
El cacao, un componente esencial de los alimentos que consumimos a diario en forma de chocolate, va mucho más allá de su sabor y versatilidad en la cocina.
Uno de los beneficios más destacados del cacao es su capacidad para mejorar la salud cardiovascular.
Según una serie de estudios publicados en revistas de gran prestigio como Nutrients, Archives of Internal Medicine, JAMA y The Journal of Nutrition, se ha encontrado que el cacao tiene un impacto favorable sobre la reducción de la presión arterial y la mejora de la función cardiovascular en general.

En un trabajo publicado en Archives of Internal Medicine, se menciona que los flavonoides presentes en el cacao, en particular el epicatequín, tienen la capacidad de aumentar la producción de óxido nítrico (NO) en el cuerpo.
El óxido nítrico es un compuesto vasodilatador que contribuye a la relajación de los vasos sanguíneos, lo que resulta en una reducción de la presión arterial.
De acuerdo con los estudios, el consumo regular de cacao puede disminuir la presión arterial sistólica y diastólica, lo que reduce el riesgo de enfermedades como la hipertensión, que son factores clave para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Este estudio detalla que el cacao también ha demostrado tener efectos positivos en la mejora de la sensibilidad a la insulina, un factor fundamental en la prevención de la diabetes tipo 2.

Además, se ha observado que el cacao puede tener un impacto en la reducción de los niveles de colesterol malo (LDL) y aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL), lo que contribuye aún más a la salud cardiovascular al disminuir el riesgo de aterosclerosis y otros trastornos relacionados con el colesterol.
El cacao ha demostrado tener un impacto positivo en la función cognitiva.

En un estudio publicado en Hypertension, se observó que el consumo de cacao también puede mejorar la capacidad cognitiva, en particular en adultos mayores.
Este estudio sugiere que los flavonoides del cacao, debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, son capaces de mejorar la circulación cerebral, lo que permite una mayor oxigenación y mejor desempeño en tareas cognitivas complejas.
Este beneficio es especialmente relevante en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, ya que la mejora en la circulación cerebral puede ayudar a reducir el riesgo de daño neuronal.
Investigaciones previas, como las realizadas en la Universidad de Birmingham y publicadas en Scientific Reports, han demostrado que el consumo de cacao rico en flavonoides mejora la memoria de trabajo y la agilidad mental, además de aumentar la oxigenación cerebral en adultos jóvenes, lo que refuerza aún más su rol en la mejora del rendimiento cognitivo en diferentes etapas de la vida.

En esta misma línea, un estudio publicado por la Universidad de Cambridge, tras más de diez años de investigación sobre los efectos antioxidantes del cacao, respalda la idea de que los flavonoides contenidos en este alimento tienen la capacidad de mejorar el estado antioxidante del organismo, reducir la inflamación y correlacionarse con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El estudio, que hace un repaso crítico de ensayos clínicos, estudios en animales y análisis in vitro, destaca que el epicatequín es probablemente el principal responsable de los efectos beneficiosos del cacao sobre la salud.
La Universidad de Cambridge también resalta que el cacao puede desempeñar un rol en la mejora de la función endotelial, la reducción de la oxidación de LDL y la disminución de la agregación plaquetaria, todo lo cual contribuye a un perfil cardiovascular más saludable.

Se menciona también la necesidad de estudios de largo plazo para validar estos efectos en intervenciones sostenidas en el tiempo y con productos de composición estandarizada.
El cacao también ha sido objeto de investigaciones que muestran sus efectos positivos sobre la salud de la piel.
Según un estudio publicado en Journal of Cosmetic Dermatology, los flavonoides del cacao pueden proteger la piel de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta (UV), un factor clave en el envejecimiento prematuro de la piel y en el desarrollo de cánceres cutáneos.
Este estudio encontró que el consumo de cacao puede reducir el daño causado por la exposición al sol al neutralizar los radicales libres generados por la radiación UV.
Los flavonoides del cacao actúan como antioxidantes, protegiendo las células de la piel contra el daño del ADN y reduciendo la inflamación cutánea.

En relación con los efectos anti-envejecimiento, diversos estudios han demostrado que el cacao también juega un papel importante en la mejora de la fuerza y la capacidad funcional en la población adulta mayor.
Un estudio realizado y publicado en The Journals of Gerontology: Series A documenta que el consumo de cacao puede ayudar a combatir la sarcopenia, una condición caracterizada por la pérdida de masa muscular, que es común en las personas mayores.
La sarcopenia aumenta el riesgo de caídas, fracturas y pérdida de independencia, y se asocia con una mayor mortalidad en los adultos mayores.

Según este estudio, el consumo de cacao no solo ayuda a mejorar la masa muscular, sino también la fuerza, lo que contribuye a una mejor capacidad funcional y a una mayor independencia física en la vejez.
Además, los participantes en este estudio mostraron mejoras en las pruebas de movilidad, como la prueba de marcha de seis minutos y la prueba de fuerza de agarre, lo que indica que el cacao tiene un impacto positivo en la prevención de la fragilidad en las personas mayores.
Además de sus efectos sobre la función muscular, el cacao también tiene un impacto positivo sobre la calidad de vida en las personas mayores, lo que ha sido respaldado por estudios que muestran que la ingesta de cacao mejora diversos indicadores de la calidad de vida, como la percepción de movilidad y el alivio del dolor.

Esta mejora en la calidad de vida fue acompañada por una disminución en los niveles de inflamación sistémica, lo que refuerza el concepto de que el cacao no solo tiene efectos directos sobre la salud física, sino que también puede influir en el bienestar general de las personas mayores.

Además, los estudios sugieren que el cacao puede tener efectos similares a los de un programa de entrenamiento físico, al mejorar la capacidad de ejercicio y estimular la biogénesis mitocondrial en los músculos esqueléticos, lo que contribuye a una mejor salud general y a una mayor capacidad funcional.

El cacao, por lo tanto, emerge como un superalimento que no solo beneficia al sistema cardiovascular y metabólico, sino que también tiene un impacto positivo sobre la función cognitiva, la piel y la masa muscular, especialmente en la población adulta mayor.
