“En música, oscuridad no significa necesariamente depresión. Tiene más que ver con el misterio, el poder y la seducción”, compartió Marcel Dettmann en una entrevista para Numéro Magazine, el hombre detrás de una atmósfera cruda que caracteriza el techno berlinense y logró trascender las modas pasajeras.
A los 47 años, este DJ y productor alemán logró esculpir una carrera sólida, cimentada en la profundidad de su sonido y la firmeza de su visión musical. Con una presencia casi mística en los clubes de Berlín, especialmente en el Berghain, Dettmann se convirtió en uno de los máximos exponentes de una música electrónica sin adornos, pero emocionalmente poderosa.
Para Marcel Dettmann, la música es un lenguaje matemático. “Veo los sonidos en cifras”, explicó, refiriéndose a la forma en que cada secuencia rítmica se convierte en una fórmula a resolver. Este método meticuloso, casi científico, contrasta con la sensualidad inesperada que a menudo se esconde en sus producciones.
“Lo que me interesa es crear un espacio emocional donde algo pueda desplegarse lentamente”, manifestó, mostrando que su proceso no se limita a la técnica, sino que busca una experiencia profunda para el oyente. El músico se ve como un arquitecto sonoro, uno que comprende que la música electrónica está destinada a provocar, y generar una atmósfera única donde los contrastes juegan un papel crucial.

Cuando Marcel Dettmann reflexiona sobre sus influencias, no solo se refiere a los géneros musicales, sino a los artistas que le enseñaron a pensar la tensión, el silencio y la atmósfera. Sobre esto, compartió: “Algunos discos me desconcertaron más de lo que me inspiraron, y eso fue lo mejor”.
Nombres como David Bowie, Joy Division o las experimentaciones de la Neue Deutsche Welle se mezclan con referencias de la pintura y el cine. Específicamente, David Lynch y su estilo de narrativas oscuras son una de sus principales fuentes de inspiración.
“Aprendí a pensar la tensión y la atmósfera”, admitió, sugiriendo que su música no solo responde a una necesidad sonora, sino también visual y narrativa. Esta fusión de influencias se refleja en la manera en que sus composiciones exploran la oscuridad como un vehículo para el misterio y la atracción artística.
El reconocido DJ nunca fue partidario de etiquetas generalizadas. A menudo se lo encasilló en el ámbito de la techno industrial o el minimalismo, pero él rechaza esas definiciones. “No quiero que mi música se reduzca a eso”, aclaró, destacando su interés por crear algo más profundo y genuino.
La autenticidad en su música no radica en la simplicidad, sino en la verdad detrás de cada elemento melódico. A propósito de esto, agregó: “Lo que importa es que haya algo de verdad”.
En sus composiciones, la reducción y la funcionalidad se combinan para crear una experiencia emocional, incluso cuando parece que no ocurre mucho en términos estructurales. A través de su capacidad para balancear el silencio y el ruido genera un espacio donde la música se puede desplegar lentamente en la percepción del oyente.

Pese a que su carrera ya está consolidada, Dettmann sigue pensando en cómo evolucionar como artista. “La duración de un track puede ser tan política como sexy”, comentó, analizando sobre su enfoque al ritmo y la estructura.
Su música, muchas veces tildada de austera, esconde una potente carga emocional que no busca satisfacer a la audiencia con efectos inmediatos. Su música es un espacio para experimentar y desafiar al oyente, por esto resaltó: “No me obsesiono con la perfección. La perfección es aburrida”.
Con el tiempo, su sonido fue adquiriendo una rugosidad característica, pero, como él mismo dice, “si mi música actúa como un espejo”, entonces su trabajo está completo. Para Dettmann, la duración de un track, la tensión que construye y el ritmo son la declaración misma de su propio arte.

Marcel Dettmann continúa siendo uno de los pilares de la techno berlina y su legado sigue influyendo a generaciones de productores y DJs a nivel internacional. A pesar de su faceta reservada y discreta, su música logró transmitir un estilo inconfundible, explorando las energías de la noche y el club.
A medida que se adentra en nuevas etapas de su carrera, su música sigue siendo un reflejo de su visión: cruda, intensa y profundamente conectada con la atmósfera que crea. El techno, para él, es una manera de entender el mundo a través de sonidos que invitan a sumergirse en lo desconocido.