Hace varios años, Heike Pirngruber no podía estar cerca de un perro sin sentir temor; hoy, recorre el mundo con Butch como su fiel compañero, un cachorro rescatado en México que la acompaña en una travesía por decenas de países. “Jamás imaginé cuánto cambiaría mi vida este pequeño cachorro”, confesó Pirngruber a la agencia de noticias Southwestern News Service (SWNS).
Originaria de Alemania, con 53 años actualmente, la aventurera pasó mucho tiempo viajando sola por el mundo, a menudo en bicicleta. Durante esos trayectos, tuvo varias experiencias desagradables con perros agresivos que la hicieron desarrollar un miedo considerable hacia ellos, aunque relata que desde pequeña no era muy fanática de dichos animales.
Todo cambió en 2021, cuando se hospedaba en una cabaña frente al mar en Baja California, México. Mientras cocinaba pollo a la parrilla, un perro callejero se acercó con cautela. Aunque al principio dudó en alimentarlo, un amigo la convenció de compartir su comida. Al día siguiente, el perro, que más tarde llamaría Max, regresó acompañado de otros dos: Brownie y Pushy. Así comenzó su proceso para superar el temor.
Poco después, un vecino le ofreció adoptar un cachorro de una camada infestada de pulgas. Pirngruber eligió a uno al que llamó Butch, sin saber que esa decisión marcaría el inicio de una nueva etapa en su vida.

Desde entonces, Butch ha sido más que un perro, es su compañero constante, su consuelo emocional y su familia. “Lo quiero muchísimo. Es mi mejor amigo. Nunca me he arrepentido de haberlo llevado conmigo”, comentó Heike a SWNS. Subrayó también que el perro no había sido bien tratado en sus primeros días, lo que la motivó aún más a protegerlo y brindarle una vida diferente.
La conexión entre ambos ha transformado por completo su manera de viajar, pues ahora está acompañada por un ser que confía plenamente en ella. “Con Butch, nunca estoy sola. Es una conexión muy especial”, afirmó.
Antes de adoptar a Butch, Pirngruber ya había dejado su trabajo como camarógrafa en la cadena de televisión alemana ZDF para dedicarse de lleno a explorar el mundo. Desde entonces, ha pasado más de una década viajando, visitando más de 104 países a través de todos los continentes.
Su plan original en 2020 era cruzar América con un burro, pero la pandemia alteró sus planes. En su lugar, se detuvo en Baja California, donde adoptó a Butch y comenzó una nueva etapa de su viaje, según lo detallado por el medio germano.
Durante tres años, ambos recorrieron las Américas, caminaron por varios estados de Estados Unidos, viajaron en motocicleta por Arizona y México, navegaron en canoa por ríos de Nueva York y Vermont, y atravesaron Chile y Argentina en un tuk-tuk, un pequeño vehículo motorizado con tres ruedas.
“Butch siempre tenía su asiento en la parte trasera del tuk-tuk, a la sombra o al sol. Estoy segura de que lo disfrutó muchísimo”, dijo Pirngruber.

Pirngruber vive con lo mínimo, lleva consigo solo lo esencial para acampar, cocinar y cuidar de Butch, incluyendo medicamentos y suministros contra garrapatas. “No necesito mucho. Sólo lo necesario para estar segura y asegurarme de que Butch esté bien”, explicó a SWNS.
Después de un tiempo en Sudamérica, el dúo voló a Madrid y Heike regresó brevemente a Alemania por tercera vez en 12 años. Pero, como ella misma admite, ese estilo de vida ya no le pertenece. Prefiere la libertad de decidir cada día a dónde ir, ya sea buscando interacción social o retirándose a lugares tranquilos y apartados.
Viajar sola siendo mujer conlleva ciertos riesgos, y Pirngruber no lo oculta. Ha tenido momentos difíciles, pero asegura que la mayoría de sus encuentros con personas en diferentes culturas han sido positivos. “El 99% de la gente ha sido amable”, afirmó.
Para ella, el mundo, a pesar de sus desafíos, sigue siendo un lugar seguro para explorar. Y en ese viaje interminable, Butch es su constante.