Obsesión por las estrellas: cómo la cultura de las reseñas moldea nuestras decisiones, emociones y vínculos

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Un 98% de los consumidoresUn 98% de los consumidores considera cruciales las reseñas antes de tomar decisiones de compra, según Power Reviews (Captura)

Alexlilly1999 dejó una reseña: ‘Bastante bien’”. Así comienza la experiencia que lleva a la periodista británica Chloë Hamilton a examinar una práctica digital tan extendida como poco cuestionada: la cultura de la retroalimentación constante.

Esa frase, acompañada de cuatro estrellas por una venta en Vinted, le genera un impacto emocional inesperado. ¿Por qué algo tan banal puede producir incomodidad, malestar e incluso angustia?

La respuesta podría encontrarse en la normalización de un sistema de vigilancia mutua, donde casi todo es evaluado. Desde consultas telefónicas hasta cafés servidos, desde trayectos en Uber hasta entrevistas laborales fallidas, las plataformas digitales nos piden —y ofrecen— comentarios de forma incesante.

“La presión social para participar es cada vez más intensa”, y en muchos casos, las evaluaciones son recompensadas con sorteos o premios, publicó The Guardian.

Las reseñas ya no son simples opiniones; se han transformado en indicadores de estatus. Las puntuaciones elevadas en plataformas como Airbnb, Uber o Vinted funcionan como certificados informales de confiabilidad.

Según un estudio de Power Reviews citado por The Guardian Weekly, el 98% de los consumidores considera las reseñas cruciales para tomar decisiones, y un 45% evita comprar productos sin opiniones previas.

“Muchas personas modifican su comportamiento en busca de mejores calificaciones”. El caso de Helen Plyconic, una residente del noreste de Londres, lo ilustra con claridad.

A pesar de afirmar que nunca ha sido grosera ni conflictiva, su puntuación de 4.12 en Uber la convierte en un perfil menos deseable para los conductores. “El resultado: ansiedad cada vez que solicita un viaje”.

La cultura de las reseñasLa cultura de las reseñas digitales genera ansiedad y autocensura en las interacciones cotidianas, según The Guardian (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para Vic Paterson, especialista en salud mental, esta hiperexposición al juicio externo ha cambiado la manera en que las personas se relacionan. “Las interacciones cotidianas están siendo percibidas como evaluaciones potenciales”, advierte.

En su consulta, ha observado cómo muchos pacientes se sienten observados y comienzan a moderar sus gestos, opiniones o conductas por temor a una mala reseña.

Aunque reconoce que los sistemas de calificación han democratizado la voz del consumidor, también plantea una preocupación: “Delegar constantemente la evaluación de nuestro desempeño en otros puede afectar la espontaneidad y dañar la autoestima”.

Según Paterson, la retroalimentación se ha convertido en una moneda emocional que impone nuevos códigos de conducta y visibilidad.

El sistema de reseñas no solo influye en la conducta individual, también ha abierto la puerta a prácticas abusivas. Sam Morgan, propietario de una cadena de restaurantes en Inglaterra y Gales, fue extorsionado por un grupo que amenazó con publicar reseñas negativas si no pagaba £2,000.

Al no ceder, las calumnias comenzaron a circular por Google y Tripadvisor. “Fue un momento difícil”, admitió, y criticó la pasividad de las plataformas hasta que el caso fue denunciado en la prensa.

“Muchos clientes amenazan con dejar malas reseñas si no se les concede lo que piden”. Aunque él mismo ha vetado a algunos comensales, Morgan rechaza replicar el modelo de otros empresarios que han comenzado a evaluar a sus clientes en secreto: “Sería hipócrita que yo calificara a los clientes cuando critico el sistema”.

Las opiniones ayudan a entenderLas opiniones ayudan a entender el ajuste de prendas de la ropa en diferentes tipos de cuerpo (Imagen Ilustrativa Infobae)

El exceso de solicitudes de feedback también genera agotamiento. Daisy Ferns, empresaria en Derby, ha optado por dejar de responder encuestas:

Es mucho esfuerzo pensar qué escribir”. Sin embargo, teme que su falta de participación la perjudique en futuras transacciones. El ciclo se perpetúa: quien no evalúa puede recibir una evaluación negativa.

Pese al hartazgo, muchas personas siguen confiando en las reseñas para tomar decisiones de consumo. La propia autora del artículo reconoce que consulta sistemáticamente los comentarios sobre ropa antes de comprar, especialmente para entender cómo queda una prenda en distintos tipos de cuerpo.

El crecimiento de las reseñas falsas ha obligado a los gobiernos a intervenir. En el Reino Unido, la reciente Ley de Mercados Digitales, Competencia y Consumidores —en vigor desde el 6 de abril de 2025— prohíbe la publicación y encargo de opiniones fraudulentas.

Helen Dewdney, experta en derechos del consumidor, advierte que las reseñas generadas por inteligencia artificial suelen ser fáciles de detectar por su tono neutral, falta de emoción y vaguedad argumentativa.

Propietarios de negocios enfrentan extorsionesPropietarios de negocios enfrentan extorsiones y reseñas falsas, exponiendo vacíos legales en plataformas digitales (AP)

No todo es negativo. Una crítica constructiva sobre el embalaje de sus productos llevó a Hamilton a mejorar sus envíos. Y hay quienes se esfuerzan activamente por cultivar evaluaciones positivas: una vendedora en Vinted acompaña sus paquetes con velas aromáticas y notas personalizadas. Su historial de cinco estrellas, lleno de elogios, ha generado incluso clientela recurrente.

Estas historias muestran que la retroalimentación, bien utilizada, puede fomentar la mejora y la conexión. Sin embargo, cuando se convierte en exigencia constante, chantaje emocional o fuente de ansiedad, pierde su valor genuino y se transforma en una distorsión del vínculo humano.

La cultura de las reseñas ha alterado la forma en que compramos, viajamos, comemos, trabajamos y nos relacionamos. En la búsqueda de reconocimiento y aprobación, quizás estemos perdiendo algo más profundo: la libertad de ser auténticos.

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