
Pakistán anunció el martes un aumento del 20 por ciento en el gasto de defensa en el presupuesto federal de este año, un mes después de un conflicto con India que registró la peor violencia en décadas.
Pakistán e India estuvieron al borde de la guerra a principios de este año después de una masacre con armas de fuego de turistas en la Cachemira controlada por la India, lo que marcó la mayor ruptura de las relaciones entre ellos desde 2019.
Siguieron semanas de tensión que culminaron en ataques con misiles y aviones no tripulados que causaron decenas de muertes en ambos lados de la frontera: más de 70 personas murieron en el conflicto de cuatro días entre los vecinos con armas nucleares en mayo, antes de que se anunciara un alto el fuego.
El ministro de Finanzas, Muhammad Aurangzeb, presentó el martes por la noche un presupuesto de 62.000 millones de dólares al parlamento, asignando el 14 por ciento al ejército, aumentando de 2,12 billones de rupias paquistaníes (7.500 millones de dólares) a 2,55 billones este próximo año fiscal.
Esto ocurre después de que el gobierno de Pakistán anunciara el viernes en las redes sociales que estaba en conversaciones para adquirir 40 nuevos aviones de combate chinos y nuevos sistemas de defensa aérea.
Pakistán estuvo al borde del impago en 2023, cuando una crisis política agravó una recesión económica y llevó la carga de deuda del país a niveles terminales, antes de ser salvado por un rescate de 7.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional.

Desde entonces ha disfrutado de cierto grado de recuperación, con una disminución de la inflación y un aumento de las reservas de divisas.
“Hemos avanzado en la dirección correcta”, dijo Aurangzeb en una reunión informativa antes del anuncio del presupuesto en el Parlamento.
“Cualquier transformación lleva de dos a tres años y hemos hecho un buen trabajo en términos de hacia dónde queríamos llevar las cosas”.
El presupuesto será votado por el parlamento a finales de este mes, pero la mayoría segura del gobierno significa que solo se esperan cambios menores.
Una encuesta económica publicada el lunes para el año fiscal saliente que termina el 30 de junio, mostró que el país no cumplió casi todos los objetivos establecidos a principios de año, y se espera que el PIB crezca un 2,7 por ciento, por debajo del objetivo inicial del 3,6 por ciento establecido en el último presupuesto.
El gobierno ha establecido un ambicioso objetivo de crecimiento del PIB del 4,2 por ciento para el próximo año fiscal.
El presupuesto reservó 8 billones de rupias (28.400 millones de dólares) para pagar su enorme cantidad de deuda.
Un informe del Banco Mundial dijo la semana pasada que casi el 45 por ciento de los 240 millones de habitantes de Pakistán vive por debajo de la línea de pobreza, mientras que la tasa de alfabetización del país se sitúa en el 61 por ciento.
Es el segundo presupuesto del gobierno desde que llegó al poder el año pasado, en una elección en la que el muy popular líder Imran Khan fue encarcelado por cargos que, según él, tenían motivaciones políticas.
(Con información de AFP y AP)