
El ex presidente de Brasil Jair Bolsonaro (2019-2022) compareció este martes ante la Corte Suprema en calidad de acusado dentro del proceso por presunto intento de golpe de Estado y, tras el interrogatorio, expresó su convencimiento de que será el próximo jefe de Estado del gigante sudamericano.
“Hoy salí del tribunal tranquilo y más confiando en que seré el próximo presidente de la República para ayudar a sacar a nuestro país del desorden que vivimos”, sostuvo el líder ultraderechista en un mensaje difundido en sus redes sociales luego de la audiencia.
Durante su declaración, Bolsonaro se mantuvo sereno frente al tribunal, e incluso compartió momentos de humor con los magistrados de la Corte Suprema. Defendió su gestión al frente del Gobierno y afirmó su intención de continuar en la vida política pese a estar actualmente inhabilitado.
El ex mandatario, inhabilitado durante ocho años mediante una sentencia del Tribunal Superior Electoral que le impide postularse en los comicios de 2026, llegó a bromear con el juez instructor, Alexandre de Moraes, sugiriendo que podría ser su compañero de fórmula como vicepresidente en las próximas elecciones presidenciales.
En la publicación difundida tras su comparecencia, Bolsonaro indicó que acudió al tribunal “de cabeza erguida, con la conciencia tranquila y el espíritu tranquilo de quien sabe que es inocente y que jamás traicionó los valores de la patria”.

Añadió que rechazó la opción de acogerse al derecho al silencio, respondiendo a todas las preguntas “con transparencia y convicción por tener la verdad como compañera”.
El ex gobernante describió el proceso como parte de una “lucha mayor, que es la lucha de millones de brasileños por un país libre, más justo, más fuerte y sin censura ni persecución”.
“La historia nos juzgará a cada uno. Que ella me encuentre, como siempre estuve, fiel a la verdad, a nuestro Dios y al pueblo brasileño”, concluyó su declaración pública.
Bolsonaro figura entre los ocho procesados que comparecieron ante la Sala Primera de la Corte Suprema, que cerró este martes, en el segundo de cinco días agendados, la fase de interrogatorios.
Finalizada esta etapa, el juez instructor abrió un periodo de cinco días para que las defensas soliciten nuevas diligencias o aclaren elementos, antes de concluir la instrucción del caso.

A partir de ahí, tanto la acusación como las defensas podrán presentar sus exposiciones finales, tras lo cual el proceso quedará en condiciones de recibir sentencia, que podría ser dictada entre octubre y noviembre. En caso de condena, las penas podrían oscilar entre 12 y 40 años de prisión.
Según la Fiscalía, los ocho procesados formaron parte de una conspiración dirigida a impedir la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva en 2022, un plan que desembocó en los disturbios del 8 de enero de 2023.
Aquel día, una semana después de la asunción de Lula, miles de seguidores de Bolsonaro irrumpieron en las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en un intento por provocar la intervención de las fuerzas armadas para derrocar al nuevo gobierno.
En su declaración, Bolsonaro negó haber intentado una ruptura democrática luego de su derrota electoral, aunque admitió haber considerado “alternativas” ante la creencia de haber sido víctima de fraude en los comicios.
“Discutimos posibilidades, alternativas, siempre dentro de la Constitución, pero finalmente abandonamos cualquier posibilidad y enfrentamos el ocaso de nuestro Gobierno”, manifestó Bolsonaro, acompañado por sus abogados ante el tribunal.