El caso de abusos en Fort Hood reaviva la preocupación en el Ejército estadounidense sobre el manejo de denuncias de acoso y agresión sexual en sus bases. (REUTERS/Erich Schlegel)La investigación sobre presuntos abusos sexuales cometidos por un ginecólogo militar en una base del ejército de Texas ha generado un fuerte impacto en las Fuerzas Armadas estadounidenses y en la opinión pública.
Según reveló USA Today, más de 1.400 pacientes han sido contactadas por el Ejército ante las denuncias contra Blaine McGraw, mayor y obstetra en el hospital de la base de Fort Hood, acusado de abuso sexual y grabaciones secretas a mujeres durante consultas médicas.
De acuerdo con declaraciones recogidas por USA Today, una de las denunciantes relató que acudió en 2022 al consultorio de McGraw por síntomas relacionados con un embarazo, y sufrió tocamientos inapropiados cuando el médico le exigió someterse a un examen vaginal que no había solicitado. La mujer aseguró que el mayor McGraw intentó bajarle la ropa interior y la tocó sin su consentimiento, y que, tras exigirle que se detuviera, el médico se burló de ella.
Más de 1.400 pacientes del hospital militar en Fort Hood han sido contactadas en la investigación por presunto abuso y grabaciones secretas atribuidas al mayor Blaine McGraw. (Lina Muñoz Medina/Infobae)Fort Hood, ubicada en Texas y considerada la tercera base militar más grande de Estados Unidos, se ha visto envuelta en una investigación interna que, según comunicó oficialmente el Ejército a USA Today, ha llevado a revisar el historial de todos los pacientes atendidos por McGraw durante su servicio tanto en Texas como en el centro médico militar Tripler de Hawaii.
El Ejército sostuvo que “se está contactando a todos los pacientes vistos por el proveedor durante el tiempo que trabajó en el centro médico, aunque no haya indicios de que todos hayan resultado afectados”.
El caso salió a la luz luego de que el esposo de otra paciente informara a investigadores del Ejército que observó a McGraw grabando con su teléfono móvil a su esposa mientras la examinaba. Tras esa denuncia, las autoridades militares suspendieron a McGraw el 17 de octubre de 2023 de sus funciones en el hospital Carl R. Darnall Army Medical Center, indicó USA Today. Hasta la fecha del reporte, el médico no enfrenta cargos penales.
La demanda civil presentada en Texas acusa a la cadena de mando militar de ignorar las advertencias y permitir los hechos denunciados contra el mayor McGraw. (Europa Press/Contacto/U.S. Army)
La demanda civil, presentada el 10 de noviembre en un tribunal de Texas, acusa a las Fuerzas Armadas de no intervenir a pesar de las reiteradas alertas y quejas contra McGraw desde su ingreso al hospital de Hawaii en 2019 y hasta su trabajo en Texas.
El texto legal afirma que “el liderazgo desestimó las advertencias, se burló de denuncias creíbles y permitió que McGraw siguiera ejerciendo”, según consta en los documentos citados por USA Today. Para Andrew Cobos, abogado de la parte demandante, existen al menos “56 mujeres con relatos similares”, y ha recibido “docenas de contactos de presuntas víctimas”.
El procedimiento disciplinario militar se activó cuando el esposo de una de las mujeres intentó comunicarse con altos mandos del Ejército para alertar sobre la situación, aunque el portavoz del Ejército, Kamil Sztalkoper, declaró a USA Today que los jefes de la base se reunieron con la pareja denunciante, en contraste con lo que manifestó la querella.
“No puedes sacar esto de tu cabeza. Se repite todo el tiempo”, confesó una de las víctimas de los presuntos abusos. (Imagen Ilustrativa Infobae)Entre los testimonios incluidos en la demanda y recogidos por el medio estadounidense, figura el de una madre reciente, quien confesó que tras el contacto con McGraw ha sufrido problemas para relacionarse con su hijo y con su esposo, y que cada vez que trata de hacer vida normal, los recuerdos de la situación retornan. “No puedes sacar esto de tu cabeza. Se repite todo el tiempo”, manifestó la víctima al medio.
“Sentí que estuve siendo manipulada todo el tiempo”, declaró una de las denunciantes en diálogo con USA Today. El abogado defensor de McGraw, Dan Conway, afirmó que su cliente “coopera plenamente con la investigación” y negó haber accedido, hasta ese momento, a la demanda. Conway sostuvo: “creemos que agentes especiales del Ejército están entregando información inexacta o exagerada al público”.
Las víctimas coincidieron en que, tras intentar denunciar los hechos ante el hospital, el personal administrativo les recomendó llamar o enviar un correo electrónico, y sus llamados fueron ignorados o cortados. Una de las afectadas recordó: “llamé siete veces para denunciar y cada vez me ignoraron o colgaron”.
En su respuesta, el Ejército estadounidense sostuvo que, tras la apertura de la investigación, incrementó la dotación del centro de atención telefónica del hospital y amplió su horario a siete días a la semana. El portavoz Sztalkoper aseguró que se ofrecieron “recursos adicionales” a las pacientes luego de las entrevistas, aunque las denunciantes afirmaron que solo recibieron “un folleto de una página”.
El caso de Blaine McGraw ocurre pocos años después de que Fort Hood se convirtiera en el epicentro de la indignación nacional en Estados Unidos por la muerte de Vanessa Guillén, una soldado de 20 años asesinada tras denunciar acoso sexual en la base. Esa situación llevó al Congreso estadounidense a trasladar la investigación de casos de acoso sexual en las fuerzas armadas fuera de la línea de mando directa, con el objetivo de garantizar mayor transparencia.
Aunque el Ejército ha replicado que mantiene un contacto activo con las presuntas víctimas y afirma haber mejorado sus protocolos tras el caso, las demandantes han manifestado sentirse desatendidas y reclaman: “no pueden barrer todo bajo la alfombra. Alguien debe rendir cuentas”.
hace 3 horas
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