
La imagen del sheriff Buford Pusser, inmortalizada en la película Pisando fuerte (“Walking Tall”) como símbolo de justicia en Tennessee, dio un radical vuelco tras la reciente conclusión de las autoridades estatales: Pusser habría asesinado a su esposa Pauline Pusser en 1967 y fingido un ataque para encubrir el crimen.
Esta revelación, resultado de una investigación forense moderna, ha sacudido la memoria colectiva en el condado de McNairy y ha obligado a la comunidad a replantearse la figura de quien durante décadas fue considerado un héroe local, según informó CBS News.

El caso, que permaneció sin resolver durante casi seis décadas, cobró un nuevo impulso en 2023, cuando el Tennessee Bureau of Investigation (TBI) recibió una pista sobre la posible arma homicida. A partir de ese momento, los investigadores exhumaron el cuerpo de Pauline Pusser y aplicaron técnicas forenses actuales para analizar las pruebas. El resultado fue contundente: la versión oficial que sostuvo durante años —un supuesto atentado perpetrado por criminales en represalia por su lucha contra el delito— no se correspondía con la evidencia física.

El fiscal Mark Davidson, responsable del caso, explicó en una conferencia de prensa que la sangre encontrada en el vehículo no coincidía con el relato de Pusser y que las pruebas balísticas sugerían que la escena del crimen había sido manipulada. Además, la herida de bala en la mandíbula del sheriff presentaba características de haber sido autoinfligida, mientras que la autopsia de Pauline reveló una fractura nasal compatible con episodios previos de violencia doméstica.

“Este caso no se trata de destruir una leyenda, sino de dar dignidad y cierre a Pauline y su familia”, afirmó Davidson, según reseñó CNN. El fiscal añadió que, de estar vivo, Pusser habría enfrentado una acusación formal por el asesinato de su esposa. La versión original de los hechos, ampliamente difundida en su momento y reforzada por la cultura popular, lo presentaba como víctima de un atentado.
Según su propio testimonio, la madrugada del 12 de agosto de 1967, mientras patrullaba junto a Pauline, un automóvil se acercó y disparó contra ellos, matando a su esposa e hiriéndolo a él. El sheriff fue hospitalizado durante 18 días y sometido a varias cirugías.
Sin embargo, la reciente revisión forense, liderada por el Dr. Michael Revelle, determinó que Pauline fue asesinada fuera del vehículo y que la sangre en el exterior del coche desmentía la versión del sheriff, según detalló The Inquire. La ausencia de autopsia en 1967 y la falta de testigos directos contribuyeron a que la narrativa oficial se mantuviera durante décadas.

La familia de Pauline, que durante años buscó respuestas, recibió la noticia con una mezcla de alivio y tristeza. Griffon Mullins, hermano menor de la víctima, expresó su gratitud hacia los investigadores por haberles proporcionado finalmente certezas. “Por fin obtuve cierre después de 57 años”, declaró a CBS News. Oakley Dean Baldwin, primo de Pauline y exsheriff en Carolina del Norte, dedicó años a investigar el caso y publicó un libro sobre sus hallazgos. “Solo buscábamos justicia para Pauline”, afirmó. Fue crítico de la investigación original y destacó la importancia de las técnicas forenses actuales para esclarecer el crimen.
El impacto de estas revelaciones ha sido profundo en la comunidad de McNairy y en Adamsville, donde la figura de Pusser sigue presente a través de un museo y un festival anual que celebran su legado. Las opiniones entre los residentes se encuentran divididas. Dennis Hathcock, quien conoció personalmente al sheriff y presenció la escena del crimen cuando tenía 16 años, manifestó que nunca creyó en la versión heroica de Pusser. “He esperado este día desde que tenía 16 años, el día en que saliera la verdad sobre él”, declaró a CNN.

En contraste, Steve Sweat, historiador local y admirador de Pusser, desestimó los hallazgos de los investigadores y defendió el impacto positivo que, a su juicio, tuvo el sheriff en la comunidad. “Buford Pusser trabajó duro para servir a la gente del condado de McNairy… no era un santo, pero era una leyenda”, sostuvo Sweat, quien conserva objetos personales del sheriff y planea organizar recorridos turísticos por los lugares emblemáticos de su historia.
El alcalde de Adamsville, Jackie Hamm, reconoció la importancia de los nuevos hallazgos y anunció la celebración de una asamblea comunitaria para debatir el futuro del legado de Pusser. “Nos tomamos estos nuevos hallazgos con la seriedad y el respeto que merecen”, declaró Hamm a CNN, subrayando la necesidad de un proceso de diálogo antes de emitir una declaración oficial en nombre de la ciudad. Mientras tanto, el museo dedicado a Pusser continúa abierto al público, aunque sus responsables no han emitido comentarios sobre la controversia.

La figura de Buford Pusser trascendió las fronteras del condado gracias a la película “Pisando fuerte”, estrenada en 1973 y protagonizada por Joe Don Baker, así como a sus secuelas y al remake de 2004 con Dwayne “The Rock” Johnson. La historia del sheriff, que antes de ingresar a la policía fue luchador profesional en Chicago, se convirtió en un mito local y nacional, alimentado por la prensa y la industria cinematográfica. No obstante, la reciente revisión del caso obligó a la comunidad a diferenciar entre la leyenda y la realidad.

El contexto histórico también ha sido determinante en la evolución del caso. La falta de autopsia en 1967 y las limitaciones de las técnicas de investigación de la época permitieron que la versión de Pusser se mantuviera sin cuestionamientos durante décadas. Solo la combinación de una nueva pista sobre el arma homicida y los avances en la ciencia forense permitió reabrir el expediente y llegar a conclusiones que, según el fiscal Davidson, buscan restituir la dignidad de Pauline y garantizar que la verdad no quede sepultada por el paso del tiempo.