
El régimen de Kim Jong-un en Corea del Norte denunció este sábado que militares de Corea del Sur realizaron disparos de advertencia en la zona fronteriza que separa a ambos países el martes, según informó el medio estatal KCNA. Las autoridades norcoreanas calificaron el incidente como una “provocación deliberada”, mientras que advirtieron que el número de emisiones de advertencia por parte de los militares surcoreanos en esa región está aumentando.
El incidente se produjo en un contexto de creciente presión en la franja limítrofe que divide la península. Según consignó KCNA, los disparos de advertencia fueron dirigidos contra tropas norcoreanas que trabajaban en proyectos para fortalecer la seguridad del lado norte de la frontera. Las fuerzas norcoreanas llevan adelante, desde el año pasado, la construcción de barreras adicionales en la frontera, al tiempo que han demolido carreteras y vías férreas intercoreanas.
El vicejefe del Estado Mayor del Ejército Popular de Corea, citado por KCNA, afirmó que el país “tomará las contramedidas correspondientes” si se produce cualquier tipo de obstrucción al proyecto de construcción de barreras. El funcionario señaló también que Corea del Norte “no asumirá ninguna responsabilidad por las graves consecuencias” que resulten si futuras advertencias son ignoradas en la zona fronteriza.
El comunicado también incluyó una declaración del teniente general Ko Jong Chol, quien afirmó que el enfrentamiento del martes ocurrió cuando soldados norcoreanos realizaban tareas para sellar de modo permanente la línea divisoria.
Ko Jong Chol detalló que el ejército surcoreano usó una ametralladora para efectuar más de diez disparos de advertencia hacia sus tropas. Y advirtió: “Esto es un preludio muy serio que inevitablemente llevaría la situación en la zona fronteriza sur, donde un gran número de fuerzas se enfrenta mutuamente, a una fase incontrolable”.

Las acusaciones de Pyongyang contradicen recientes comentarios del presidente surcoreano Lee Jae Myung, quien manifestó la intención de su gobierno de cesar ciertas actividades militares cercanas a la frontera, en un intento por mejorar los vínculos entre ambos países, que técnicamente siguen en estado de guerra desde el conflicto de 1950-1953. El gobierno surcoreano no emitió respuesta inmediata a las declaraciones difundidas por KCNA.
El último choque fronterizo entre ambos países había ocurrido a principios de abril, cuando la fuerza surcoreana realizó disparos de advertencia tras el cruce temporal de unos diez soldados norcoreanos hacia el sur en la zona desmilitarizada, un área en su mayoría minada y cubierta de vegetación.
En octubre del año pasado, el ejército norcoreano anunció que avanzaba en su plan para cerrar completamente la frontera sur, informando que había enviado un mensaje telefónico a las fuerzas estadounidenses para evitar malentendidos y conflictos accidentales. Poco después, las autoridades norcoreanas destruyeron secciones de rutas y vías férreas simbólicas que vinculaban el Norte y el Sur.
La frontera intercoreana es una de las zonas más militarizadas del mundo, con extensos despliegues de tropas, sistemas de vigilancia y fortificaciones a ambos lados de la línea de demarcación.

A pesar de las declaraciones y episodios recientes, los enfrentamientos físicos dentro de la línea divisoria suelen ser esporádicos y de corte no violento. En 2023, Corea del Norte envió miles de globos cargados con basura hacia el sur como represalia por los globos de propaganda anti-norcoreana lanzados por activistas surcoreanos. En respuesta, Corea del Sur reactivó la megafonía en la frontera, transmitiendo música de K-pop y noticias internacionales tras seis años de silencio. De manera simultánea, el régimen de Kim Jong-un comenzó a emitir sonidos extraños desde su lado de la frontera, lo que generó inquietud entre los habitantes surcoreanos próximos a la línea de separación.
La situación en la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur se mantiene bajo estrecha vigilancia por parte de la comunidad internacional, dadas las persistentes tensiones y los riesgos asociados a cualquier incidente armado en la región. Los líderes norcoreanos reiteraron, según KCNA, la exigencia de que se respete la soberanía del país y advirtieron sobre una escalada en caso de nuevos episodios similares en la zona limítrofe.
(Con información de AFP y Reuters)