
Es la voz de la Fórmula 1 para Argentina y gran parte de Latinoamérica desde 1991. Se trata de Fernando Tornello, el relator de las carreras de la Máxima para ESPN y Disney Plus, un periodista que sigue transmitiendo con la misma pasión de siempre. Aunque su vínculo con la categoría viene desde la época de Carlos Alberto Reutemann, hoy emociona a todos con la irrupción de Franco Colapinto.
Tornello tiene una trayectoria de casi 50 años ligada a las transmisiones automovilísticas, sea por televisión o radio. Trabajó en las competencias nacionales e internacionales y desde la época de Telefé a inicios de los años noventa fue el responsable de contarles a los argentinos las alternativas de las competencias de la Máxima.
Además, junto con Felipe Mc Gough y los hermanos Marcos y Federico Gastaldi, fue uno de los responsables de repatriar a la F1 entre 1994 y 1998. Se trató de una organización privada que, sin aportes estatales, logró que el gran circo retorne por cuatro temporadas.
Pero su vínculo laboral con la F1 nació mucho tiempo antes, desde sus inicios con Campeones, en 1976, en medio del furor generado por el pase de Reutemann de Brabham a Ferrari. En televisión comenzó en 1984 en Argentina Televisora Color (ATC, hoy TV Pública) junto al recordado Héctor Acosta, quien relataba las carreras del Lole, y un año más tarde trabajó en las categorías nacionales como el TC 2000, el Turismo Nacional, el Club Argentino de Pilotos y la Fórmula 2 Codasur. Tornello era comentarista en esas transmisiones y también lo hizo en las competencias del Turismo Carretera en los autódromos.
Más acá en el tiempo, siguió ligado al automovilismo nacional y, durante varios años, fue el conductor de un ciclo exitoso nacido en 2003, Última Vuelta, que fue uno de los primeros programas de debate del deporte motor.
Su prestigiosa carrera lo llevó a ser una eminencia del periodismo especializado de automovilismo y, a sus 72 años, acaba de publicar su libro “Amigos de América, de Fangio a Colapinto”, en el que cuenta su historia junto a su gran pasión, que es la F1. Justamente, en diálogo con Infobae, se refirió al regreso del piloto bonaerense de 21 años y su reciente debut con Alpine el fin de semana pasado en Imola. “En los ensayos hizo un buen trabajo, siempre acercándose a Pierre Gasly (su compañero de equipo). El golpe de la Qualy fue inoportuno y en carrera sólo trató de llevar al final el auto sin mayores problemas. Carrera standard”, analiza.
Sobre lo que se puede esperar de él en las próximas carreras, sostiene que “en Mónaco debe tratar de no golpearse y mostrar por qué está ahí, la F1 es cruel y todo pasa rápido. En España debe tratar de mostrar lo que mostró en sus carreras iniciales de 2024”.
El pilarense se está adaptando a un nuevo auto y equipo. El A525, el coche de la escudería francesa, por ahora no es competitivo y el penúltimo lugar en el Campeonato Mundial de Constructores es concluyente. Según Tornello, lo que les falta a los monopostos galos son “algunas actualizaciones que están por llegar” y eso es lo que permitiría un salto de calidad.

Respecto del futuro de Franco Colapinto, afirma que es muy posible que siga más allá de las cinco carreras en las que fue confirmado: “Va a seguir todo el año, salvo algo inesperado”.
Si bien se generó una explosión popular con Franco, explicó por qué no es el mismo contexto que en la época de Carlos Alberto Reutemann en los años setenta y principios de los ochenta: “Hoy está todo masificado y a veces descontrolado, en la época de Lole había mucho respeto por los adversarios”.
Por último, al ser consultado sobre con qué épocas se queda de todas las que relató la F1, fue concluyente: “Con la de Ayrton Senna y Alain Prost y con la actual”.
Este fin de semana el célebre “amigos de América” volverá a escucharse y será nada menos que en el Gran Premio de Mónaco, donde el más ganador sigue siendo Ayrton Senna con seis victorias (una más que Graham Hill y Michael Schumacher). El recordado brasileño fue amigo de Fernando Tornello, cuya voz se convirtió en sinónimo de Fórmula 1.