La inesperada noticia sobre el final de ‘The Big Bang Theory’ marcó un antes y un después no solo para la televisión, sino, sobre todo, para el elenco central de la exitosa sitcom. Seis años después de aquel desenlace, el proceso que llevó a la decisión definitiva sigue siendo tema de conversación entre sus protagonistas y en la industria. El detonante fue la determinación unilateral de Jim Parsons de abandonar la serie, con un efecto dominó que desembocó en la despedida del resto del reparto y dejó un vacío notable entre sus millones de seguidores.

El impacto de aquel anuncio se concentró en la figura de Kaley Cuoco, quien encarnaba a Penny y que, hasta el último momento, no tenía idea de la despedida que se avecinaba. Según relató la actriz, llegó a la reunión pensando que era “para firmar otra temporada” y salió con la confirmación de que la comedia por la que percibía un millón de dólares por capítulo llegaba a su fin. Así lo describió Cuoco: “Jim dijo: ‘No creo que pueda continuar’. Y me quedé tan sorprendida que pensé: ‘¿Continuar con qué?’. Ni siquiera sabía de qué estaba hablando”.

Durante el verano de 2018, ya avanzada la grabación de la temporada 12, el cocreador Chuck Lorre citó al elenco a su oficina. Kaley Cuoco y Johnny Galecki, compañeros y protagonistas, suponían que se discutiría la continuidad para una hipotética temporada 13. “Johnny y yo lo habíamos hablado mucho. ¿Queríamos hacerla? Y de verdad que sí queríamos”, evocó Cuoco. Sin embargo, la reunión tuvo un giro inesperado: “Miré a Chuck: ‘¡Wow!’. Pensé que sí, estoy muy impactada ahora mismo”.

Jim Parsons, quien encarnaba a Sheldon, comunicó primero su decisión. La noticia funcionó como catalizador inmediato. Según el productor Steve Holland, “Kaley [Cuoco] apenas podía hacer contacto visual con Jim (Parsons) durante los ensayos. [...] En ese momento había mucho resentimiento entre Parsons, Galecki y Cuoco, quienes no estaban al tanto de todo lo que había pasado antes de la decisión de terminar la serie con la temporada 12 y no sabían por qué no se había sacado el tema antes”. El anuncio de Parsons no solo sorprendió a sus compañeros, sino que puso de relieve ciertas tensiones no resueltas y una falta de comunicación interna sobre los planes futuros de la serie.
La mañana siguiente a la noticia estuvo cargada de tensión. Los miembros del elenco y el equipo enfrentaron la realidad de que estaban en el final de una etapa sin una preparación real previa, y el ambiente laboral reflejó este golpe emocional. El resentimiento y la confusión inicial se fueron traduciendo en una atmósfera reservada y, por momentos, incómoda.
El proceso de asimilación fue difícil. El libro “The Big Bang Theory: The Definitive, Inside Story of the Epic Hit Series”, de Jessica Radlof, documentó que el clima durante la grabación de la última temporada se vio afectado por la manera en la que el elenco recibió la noticia. El propio Steve Holland reveló detalles sobre el ambiente: “El día siguiente en el trabajo, que fue un jueves, estuvo lleno de tensión”. La sorpresa y el shock inicial hicieron que el correr de los días no tuviera el mismo tono de celebración que había caracterizado épocas anteriores de la comedia.
La convivencia diaria en el set pasó a estar marcada por signos de tristeza y preguntas sin responder. “Todos expresaron abiertamente sus sentimientos, hubo preguntas y lágrimas”, expuso la propia Cuoco tiempo después sobre ese periodo.

El impacto que tuvo el anuncio se materializó en la confusión inicial de varios integrantes del reparto. Kaley Cuoco ha hablado reiteradamente sobre su propio desconcierto. Tal como describió en una entrevista a Variety, el shock fue tan profundo que el mensaje de Parsons no tuvo sentido inmediato para ella ni para Johnny Galecki.
El proceso de comunicar la noticia no estuvo exento de carga emocional. Cuando Chuck Lorre tomó la palabra, estableció una pauta decisiva para el cierre de la serie: “Somos todos para uno y uno para todos. Y no vamos a lograr esto sin todo el equipo”. De este modo, el grupo fijó una postura unitaria: si uno de los personajes principales –en referencia a Parsons– no continuaba, ninguno lo haría. “En eso estuvimos todos de acuerdo: entramos juntos, salimos juntos”, rememoró Cuoco.
El acuerdo colectivo fue refrendado tras una discusión franca en la que el elenco compartió emociones y dudas. Más allá de las lágrimas, se impuso la convicción de que la serie debía despedirse con dignidad y como un proyecto grupal, no fragmentado. Esa decisión evitó que la falta de uno de sus pilares rompiera el espíritu que había llevado en conjunto a ‘The Big Bang Theory’ a ser el fenómeno global que fue durante una década.

La última emisión fue el 16 de mayo de 2019. Pese al adiós, la huella de la serie se mantiene viva en el imaginario de la audiencia. Paradójicamente, Jim Parsons continuó ligado al universo de Sheldon mediante su participación como narrador en el ‘spin-off’ El joven Sheldon, en el que también apareció parte del reparto principal en cameos breves. El ecosistema narrativo de la comedia sigue creciendo con nuevos proyectos, como la futura Stuart Fails To Save the Universe en HBO Max.
En la actualidad, los antiguos protagonistas han trazado caminos propios, reforzando la idea de que aquel final compartido supuso el cierre de un ciclo, pero no el agotamiento de la creatividad conjunta que los llevó a lo más alto de la televisión mundial.