La Global Sumud Flotilla, compuesta por 51 embarcaciones y alrededor de 500 activistas procedentes de 40 países -entre los que se encuentra la joven ambientalista Greta Thunberg-, reanudó este sábado su travesía por el Mediterráneo con destino a la Franja de Gaza. Sus organizadores anunciaron a través de un comunicado que la flotilla prevé adentrarse en la denominada “zona de alto riesgo” en dos días, resaltando que la vigilancia y la solidaridad internacionales serán clave en ese tramo del viaje.
Según informó la organización, las embarcaciones ‘Yulara’ y ‘Catalina’ se reincorporaron a la misión tras una breve parada técnica para evaluar y resolver cuestiones mecánicas. En este momento, se encuentran a 463 millas náuticas (857 kilómetros) de Gaza, y la llegada estimada al enclave palestino se sitúa entre cuatro y siete días. En declaraciones recogidas en su comunicado, se insistió en que la seguridad de la misión depende de la atención global. “Cada actualización es importante. Cada testigo es importante. Por favor, mantengan sus ojos en ellos porque su seguridad depende de que el mundo mire”, publicaron los organizadores.
El trayecto se ha visto marcado por denuncias de la propia flotilla, que reportó haber sufrido varios ataques, entre ellos explosiones, sobrevuelos de drones no identificados e interferencias en las comunicaciones. Los organizadores atribuyeron estos incidentes a acciones de Israel, especialmente después de que el gobierno israelí acusara a los integrantes de la flotilla de estar vinculados al grupo terrorista palestino Hamas. Frente a la escalada de amenazas, la organización alertó el jueves haber recibido “información de Inteligencia creíble” sobre la posible intensificación de la arremetida israelí, citando el riesgo de nuevos ataques con “armas pesadas”.
La inquietud por la seguridad de los activistas llevó a Italia, España y Grecia a anunciar el envío de embarcaciones militares para escoltar a la flotilla. El Gobierno español despachó el buque de acción marítima (BAM) Furor desde el puerto de Cartagena, mientras que Italia desplegó dos naves militares de acompañamiento. Las autoridades israelíes, consultadas tras conocerse el envío de barcos de protección, señalaron que no consideraban problemático el acompañamiento español y anticiparon que, aunque prevén la necesidad de una eventual operación de rescate, ningún barco será autorizado a entrar en Gaza, a la que describen como “zona de combate activa”.
En el transcurso de la misión se produjo otra incidencia relevante cuando el principal barco de la flotilla, denominado “Familia”, sufrió una avería mecánica. Esto obligó a reubicar a sus tripulantes en otras embarcaciones integrantes del convoy.
De manera paralela, un convoy con cerca de una decena de barcos zarpó el sábado desde Italia para sumarse a la misión principal. Esta iniciativa, conocida como Flotilla de la Libertad, ha promovido desde 2008 varias misiones similares, incluida la travesía de 2010 en la que cinco tripulantes fallecieron en un ataque israelí. Aunque ambas flotillas actúan como aliadas, los responsables de la organización confirmaron que mantendrán contacto diario, pero sus rutas no convergerán en el mar.
Desde su partida en junio desde Barcelona, la Global Sumud Flotilla tiene como principal objetivo entregar ayuda humanitaria de forma directa a la población de Gaza, actualmente bajo el asedio de una operación militar israelí. Las autoridades israelíes han propuesto que los barcos atraquen en puertos de Israel para descargar la ayuda, mientras que el ejecutivo italiano sugirió hacerlo en Chipre para el posterior traslado hasta la franja palestina. La organización rechazó ambas propuestas, insistiendo en su intención de desembarcar la ayuda directamente en Gaza.
La Global Sumud Flotilla se configura como la misión marítima internacional más amplia hacia Gaza organizada hasta el momento y cuenta con la participación de activistas de diversos países, quienes zarparon desde las costas de España, Túnez, Italia y Grecia.
(Con información de EFE y EP)