Tras estar varias semanas detenido en Estados Unidos y unos días en México, Julio César Chávez Jr. salió en libertad condicional luego de ser vinculado a proceso por delincuencia organizada y tráfico de armas. Su padre, Julio César Chávez no ocultó su alegría por verlo fuera la prisión, pero reconoció que su hija tiene que “aclarar las dudas del Gobierno”.
“Me siento contento, esto es un proceso. Mi hijo tiene que aclarar todas las dudas que tenga el Gobierno”, dijo el exboxeador en entrevista con el programa Ventaneando.
“Quiero dejar en claro que mi hijo no es un delincuente, no pertenece a un cártel, no trafica armas, no vende drogas. Pido a las autoridades que sean justas. Mi hijo está en libertad preventiva y desde afuera vamos a pelear el caso”, sentenció.
Chávez Jr. y su padre se reencontraron en el Coliseo Boxing Club en Hermosillo, propiedad del boxeador Juan Francisco Estrada, lugar al que se fue el joven pugilista a entrenar una vez recuperó su libertad.
Chávez Jr. salió en libertad el pasado lunes 25 de agosto tras permanecer una semana recluido en el Centro Federal de Reinserción Social de Hermosillo, en Sonora. Esto, luego de que un juez lo vinculara a proceso por supuesto tráfico de armas y vínculos con el narcotráfico.
La audiencia que se desarrolló la tarde del sábado en el centro del poder judicial de la ciudad de Hermosillo, en el estado de Sonora y se determinó que la investigación deberá durar un lapso de tres meses y el boxeador no podrá salir de México, pero podrá esperar el juicio en libertad.
Al parecer, su próxima audiencia en corte será el 23 de noviembre. En caso de ser declarado culpable, Chávez Jr. podría enfrentar una condena de cárcel de entre cuatro y ocho años.
Julio César Chávez Jr. fue detenido por los agentes federales en la comunidad de Studio City, en el Valle de San Fernando, en Los Ángeles, el pasado 2 de julio. Su arresto se deriva de una orden de arresto que estaba vigente en México.
La captura se dio cinco días después de que fuese derrotado en una cartelera estelar por Jake Paul en el Honda Center de Anaheim. El gobierno de Trump lo acusaba también de tener nexos con el Cártel de Sinaloa, además de no contar con documentos para estar de forma legal en el país.