La industria de la aviación está al borde de un cambio trascendental. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), dependiente de la ONU, ha comenzado un proceso de transformación global que busca eliminar las tradicionales tarjetas de embarque y el check-in previo a los vuelos.
En su lugar, se implementará un nuevo sistema basado en credenciales digitales de viaje, que promete agilizar la experiencia aeroportuaria y mejorar la seguridad en los traslados internacionales.
Este nuevo modelo, basado en tecnología biométrica y documentos digitales integrados al móvil, comenzará a aplicarse de forma progresiva en los próximos 2 o 3 años. Algunos aeropuertos ya están llevando a cabo pruebas piloto con excelentes resultados, y se espera una adopción masiva para finales de esta década.
¿Qué es la credencial digital de viaje?
La credencial digital de viaje (conocida por sus siglas en inglés como DTC, Digital Travel Credential) será una versión digital y segura del pasaporte, diseñada para integrarse en dispositivos móviles como teléfonos o tablets. Este documento no solo almacenará los datos del pasaporte del viajero, sino también el itinerario completo del vuelo, eliminando la necesidad de presentar físicamente una tarjeta de embarque o realizar el check-in manual.
Con esta tecnología, los pasajeros podrán pasar por los distintos puntos del aeropuerto, desde la entrada hasta la puerta de embarque, utilizando únicamente reconocimiento facial. La credencial se sincronizará con los sistemas de control migratorio y de seguridad del aeropuerto, permitiendo verificar la identidad del viajero en segundos y sin contacto.

¿Cómo funcionará este nuevo sistema?
Una vez que el pasajero realice una reserva aérea, podrá generar su credencial digital desde la app de la aerolínea o el sitio oficial. Esta credencial se actualizará automáticamente en caso de cambios en el itinerario, como modificaciones de horario o cambios de puerta de embarque. La verificación de identidad se realizará mediante escáneres faciales colocados en puntos clave del aeropuerto: acceso a seguridad, zona de migraciones y embarque final.
No será necesario presentar el pasaporte físico en esos puntos. La credencial digital estará vinculada al sistema de reconocimiento facial, que se encargará de validar en tiempo real la autenticidad de la identidad del pasajero.
Esta tecnología requerirá una actualización completa de los sistemas aeroportuarios. Los aeropuertos deberán incorporar cámaras de alta resolución, software avanzado de verificación biométrica y conexiones seguras a bases de datos gubernamentales para validar pasaportes digitales sin almacenar información personal sensible.
¿Por qué se implementa este cambio?
Según explicó la OACI en un informe publicado en diciembre de 2024, las credenciales digitales de viaje son una alternativa segura y con interoperabilidad global, capaces de complementar o incluso sustituir los documentos físicos actuales. “Están pensadas para facilitar un viaje sin interrupciones y más eficiente”, destaca el documento.
Uno de los principales objetivos es reducir los tiempos de espera y hacer más fluida la experiencia del pasajero en los aeropuertos. Hoy en día, muchos viajeros pierden vuelos o enfrentan largas filas debido a problemas en el proceso de check-in, demoras en seguridad o complejidades en las conexiones.
Con esta innovación, la industria aérea busca transformar esos procesos en tareas automáticas, predictivas y sin contacto físico.
La especialista en tecnología de viajes Valérie Viale, en declaraciones al periódico The Times, calificó esta innovación como “la transformación más significativa en décadas dentro de la aviación comercial”. Según explicó, el sistema dejará de ser reactivo para convertirse en predictivo. Eso significa que si un vuelo se retrasa, el sistema podrá anticipar nuevas rutas, asignar asientos en otro avión y actualizar la credencial digital del pasajero, todo sin necesidad de intervención manual.
Entre los beneficios concretos para los pasajeros destacan:
1) Desaparición del check-in online: El proceso será completamente automático.
2) Eliminación de filas y esperas: Ya no será necesario pasar por mostradores o quioscos de autoservicio.
3) Optimización de escalas y conexiones: El sistema gestionará automáticamente cambios de vuelos y actualizaciones en tiempo real.
4) Mayor seguridad sanitaria: Menor contacto con superficies y personal.
5) Validación anticipada de identidad: Los datos del viajero serán verificados digitalmente antes de su llegada al aeropuerto.
Algunos aeropuertos del mundo ya están probando tecnologías similares. Singapur y Dubái, conocidos por su innovación aeroportuaria, han implementado sistemas de embarque por reconocimiento facial y flujos automatizados para viajeros frecuentes. Estados Unidos, por su parte, planea introducir este modelo en aeropuertos clave como JFK, Los Ángeles y Atlanta durante los próximos años.
Nueva York, como uno de los hubs internacionales más transitados, será un punto estratégico en esta transición. Con millones de pasajeros internacionales cada año, la adopción de credenciales digitales podría significar un enorme avance en términos de eficiencia, confort y seguridad.
Aunque la credencial digital permitirá viajar sin presentar físicamente el pasaporte en el aeropuerto, este documento seguirá siendo obligatorio para cruzar fronteras internacionales. Las autoridades migratorias validarán los datos a través del sistema, pero el pasaporte físico podría ser solicitado en determinadas situaciones o países que aún no adopten completamente esta tecnología.
La aviación comercial se prepara así para una nueva era, en la que el rostro del pasajero y su teléfono celular serán suficientes para volar alrededor del mundo sin papeles, filas ni demoras. La revolución del viaje ya comenzó.
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