
Un error en el etiquetado de ingredientes provocó el retiro a nivel nacional de cerca de 222,238.29 kilogramos de productos alimenticios congelados. La empresa Hearthside Food Solutions, LLC, con sede en Salt Lake City, Utah, notificó al Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (FSIS-USDA) que parte de sus sándwiches de desayuno contenían harina de sésamo, sin estar indicada en la etiqueta, según informó el FSIS en abril de 2025.
El retiro afecta a los productos LETTIERI’S FOOD TO GO, específicamente las versiones con salchicha o tocino, huevo y pan francés, que fueron producidas entre el 1 de abril de 2023 y el 25 de marzo de 2025. Cada uno cuenta con una vida útil de 12 meses, lo que implica que podrían encontrarse aún en congeladores o refrigeradores de los consumidores. Todos los productos involucrados tienen el número de establecimiento EST. V4907, inscrito dentro del sello de inspección del USDA, y fueron enviados a distintas locaciones del Army & Air Force Exchange Service (AAFES) en todo el país.
La detección del alérgeno no declarado se produjo tras una revisión interna de la empresa productora, que identificó la presencia de sésamo en el pan francés de los sándwiches. Según Newsweek, Hearthside Food Solutions confirmó que fue la propia empresa la que informó al FSIS sobre la omisión en la etiqueta.

Los productos retirados incluyen el sándwich de 8.35 onzas con salchicha, huevo y queso y el de 7.3 onzas con tocino, huevo y queso, ambos identificados con lotes cuyas codificaciones comienzan con los números 23, 24 o 25, hasta el código 2508451. Estos se encuentran empaquetados individualmente y fueron distribuidos exclusivamente por el canal militar estadounidense, lo que limita la exposición pero mantiene vigente el riesgo en entornos cerrados como bases.
El FSIS destacó que hasta la fecha no se han confirmado reacciones adversas asociadas al consumo de estos productos. Aun así, recordó que cualquier persona con síntomas o sospechas de haber sufrido una reacción alérgica debe consultar con un profesional médico, según publicó el USDA en su anuncio oficial.

El sésamo fue incorporado a la lista de nueve principales alérgenos alimentarios en Estados Unidos bajo la Ley FASTER, en vigor desde el 1 de enero de 2023. Esta legislación obliga a los fabricantes a declarar explícitamente la presencia de sésamo en cualquier producto que lo contenga, incluso en pequeñas cantidades. Según el FSIS, la omisión en la etiqueta constituye un incumplimiento legal y representa un riesgo de salud pública, especialmente para personas alérgicas.
De acuerdo con Food Allergy Research and Education, menos de un millón de personas en Estados Unidos son alérgicas al sésamo, lo que lo convierte en el menos frecuente de los alérgenos mayores. No obstante, sus efectos pueden ser graves. Entre las reacciones posibles están urticaria, náuseas, vómitos, dificultad respiratoria y anafilaxia, una condición potencialmente fatal que requiere atención médica inmediata.

El FSIS alertó que algunos de estos productos podrían seguir presentes en el mercado o en hogares particulares, dado su extenso periodo de conservación. Por esa razón, instó a los consumidores a no consumir los productos, sino desecharlos o devolverlos al lugar de compra. Además, quienes necesiten reportar un problema de seguridad alimentaria pueden usar el sistema electrónico de quejas disponible las 24 horas en https://foodcomplaint.fsis.usda.gov/eCCF/, o llamar a la línea directa del USDA al 888-674-6854.
En paralelo, el organismo informó que se encuentra realizando verificaciones de efectividad del retiro, procedimiento estándar en estos casos para confirmar que los productos hayan sido retirados adecuadamente de la cadena de distribución. De haber información adicional sobre puntos de venta, esta será publicada en el sitio web del FSIS (fsis.usda.gov/recalls).
Para dudas relacionadas con el retiro, Roger Harris, director legal de Hearthside Food Solutions, está disponible al número 630-967-3600, según el comunicado emitido por el FSIS. En caso de consultas relacionadas con los síntomas por consumo, la recomendación oficial es comunicarse directamente con un médico.