
La salida de Omead Afshar de Tesla marca un nuevo capítulo en la agitada gestión de la compañía durante un periodo de descenso en ventas y cambios internos. Afshar, quien había sido ascendido a responsable de ventas y operaciones de manufactura en Norteamérica y Europa menos de un año antes, fue despedido por Elon Musk, según confirmaron fuentes consultadas por CNBC y The Wall Street Journal. Su salida se suma a una serie de movimientos en la cúpula directiva de la empresa, en un contexto de presión creciente por la caída de ventas y el deterioro de la imagen de la marca.
El despido de Afshar, quien reportaba directamente a Musk y lideraba un equipo de más de seis altos ejecutivos, se produce tras una racha negativa para Tesla en sus principales mercados. Las ventas globales de vehículos nuevos de Tesla cayeron un 13% en el primer trimestre, mientras que el beneficio neto se desplomó un 71%.
En Europa, la situación es aún más delicada: en mayo, las ventas descendieron casi un 30%, encadenando cinco meses consecutivos de retrocesos, según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA). En el Reino Unido, solo se matricularon 512 vehículos Tesla en abril, lo que representa una caída del 62% respecto al año anterior. Dinamarca, Países Bajos y Suecia experimentaron descensos aún mayores.

La reorganización interna tras la salida de Afshar ha dejado a Musk al frente de las ventas en Europa y Estados Unidos, mientras que Tom Zhu, vicepresidente sénior de automoción, retoma el control de las operaciones en Asia. Zhu, quien se incorporó a Tesla en abril de 2014 y lideró la construcción de la primera fábrica internacional en Shanghái, había sido promovido en 2023 para supervisar la producción, ventas y servicio a nivel global. Sin embargo, fue reasignado a China el año pasado para centrarse en el mercado asiático, donde Tesla enfrenta una competencia creciente de fabricantes locales como BYD Co. y obstáculos regulatorios para el despliegue de funciones avanzadas de asistencia al conductor.
La gestión de Musk en Europa adquiere especial relevancia, ya que el continente se ha convertido en el mercado más débil para Tesla. El propio Musk reconoció en mayo, durante una entrevista con Bloomberg News en el Qatar Economic Forum, la magnitud del desafío. Mientras el mercado europeo de vehículos eléctricos crece, Tesla pierde cuota frente a marcas europeas y chinas, en parte por una gama de modelos envejecida y la ausencia de opciones híbridas.
Además, la imagen de la empresa ha sufrido por la implicación política de Musk, quien ha respaldado públicamente a Donald Trump y promovido recortes en agencias federales de Estados Unidos, además de apoyar al partido alemán de extrema derecha AfD. Estas acciones han generado rechazo en sectores clave del mercado europeo.
El historial de Afshar en Tesla es extenso. Se unió a la compañía en 2017 y llegó a dirigir la oficina del CEO, además de supervisar la construcción de la fábrica de Texas, de 930.000 metros cuadrados (10 millones de pies cuadrados). Muchos empleados lo consideraban el representante de Musk durante sus ausencias. En 2022, Afshar se apartó de las operaciones diarias tras una investigación interna sobre su participación en la compra de materiales de construcción, incluido un tipo especial de vidrio destinado a un proyecto privado para Musk.

Tras ese episodio, asumió un cargo en la producción de la nave Starship en SpaceX y acompañó a Musk en la adquisición de Twitter (ahora X) en octubre de 2022. Regresó a Tesla a tiempo completo en 2024, asumiendo la dirección de ventas y manufactura en Norteamérica y Europa, relevando a Zhu, quien había regresado a China para reforzar la posición de la empresa en Asia.
La salida de Afshar no es un caso aislado. A principios de mes, Milan Kovac, vicepresidente de ingeniería y responsable del desarrollo del robot humanoide Optimus, también abandonó la empresa. Kovac explicó en X que su decisión respondía a motivos familiares, mientras Musk le agradeció públicamente su labor. La directora de recursos humanos para Norteamérica, Jenna Ferrua, también dejó la compañía recientemente, según fuentes citadas por The Wall Street Journal.
El impacto de estos cambios se refleja en la cotización bursátil de Tesla, que ha caído 19% en lo que va de año, muy por debajo del rendimiento del Nasdaq y de otras grandes tecnológicas. Analistas de JPMorgan Chase & Co. estiman que las entregas de vehículos eléctricos en el segundo trimestre podrían descender un 19% interanual, situándose en 360.000 unidades. Las entregas del primer trimestre ya habían alcanzado su nivel más bajo en casi tres años.

La estructura de mando en Tesla permanece en revisión. Con Zhu supervisando la manufactura global, sus subordinados directos incluyen a Hrushi Sagar, responsable de la fábrica de Fremont, California, y Jason Shawhan, encargado de la Gigafactory de Texas. Troy Jones, vicepresidente de ventas en Norteamérica, ahora reporta directamente a Musk. No está claro si esta configuración será definitiva o si se producirán más ajustes en el futuro.
El perfil de Afshar en X aún lo vincula a Tesla, y recientemente elogió a Musk tras el lanzamiento del servicio piloto de Robotaxi en Austin, Texas, escribiendo: “Gracias, Elon, por impulsarnos a todos”.

Omead Afshar es hijo de inmigrantes iraníes y se graduó en Ingeniería Biomédica con especialización en Ingeniería Mecánica en la Universidad de California, Irvine, en 2009. Tras trabajar en el sector médico para empresas como St. Jude Medical y Abbott, se incorporó a Tesla en 2017 como gerente de proyectos en la oficina del CEO.
Considerado durante años como el “hombre de confianza” de Elon Musk, Afshar escaló rápidamente hasta convertirse en una figura clave en las operaciones de la empresa. Su mayor logro fue supervisar la construcción de la Gigafactory de Texas, una planta de 930.000 metros cuadrados.
Su carrera no estuvo exenta de controversias: en 2022 fue objeto de una investigación interna por la compra de materiales especiales para un proyecto personal de Musk. También trabajó en SpaceX y participó en la adquisición de Twitter, ahora X.