Más de 11.000 muñecos falsos de Labubu, con un valor comercial estimado de más de 500.000 dólares, fueron confiscados en el aeropuerto de Seattle-Tacoma, según informaron portavoces de U.S. Customs and Border Protection (CBP), tal como reportó la cadena NBC News. Los agentes de la CBP, encargados de inspeccionar la carga aérea en dicha terminal, interceptaron el envío el 26 de agosto, tras identificar que en su declaración aduanera los productos habían sido descritos falsamente como lámparas LED. De acuerdo con la vocería de la agencia, la mercancía habría alcanzado un precio minorista total de 513.937,76 dólares si los artículos fueran legítimos.
El cargamento, que constaba de 11.134 muñecos, tenía como origen Corea del Sur y fue interceptado después de que los oficiales determinaran que la importación infringía la legislación federal estadounidense que prohíbe la entrada de bienes ilícitos y protege los derechos intelectuales de las marcas registradas. NBC News indicó que las autoridades ordenaron la destrucción inmediata de los muñecos incautados, siguiendo los procedimientos habituales para evitar su circulación en el mercado estadounidense. Hasta el momento no se han reportado detenciones vinculadas al incidente, aunque la agencia no descarta futuras acciones judiciales.
De acuerdo con la CBP, la creciente entrada de artículos de imitación representa un desafío constante en la protección de la propiedad intelectual y la seguridad de los consumidores en Estados Unidos. NBC News también señaló que la incautación subraya la intensificación de las medidas de vigilancia y control en los puntos de acceso internacionales del país.
Los muñecos decomisados son imitaciones de la serie Labubu, un personaje de la franquicia “The Monsters” de Pop Mart, desarrollado originalmente en 2015 por el artista y autor hongkonés Kasing Lung. Estas falsificaciones, conocidas en algunos mercados como “Lafufus”, han sido objeto de alertas por parte de organismos comunitarios y de salud pública fuera de Estados Unidos.
Un consejo de la ciudad de Londres advirtió este mes sobre los riesgos asociados a estos productos ilegales, apuntando que su construcción deficiente podría ocasionar desprendimientos de piezas pequeñas y, en consecuencia, generar peligros de asfixia, principalmente para menores de edad. Además, el comunicado destaca la posibilidad de la presencia de componentes químicos nocivos en la fabricación de estos objetos.
Este tipo de advertencias se han multiplicado en distintos países, mientras la demanda internacional por este tipo de artículos coleccionables sigue creciendo. Los consumidores suelen recurrir a canales de venta no oficiales en línea, lo que dificulta la trazabilidad y aumenta el riesgo de adquisición de productos pirata. Ante este fenómeno, las autoridades estadounidenses y europeas han reforzado su cooperación para contener el flujo de artículos que incumplen estándares regulatorios y de calidad.
Según NBC News, los muñecos originales Labubu forman parte de una colección viralizada por Pop Mart a partir de 2019, fabricados bajo estrictos controles de calidad y comercializados en el formato conocido como “blind box”. Este método de venta de cajas sorpresa ha contribuido a su popularidad global, ya que no permite saber qué versión de la figura se encuentra en el interior hasta su apertura.
El personaje de Labubu, representado como una niña, y sus amigos han cautivado a coleccionistas y celebridades, protagonizando incluso eventos públicos, como ocurrió este mes durante el U.S. Open celebrado en Nueva York, donde la tenista Naomi Osaka lució ediciones especiales e inspiradas en leyendas del tenis, entre ellas la campeona Billie Jean King.
En el ámbito del comercio minorista, el auge de estos productos coleccionables ha motivado incluso delitos. Propietarios de la tienda One Stop Sales de La Puente, California, denunciaron recientemente el robo de todo su inventario de figuras Labubu, una muestra del atractivo comercial de esta línea y del interés de grupos delictivos en el nicho de los objetos de colección.
Un informe elaborado en 2020 por la Federal Research Division de la Library of Congress, citado por NBC News, estimó que la industria de la falsificación en Estados Unidos genera ingresos superiores a los del tráfico de drogas ilícitas, consolidándose como la mayor actividad criminal a nivel global. El reporte señala que el 80% de los productos falsificados detectados en el país proviene de China, si bien los canales de distribución se han diversificado en los últimos años, incluyendo países como Corea del Sur.
Entre los métodos para autenticar piezas de colección y diferenciar objetos legítimos de los falsos, se ha recurrido a pruebas de materiales preciosos en el caso de otros productos de lujo, como los relojes suizos. Circulan rumores en la comunidad de fans acerca de una supuesta edición de Labubu elaborada en oro de 24 quilates, aunque esta versión no ha sido confirmada oficialmente por Pop Mart, que según NBC News no respondió inmediatamente a la consulta sobre la reciente incautación.
El director de operaciones de la CBP de Seattle, Brian Humphrey, agradeció públicamente la labor de sus agentes, señalando que la agencia continuará reforzando los controles para evitar la entrada y comercialización de productos pirateados en beneficio del consumidor y de las empresas titulares de derechos.