La ONU exige a Brasil una reforma policial “profunda” tras operativo que dejó más de 130 muertos

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WASHINGTON - La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos reclamó una “reforma integral y eficaz” de los métodos policiales en Brasil, tras el violento operativo realizado este martes contra el grupo criminal Comando Vermelho en dos favelas del norte de Río de Janeiro, que dejó más de 130 muertos.

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó su preocupación por la magnitud de las muertes, y cuestionó los métodos utilizados durante las operaciones de seguridad.

“Durante décadas, la alta letalidad asociada a la labor policial en Brasil se ha normalizado. El país necesita romper con este ciclo de brutalidad extrema y garantizar que las operaciones de seguridad pública estén alineadas con los estándares internacionales sobre el uso de la fuerza”, señaló Türk en un comunicado.

"Fuerza letal"

El funcionario insistió en que cualquier estrategia de seguridad debe basarse en el respeto a los derechos humanos y subrayó que el uso de la fuerza letal solo puede justificarse cuando sea “estrictamente necesario para proteger vidas o evitar daños graves”.

Asimismo, llamó a las autoridades brasileñas a enfrentar el “racismo sistémico”, recordando que, según cifras de Naciones Unidas, cerca de 5.000 personas mueren cada año a manos de la policía en Brasil, en su mayoría jóvenes afrodescendientes que viven en zonas empobrecidas.

“Las reformas son urgentes y necesarias para evitar que estos hechos se repitan. Estas violaciones no pueden quedar impunes”, concluyó Türk.

"Grupo criminal"

El letal operativo, que se produjo una semana antes de que Brasil acoja la COP30 en la ciudad amazónica de Belém, tenía como objetivo debilitar el Comando Vermelho, el principal grupo criminal de Rio que opera en las favelas.

Las autoridades anunciaron un último dato actualizado de esta operación contra el narcotráfico que dejó escenas de guerra en Rio el martes: 119 muertos, de los cuales 115 sospechosos y cuatro policías.

Los cadáveres hallados por los vecinos fueron dispuestos cerca de una de las principales vías del Complejo da Penha, una de las zonas donde tuvo lugar la operación.

El martes hubo tiroteos, incendios y enfrentamientos entre las fuerzas del orden y presuntos criminales, que usaron autobuses como barricadas y drones para lanzar "bombas".

El gobernador de Rio de Janeiro, Claudio Castro negó que la policía hubiese podido matar a inocentes durante esta operación fruto de una investigación de más de un año.

Hasta ahora la actuación contra el crimen más letal en la historia de Brasil era la masacre de Carandirú ocurrida el 2 de octubre de 1992.

Ese día 111 detenidos fueron asesinados en una intervención de la policía militar para controlar un motín en ese penal del estado de Sao Paulo.

FUENTE: Con información de Europa Press/AFP

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