
Este miércoles 20 de agosto es el Día Mundial de las Papas Fritas. Se trata de uno de los platos más versátiles y aclamados de la gastronomía global.
En ese sentido, la técnica de doble fritura, documentada por primera vez en Bélgica a principios del siglo XX, perfeccionó el producto y lo convirtió en un clásico, con una demanda extendida por la cultura de la comida rápida y el consumo doméstico.
Las papas fritas se incorporaron de distintas formas: como snack, guarnición principal en restaurantes y producto estrella de cadenas internacionales de comida rápida.

El proceso de lavado y remojo, además de la calidad de la papa y el aceite empleado, son claves en la preparación. El lavado repetido de los bastones cortados, hasta ver el agua completamente transparente, elimina restos de almidón, lo que mejora tanto la textura como el color final. El remojo en agua fría con hielo, durante al menos treinta minutos, ayuda a lograr papas más consistentes y crocantes.
El tipo y calidad del aceite también influyen en el resultado final. El aceite de girasol alto oleico se utiliza por su alta resistencia a temperaturas elevadas, y produce una fritura más pareja, menos grasosa y con menos transferencia de olores. Este aceite conserva el sabor original de la papa y facilita que el producto final resulte dorado, sin exceso de absorción de grasa.
La técnica tradicional recomendada por chefs y especialistas cuenta con dos etapas de cocción. Durante la primera, los bastones de papa se sumergen en aceite a una temperatura media, de aproximadamente 120 a 130 grados Celsius, hasta que estén cocidos, pero sin cambiar de color. Al salir del aceite en este paso, se recomienda cubrirlos con un paño limpio y húmedo, lo que ayuda a que terminen de vaporizarse y mantengan su humedad interna hasta el momento de la fritura final.

El segundo paso consiste en una fritura breve, en aceite más caliente, entre 175 y 180 grados Celsius. Esta etapa se encarga de aportar la textura crujiente y el dorado exterior, dejando el interior suave y esponjoso. La clave radica en controlar la temperatura para evitar que el exceso de calor queme el almidón y oscurezca el producto, y en evitar sobrecargar la sartén o freidora para mantener constante la temperatura durante toda la cocción.
A continuación, una guía precisa para preparar papas fritas caseras crujientes:
- 4 papas grandes
- Aceite de girasol alto oleico, canola o maíz en cantidad suficiente para una fritura profunda
- Sal fina a gusto
- Agua fría
- Hielo (opcional)

- Lavar cuidadosamente las papas, pelarlas y cortar en bastones de 10 a 12 centímetros de largo y de 1 a 2 centímetros de lado aproximadamente, procurando un tamaño uniforme para una cocción pareja.
- Lavar los bastones de papa varias veces bajo el chorro de agua hasta que esta salga transparente. Este paso elimina el almidón superficial que podría impedir que queden crocantes.
- Dejar reposar los bastones sumergidos en agua fría con hielo durante al menos 30 minutos. El frío contrae las fibras y mejora el resultado final.
- Escurrir y secar completamente las papas con un paño limpio o papel absorbente, para reducir el riesgo de salpicaduras y mejorar la reacción en el aceite.
- Calentar el aceite a 120 o 130 grados Celsius e incorporar las papas en pequeñas tandas. Cocinar hasta que estén tiernas pero sin llegar a dorarse, entre 5 y 6 minutos. Retirar y colocar sobre una bandeja cubierta con un paño apenas húmedo.
- Una vez frías, elevar la temperatura del aceite a 175 o 180 grados Celsius. Freír nuevamente las papas en tandas hasta alcanzar una textura crocante y un color dorado uniforme, aproximadamente 2 o 3 minutos.
- Escurrir el exceso de aceite usando papel absorbente y salar a gusto mientras aún estén calientes.
- Servir de inmediato para conservar el punto crocante.
Este método permite disfrutar papas fritas caseras con un exterior dorado y crujiente y un centro suave, fiel al estilo de las mejores cocinas. Añadir condimentos como pimentón, ajo en polvo, queso rallado o hierbas frescas puede aportar variantes y matices al sabor tradicional, según las preferencias de cada hogar.