
“Es importante ir tras la alegría”, aseguró Natalie Portman en un reportaje para Interview Magazine, acerca de su visión hacia la industria. El mundo del cine está lleno de desafíos y transformaciones, pero tanto para ella como para su colega Jenna Ortega —con quien compartió la charla—, la búsqueda de genuinidad y balance es fundamental.
A sus 43 años, Portman se encuentra en un momento crucial personal y profesional, tras su reciente divorcio y con una serie de proyectos cinematográficos que amplían su ya impresionante trayectoria. Mientras que con Jenna Ortega, la joven actriz conocida por su talento carismático, comparten el viaje en la actuación al equilibrar personajes conmovedores y vidas personales significativas.
En su labor actual, la actriz y directora israelí encontró un refugio creativo que contrasta con los desafíos personales tras su separación. Recientemente trabajó en la película “The Gallerist” junto a la propia Ortega y se prepara para su participación en “Good Sex” de Lena Dunham, que ya generó expectativas en la industria.
También participa en el filme “Fountain of Youth”, dirigido por Guy Ritchie, el cual describió como una experiencia divertida y enriquecedora, llena de creatividad diaria. “Fue tan divertido. Pude ir a Egipto, Viena y la mayoría fue rodada en Londres”, comentó Portman sobre la atmósfera del proyecto.

Natalie Portman considera que las elecciones profesionales están influenciadas por su situación personal. Resaltó la importancia de buscar trabajos que “la envuelvan en felicidad” especialmente cuando enfrenta momentos de dificultad en su vida personal.
De acuerdo con la intérprete, cuando aborda una película en la que encarna roles emocionalmente complejos, prefiere que su vida privada sea apacible, mientras que elige roles más ligeros en tiempos turbulentos. Esta estrategia refleja su deseo de mantener un equilibrio entre el trabajo y su bienestar emocional.
Tanto Portman como Ortega entienden el papel que juega el entorno familiar y social en su desarrollo artístico. Portman, con una historia como actriz infantil, reconoció la singular conexión que existe entre quienes empiezan jóvenes en la industria.
“Tener hijos no era mi motivación, pero es realmente importante tener personas en tu vida que te mantengan con los pies en la tierra”, señaló, indicando cómo sus hijos y amigos le permitieron mantener el equilibrio frente a las presiones del estrellato.
Por su parte, Ortega agregó que las experiencias que ella y su colega comparten como actrices infantiles forman un vínculo difícil de encontrar en otros ámbitos.

La percepción pública de los actores es un tema complejo y delicado. Portman también reflexionó sobre cómo desde temprana edad se creó una imagen de sí misma como mecanismo de defensa ante la sexualización en la industria. Explicó que la construcción de una personalidad seria y estudiosa fue su modo de salvaguardar su privacidad.
“Hay una comprensión pública de mí que es diferente de quién soy realmente”, admitió Portman, destacando que en realidad es mucho más abierta fuera de las cámaras. Ortega, aún descubriendo sobre cómo manejar su propia imagen pública, se mostró receptiva a las lecciones compartidas.
El cambio hacia una mayor inclusión de mujeres en roles de liderazgo es evidente, y tanto Portman como Ortega lo celebran. La colaboración con mujeres detrás de las cámaras se volvió crucial para Natalie Portman, quien resalta lo importante que es para ella trabajar en ambientes que antes eran predominantemente masculinos.
Compartió además que a lo largo de su carrera, solía ser “la chica de la película” y ahora busca proyectos que ofrezcan complejidad y autenticidad femenina. A su vez, la otra artista entrevistada también resaltó cómo el aumento de mujeres en la industria cambió la dinámica, mencionando experiencias con directoras como Catherine Yan.

Ambas actrices coinciden en que la actuación es un camino continuamente transformador. Mientras Natalie Portman ve en la actuación una oportunidad para vivir diversas realidades, también reconoce el valor del desafío personal buscando su propia satisfacción. Sobre eso comentó: “Ahora estoy interesada en establecer nuevos desafíos para mí misma”
Por otro lado, Jenna Ortega reforzó esta perspectiva, subrayando la importancia de encontrar aspectos de su propia personalidad en los roles que elige interpretar.
La conversación entre dos exponentes actuales de Hollywood también responde a la relación entre dos generaciones de actrices, y al compromiso compartido hacia la evolución personal dentro y fuera de las pantallas. Juntas simbolizan una búsqueda de equilibrio en un ambiente que fusiona el arte con una forma de vida.