
“Inteligencia artificial y nuevas formas de gestionar la realidad” es el sugerente título que convoca a un nuevo encuentro de estudiantes, docentes, especialistas y referentes educativos de Colombia- junto a visitantes extranjero, como Carlos Magro Mazo, Presidente en Asociación Educación Abierta (España) - para ser parte de una conversación donde el rol del docente es una de las piezas angulares para repensar en la educación actual y venidera.
A partir de un intercambio franco y reflexivo, Ticmas dialogó con el Vicerrector Académico de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), Juan Francisco Vasquez quien detalló no solo qué implica diseñar hoy un plan curricular sino también subrayó la necesidad de nunca abandonar las aulas.
— Comencemos por una pregunta que puede tener una respuesta simple y compleja al mismo tiempo ¿qué significa ser un Vicerrector académico?
— Todavía no sé qué significa la posición (risas cómplices) porque lo que trae es retos todos los días, retos distintos. Nosotros tenemos ocho escuelas acá en la universidad y uno de los retos más grandes es mirar cómo estamos realmente innovando en diseños y transformaciones curriculares, que es lo que estamos hoy en día aquí trabajando. Todo lo que dice mi currícula, transformaciones, flexibilidades, pertinencias. Significa tener primero un compromiso gigante con la universidad, también un trabajo desde esa política que es más administrativa de gestión; cómo orientamos a que las escuelas realmente lleguen a los planos que escribimos, que realmente sean interesantes para la sociedad.
Yo fui formado en Lenguas. Mi experiencia en la educación de 25 años, en todo el tema de transformaciones curriculares, y de hecho fui docente en Estados Unidos unos años; todo eso me sirvió también para tener una mirada más amplia de lo que debe ser realmente una currícula. La formación pedagógica que uno trae desde sus inicios, le permite a uno tener una mirada mucho más centrada en lo que realmente significa hablar de metodologías, enfoques, didácticas y evaluaciones, los tres procesos que nosotros manejamos en UPB, siempre orientados a un solo objetivo, éxito estudiantil, desarrollo profesoral y transformación curricular.
— La UNESCO plantea que los docentes son “guardianes de la paz y la memoria” y en la convocatoria a estas jornadas y congreso internacional del maestro investigador se puede encontrar también esa idea con el foco puesto en la memoria y no solo en el necesario debate sobre la IA y la educación ¿por qué la memoria es clave?
— Esta universidad, porque es católica, tiene una formación totalmente humanista, y dentro de ese humanismo que maneja- un humanismo orientado al humanismo cristiano, a la formación integral- no podemos dejar de lado esa memoria que tú llamas, ese pasado que traemos históricamente. Una universidad de 89 años, donde hemos venido forjando de muy buena manera el futuro de la educación en la ciudad y en el país, porque somos actores muy importantes, tanto en el sistema público como privado. Entonces nunca dejamos de hablar del pasado, porque cuando nos olvidamos de que nuestros antepasados, nuestros educados, estudiantes, profesores previos han pasado por acá, y llegamos a este momento sin tenerlos en cuenta, estaríamos repitiendo errores del pasado.
— Desde la convocatoria se llama al maestro e investigador como figuras en sinergia ¿por qué?
— Es aparte de la concepción de la escuela. Ahí sí hay una concepción muy histórica que ha atravesado casi todos los periodos de la escuela. Y es porque nosotros vemos en la función de un maestro, como un maestro investigador, o sea, un maestro que no solamente recorre conocimiento para transmitirlo, sino que también a su vez sale del aula, busca, investiga, indaga, averigua y luego voltea al aula con nuevas ideas, con nuevos conceptos que le permiten fortalecer esos procesos de enseñanza. Para nosotros el maestro es el investigador porque hace conocimiento, no solamente transmite contenido, pero también nosotros tenemos un doctorado en educación y buscamos que ese investigador también sea maestro. Porque muchas veces pasa en la sociedad que los investigadores los sacan del aula. Cuando se hacen doctorados, al maestro lo sacamos del aula para que escriba su teoría. Pero necesitamos que ese investigador también esté en el aula para que lleve ese conocimiento nuevo a los estudiantes que estamos formando, que nos pongamos en el auditorio y que nos pongamos maestros que investigan y a investigadores que son maestros que van al aula también.
— La inteligencia artificial es uno de los grandes focos del próximo encuentro del 23 y 24 de octubre ¿Cómo vienen trabajando su impacto en la universidad? ¿Qué tipo de diálogo imaginan que pueda surgir a partir de estas jornadas?
— Hay una posición muy personal, yo siempre digo que nosotros ya no somos maestros, sino que quieren que seamos facilitadores, dinamizadores, integradores. Nosotros somos maestros, nosotros cuando nos graduamos nos graduamos como maestros, como facilitadores, y la facilitación hace parte del ser maestro. Entonces ahí es donde introducimos estas nuevas tecnologías, en este momento de IA. Hay una preocupación muy grande, por ejemplo ahora, en el tipo de evaluación que estamos llevando con la inteligencia artificial; porque si vamos a seguir evaluando de la manera tradicional, estamos perdiendo el tiempo con nuestros estudiantes.
Esto además es un punto crítico histórico. Si tenemos que llegar a mediar dentro de la inteligencia artificial, ¿Cómo esto nos va a llevar a transformar nuestras calificaciones? Porque lo que el maestro decía, hace unos 20 o 30 años, era la palabra final; esa era la verdad absoluta. Hoy en día un estudiante cuestiona.
El maestro no va a desaparecer. Lo que tienes que ser consciente de la IA como una herramienta que aporte en tu proceso de aprendizaje, más que enseñanza de aprendizaje.
— Me quedo con esta aseveración “El maestro no va a desaparecer” y lo ligo a lo curricular en términos de que ya no se trata solo de enseñar conocimientos, sino también habilidades ¿Qué tipo de capacitación o de diálogo, más allá del Congreso, tienen con sus docentes?
— Y es que los expertos viven de lo que a los maestros se les olvida. Si hablamos de pensamiento crítico, de educación central, de estudiante, de hábitos de monitoreo puedes irte a los años 70, e incluso más allá, a los años 30. Lo que hacen hoy los expertos es más una reflexión sobre cómo los maestros nos tenemos que estar actualizando para que no nos estén dando cuentos, como decimos acá. Pero muchas veces los maestros en el quehacer diario no nos da tiempo de estar yendo a la teoría y por eso se nos olvidan las cosas. Entonces tenemos que estar asistiendo a todo este tipo de jornadas que son muy interesantes porque nos ayudan a refrescar a los expertos ciertos conocimientos.
El modelo pedagógico integrado de la universidad está basado en dos líneas, una línea de capacidades y una línea de competencias. Las capacidades nos paramos en este desarrollo integral del ser, entonces lo que buscamos es, primero, formar personas. Ser personas, primero, ser personas éticas, profesionales, humanas, empáticas. Entonces nos centramos primero en el humano. Porque lo otro, lo técnico, lo podemos desarrollar en el 30-40% de nuestros estudios.
— En esta convocatoria de jornadas destacan la importancia de pensar sobre “las nuevas formas de gestionar la realidad” ¿cuál es la propuesta para el debate?
— Para gestionar la realidad, nosotros tenemos aquí un decir común, y es que “hoy en día la práctica supera la teoría”, y es lo que nosotros también desde este manejo del sistema buscamos entender. ¿Qué es la realidad que estamos buscando en nuestros estudiantes? ¿Y cómo los estamos formando? Entonces, cuando hablamos de gestionar, no solamente de reciban estos conocimientos, sino también de qué van a hacer con ese conocimiento en torno a una transformación social.
— En tu camino como educador, más allá de tu presente como Vicerrector académico, ¿cuál fue la herramienta o aprendizaje que fue clave para entender qué era lo que tenías que enseñar; lo que tenías que transmitir?
— Pues lo primero es haber tenido un buen modelo de docente. De ese profesor preocupado, de ese profesor que preparaba su clase, de ese profesor que nos llevaba a investigar e indagar más en temas; que no se sentaba ahí al frente a contarnos cualquier conocimiento que uno encontrara en un libro en ese tiempo. Yo creo que lo primero es esa persona que te ayuda en esa formación de tu carrera, porque esto finalmente es una carrera que no termina.
Yo ya soy muy viejito, pero trato que- a partir de eso que yo viví- que mis estudiantes lo vivan. Tristemente hace como ocho años que no doy una clase porque me metí en este mundo administrativo, y ese es otro reclamo que yo hago, los administradores educativos no deberían salirse del aula porque no sabemos qué se está hablando ya en el aula y queremos traer modelos. Volviendo a la pregunta, primero ese amor que yo tuve con mis maestros y segundo yo veo a la educación como una profesión, no solo como una vocación. Sí, es una vocación hermosa, pero primero es una profesión para que le demos la dignidad profesional al maestro.
XIX Jornadas y VI Congreso del Maestro Investigador
Con el ambicioso y certero plan de debatir sobre “la reconstrucción de las educaciones en perspectiva de futuro”, la Universidad Pontificia Bolivariana convoca, desde la Escuela de Educación y Pedagogía, a un debate histórico el próximo 23 y 24 de octubre en Colombia.
Además de reflexionar sobre la importancia de la innovación en la enseñanza, se plantean tres ejes claves con respecto a la inteligencia artificial: su impacto en la calidad educativa, en las prácticas de lectura, escritura y oralidad, y las modificaciones en la formación emocional y humana.
Con auspicio de la Alcaldía de Medellín, el Centro de Innovación del Maestro (Mova) y de Icetex, el ecocampus Laureles, de UBP, en la capital del departamento de Antioquía en Colombia espera convocar a más de 500 personas interesadas en transformar la educación y el enseñar a educar.