Israel volvió a atacar la instalación nuclear del régimen iraní en Isfahán

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El ataque de Israel contra la instalación nuclear iraní de Isfahán

Israel confirmó este sábado haber atacado por segunda vez desde el inicio de la escalada del conflicto la instalación nuclear iraní ubicada en la ciudad de Isfahán.

Horas antes, medios estatales iraníes habían reportado múltiples explosiones en la zona. La agencia Fars citó a un responsable de seguridad que atribuyó los hechos a bombardeos ejecutados por Israel sobre el complejo nuclear. Las fuentes iraníes aseguraron que no hubo fugas de materiales peligrosos que pudieran afectar a la población, y atribuyeron la mayoría de las explosiones a la activación de defensas aéreas locales.

Por su parte, Israel precisó que el operativo de la noche incluyó como principal objetivo las instalaciones de producción de centrifugadoras empleadas para enriquecer uranio, uno de los componentes críticos para la obtención de material nuclear.

Las autoridades militares israelíes destacaron que el ataque representó un nuevo golpe a la capacidad del régimen iraní para avanzar en su programa nuclear.

Israel volvió a atacar laIsrael volvió a atacar la instalación nuclear de Isfahán (REUTERS/Amir Cohen)

La ofensiva del sábado no es la primera acción israelí contra objetivos nucleares iraníes en Isfahán. El pasado 13 de junio, primer día de la guerra, Israel lanzó bombardeos en la misma zona. Aquella jornada marcó un giro en la tensión entre ambos países. La Operación “León Naciente” fue presentada por Israel como una campaña de ataques aéreos diseñada para impedir que Irán adquiera armas nucleares.

En respuesta a esa ofensiva inicial, Irán desplegó un amplio operativo de represalia que incluyó el lanzamiento de drones y misiles contra territorio israelí, según confirmaron fuentes militares de ambos países. La escalada incrementó la preocupación internacional por la posibilidad de una guerra abierta y de incidentes en instalaciones con riesgo nuclear en la región.

En plena escalada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descartó el viernes la posibilidad de ejercer presión sobre Israel para que detenga sus ataques a Irán. En una comparecencia ante la prensa en Nueva Jersey, afirmó que le sería “muy difícil” pedir a Israel que suspenda las ofensivas, argumentando que el país mantiene una “ventaja militar” y que “lo está haciendo bien en términos de guerra”. El mandatario subrayó que el régimen de los ayatolás parece estar en una posición menos favorable y explicó que “es difícil conseguir que alguien se detenga” si siente que avanza en el terreno militar.

Trump dijo que no presionaráTrump dijo que no presionará a Israel para que frene sus ataques a Irán (REUTERS/Ken Cedeno)

El presidente estadounidense también minimizó la posibilidad de que Europa contribuya a una resolución diplomática. “Irán no quiere hablar con Europa. Quiere hablar con nosotros. Europa no va a poder ayudar en esto”, declaró Trump, poniendo en duda el alcance de las conversaciones mantenidas en Ginebra entre diplomáticos europeos e iraníes sobre el futuro del programa nuclear persa.

Además, Trump impuso un plazo máximo de dos semanas para tomar una determinación sobre una eventual intervención militar directa de Estados Unidos en el conflicto. “Estoy dando un plazo, y diría que dos semanas sería el máximo”, manifestó, sugiriendo que la decisión podría llegar antes si no hay señales concretas de avance en el desmantelamiento del programa nuclear iraní.

El canciller iraní Abbas Araqchi, desde Ginebra, había reclamado el cese de los ataques israelíes como condición indispensable para retomar las negociaciones nucleares con Washington. La solicitud fue rechazada por el presidente estadounidense, quien insistió en la disposición norteamericana para conversar, pero sin aceptar condicionamientos mientras continúe la escalada.

La Casa Blanca reiteró que la decisión sobre una posible acción militar se adoptará en las próximas dos semanas, mientras aumentan las gestiones diplomáticas paralelas en la región y se analizan las consecuencias de una ofensiva mayor en el tablero de Oriente Medio.

Trump insistió en que el propósito de Washington en la actual crisis consiste en presionar a Irán para que abandone todo intento de enriquecimiento de uranio. “Están sentados sobre uno de los mayores cúmulos de petróleo del mundo. Simplemente no entiendo por qué necesitan eso para usos civiles”, cuestionó el jefe de la Casa Blanca.

Ali Khamenei, líder supremo deAli Khamenei, líder supremo de Irán (Oficina del Máximo Líder de Irán vía AP)

Desde el inicio de la ofensiva israelí el 13 de junio, se han reportado ataques contra instalaciones nucleares y zonas residenciales en Teherán, capital iraní, y otras localidades estratégicas para el desarrollo nuclear. Los bombardeos antecedieron una nueva ronda de conversaciones entre Washington y Teherán, programada en Mascate, Omán, donde los equipos diplomáticos debaten el futuro del programa nuclear iraní.

Trump reconoció que la capacidad militar israelí no es absoluta para eliminar todas las instalaciones nucleares de Irán y que el conflicto plantea desafíos logísticos, políticos y de seguridad regional. La comunidad internacional sigue de cerca la evolución del conflicto, sin que hasta ahora se vislumbre una desescalada significativa o avances en la negociación que permitan reducir el riesgo de una confrontación mayor.

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