Medicare A y B, es hora de cuidar la salud

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La inscripción abierta termina el 7 de diciembre.

Si bien los actuales afiliados que no deseen hacer cambios no tienen que preocuparse, aconsejan revisar su cobertura para asegurarse de que cumpla con sus necesidades médicas.

Si usted acaba de cumplir 65 años, no olvide inscribirse en ambos planes de salud para evitar penalidades a futuro.

Aproximadamente cinco millones de floridanos tienen Medicare, lo que significa aproximadamente el 21.3% de la población del estado.

Quiénes califican

Por ley, a partir de los 65 años las personas deben inscribirse en Medicare A y B. Si no lo hacen recibirá una penalidad cuando lo pidan a los 66, 67 o 68, según la fecha de nacimiento, acorde con el informe del portal oficial Medicare.

Los menores de 65 años que hayan recibido beneficios por discapacidad del Seguro Social durante al menos 12 meses, consecutivos o no, también califican.

Lo mismo ocurre con las personas que reciben pensiones por discapacidad de la Junta de Jubilación Ferroviaria y cumplan con ciertas condiciones.

Las personas diagnosticadas con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), comúnmente conocida como enfermedad de Lou Gehrig, inmediatamente califican para Medicare.

Las personas con insuficiencia renal permanente que requieren diálisis regular o un trasplante, que han pagado impuestos del Seguro Social durante un período determinado, también pueden calificar.

¿Qué cubre Medicare?

Medicare es en realidad el servicio de salud pública que provee el Gobierno federal, en base a una serie de seguros que pone en práctica.

La Parte A y la Parte B de Medicare se conocen juntas como Medicare Original. La Parte A, que generalmente no tiene prima a pagar, ayuda a cubrir los costos hospitalarios, cuidados paliativos, atención médica domiciliaria y centros de enfermería especializada.

La Parte B ayuda a pagar los costos no hospitalarios, como las visitas al médico, algunos medicamentos recetados y cierta atención médica preventiva.

Las primas para los planes de la Parte B varían, según los ingresos, pero comienzan en 185 dólares al mes.

No obstante, hay planes de salud HMO que, según los beneficios que perciba, disminuyen sustancialmente la prima a pagar cada mes. Hable con un representante y pregúntele.

Por otra parte, “los planes Medicare Advantage a veces se denominan Parte C de Medicare. Estos son planes administrados por compañías de seguros privadas e incluyen las Partes A y B en la cobertura, así como la cobertura de medicamentos recetados en Florida”, explica un documento de la asociación sin fines de lucro AARP, que vela por el bienestar de los mayores.

Asimismo, los planes de la Parte D ofrecen cobertura de medicamentos recetados a través de aseguradoras privadas. Está incluido en muchos planes Medicare Advantage.

Desafortunadamente, ni Medicare A ni Medicare B cubre la atención dental rutinaria, como limpiezas o empastes, pero puede cubrir servicios dentales médicamente necesarios.

No obstante, puede obtener cobertura dental a través de un plan Medicare Advantage (Parte C), que puede incluir beneficios dentales, o contratando una póliza de seguro dental privada por separado.

Antecedentes

A diferencia de otros países desarrollados, en los que el cuidado de la salud pública es subvencionado por el pago de impuestos y cubre a toda la población, Medicare fue concebido inicialmente en 1956 para atender a familiares de miembros del Ejército.

Cinco años después, el entonces presidente Dwight D. Eisenhower (1953-1961) reconoció la necesidad de crear una red de salud pública que atendiera al menos las personas mayores y el Congreso de la nación adoptó el Social Security Act en 1965, para proveer la necesaria asistencia médica a quienes tuvieran 65 años o más, independientemente de su historial médico.

Según recogen los archivos del Social Security Administration, alrededor del 60% de las personas mayores entonces contaban con seguro de salud, cuando las primas resultaban ser tres veces más caras para la tercera edad o la cobertura médica era negada para casos preexistentes.

Desde entonces, varias enmiendas han sido aplicadas a Medicare para mejorar o restringir los montos a pagar, que usualmente tienen unas cantidades exentas de pago, mejor conocidas por ‘deducibles’, que pueden variar cada cierto tiempo.

Además, la ley sobre el Medicare ha incorporado otros beneficios, como la atención a pacientes que reciben ciertas terapias o padecen determinadas enfermedades, sin importar la edad, así como la mediación de clínicas o empresas de cuidado médico HMO y el servicio de hospicio.

No obstante, aún falta ampliar ciertos servicios, como proveer un mayor cuidado en casa para evitar la separación del paciente de la familia.

HMO

Aun cuando millones de personas de la tercera edad optan por someterse a los gastos que Medicare no paga, muchas otras se inclinan por los grupos de servicio médico HMO, que proveen atención médica preventiva y curativa, así como hospitalización y servicios generales que son mayormente saldados por el Social Security Administration.

De esta manera, la persona pasa de ser un paciente asegurado del Medicare A y B, o asegurado libre que acude a una consulta privada, a otro que es miembro de una red de salud HMO, en la que no tendrá que pagar ‘deducibles’ por atención médica, hospitalización o medicamentos.

Usted puede inscribirse en un HMO cualquier día del año, pero tendrá que esperar al período de open enrollment, o inscripción libre al Medicare, si desea cambiar de red de atención HMO o volver a ser un asegurado libre de Medicare.

La gran mayoría de los jubilados deben hacer cuentas para llegar a fin de mes, así que no pueden afrontar ni tan siquiera pequeños incrementos de gastos. Mucho menos la porción que el Gobierno federal no paga de las grandes facturas de una farmacia, un consultorio médico o un hospital. Por ello tal vez la probabilidad de contar con un grupo de servicio médico HMO podría ser la solución, para evitar tener que lidiar con el aumento paulatino de los precios.

Expansión

Ampliar el servicio de Medicare, hasta abarcar al menos la gran mayoría de la población del país, fue la meta que muchos legisladores plantearon en los años 1950.

Años después, en 2010, la idea de crear un servicio médico público expandido llegó a la palestra con el Affordable Care Act, o Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, pero tropezó con grandes escoyos en las esferas legislativas del país e intereses creados y terminó siendo un modesto plan médico, con virtudes y defectos, que aumenta de precio cada año.

No obstante, después de aquellos grandes pasos, el apresurado paso lucrativo de las firmas farmacéuticas y el consiguiente impacto económico en la red nacional de hospitales y el personal médico continúan encareciendo los servicios de la salud.

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