque actualmente se usa fibra óptica, la señal debe ser reducida para poder ser procesada por los equipos antiguos de los TRACON. El objetivo es modernizar las torres de control y los centros de aproximación para alinearse con estándares tecnológicos actuales y optimizar el uso del espacio aéreo.
Duffy también informó que el aeropuerto funcionará con capacidad reducida en las próximas semanas para evitar nuevas interrupciones. El próximo miércoles se celebrará una reunión con las aerolíneas que operan en Newark, con el fin de coordinar ajustes y reducir el impacto en los pasajeros, según confirmó NBC News.
Paralelamente, el secretario solicitó una investigación del Inspector General sobre la gestión del sistema de aviación bajo la administración anterior. Alegó que muchos de los problemas actuales derivan de la falta de inversión y modernización durante los últimos años.
Aunque las autoridades insisten en que volar continúa siendo seguro, admiten que las mejoras necesarias llevarán tiempo. Mientras tanto, los usuarios del aeropuerto de Newark deberán anticipar posibles retrasos y cancelaciones intermitentes en los próximos días.