Hombre graduado de Harvard se autodeportó a México junto a su esposo por miedo a ser detenido

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Francisco y su esposo IrvingFrancisco y su esposo Irving se establecieron en Puerto Vallarta, México. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Francisco Hernández Corona, un graduado de Harvard, tomó la difícil decisión de abandonar Estados Unidos junto con su esposo, Irving Hernández Corona.

Según informó NBC10 Boston, la pareja se trasladó a Puerto Vallarta, en la costa oeste de México.

Hace aproximadamente tres semanas, motivados por el temor a ser separados debido a las políticas migratorias implementadas en ese periodo.

Francisco llegó a EEUU aFrancisco llegó a EEUU a los diez años, después se graduó de la Universidad de Harvard. (REUTERS/Faith Ninivaggi/File Photo)

El gobierno federal se ha comprometido a deportar a millones de personas sin estatus legal. Como parte de estas políticas, se ofrecía un incentivo económico de hasta 1.000 dólares a quienes optaran por autodeportarse utilizando la aplicación CBP Home, en lugar de esperar a ser detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

Según detalló el medio, esta situación llevó a Francisco e Irving a tomar la decisión de abandonar el país de manera voluntaria.

Francisco, de 34 años, llegó a Estados Unidos cuando tenía 10 años, cruzando la frontera con la ayuda de un coyote, enviado por su padre.

Describió el cruce por el desierto como una experiencia traumática, calificándola como “los tres peores días de mi vida”. Según relató, no tuvo opción en esa decisión, ya que era solo un niño.

A pesar de las adversidades, logró completar su educación secundaria con el apoyo de sus profesores y, posteriormente, obtuvo un título en psicología clínica en la prestigiosa Universidad de Harvard en 2013.

Su madre falleció debido a una enfermedad rara meses antes de que él terminara la preparatoria, lo que llevó a su hermana menor a mudarse a Texas mientras él permanecía en su ciudad natal.

A pesar de estas dificultades, Francisco continuó avanzando en su educación, logrando lo que describió como un sueño improbable para alguien con su origen. “Lo logré. Este niño moreno de Lennox va a Harvard. Es una locura”, expresó en declaraciones a NBC10 Boston.

También intentó regularizar su estatusTambién intentó regularizar su estatus migratorio en un par de ocasiones. (Imagen ilustrativa Infobae)

Tras graduarse, Francisco intentó regularizar su situación migratoria a través de diversos programas. Inicialmente, solicitó la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) durante la administración del expresidente Barack Obama.

Más tarde, presentó una solicitud de visa bajo la Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA), argumentando el abuso doméstico que él y su madre sufrieron por parte de su padre. Sin embargo, enfrentó importantes obstáculos legales debido a sus dos entradas no autorizadas al país, lo que incluyó una posible prohibición permanente de reingreso.

El matrimonio de Francisco eEl matrimonio de Francisco e Irving en 2022 no garantizó una solución a sus problemas legales, lo que los llevó a dejar Estados Unidos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El matrimonio con Irving, un ciudadano estadounidense, en 2022, parecía ofrecer una esperanza para resolver su situación migratoria.

Sin embargo, los asesores legales les informaron que Francisco no podría ajustar su estatus dentro de Estados Unidos debido a la prohibición permanente. Incluso se les recomendó cancelar su luna de miel en Puerto Rico por temor a que Francisco fuera detenido.

Ante estas circunstancias, la pareja decidió abandonar el país. “Entonces, supongo que tenemos que irnos”, le dijo Francisco a su esposo, sintiendo que no había muchas razones para quedarse.

La decisión de autodeportarse no fue fácil para la pareja. Irving describió el ambiente en Estados Unidos como “muy odioso”, mientras que Francisco expresó el miedo constante que sentía al ver agentes de ICE en su comunidad.

“Llamaban a la puerta y Francisco se asustaba y aterrorizaba”, relató Irving. Según Francisco, la ley estadounidense no toma en cuenta las circunstancias de quienes, como él, llegaron al país siendo niños. “No me importa que tuvieras 10 años, no me importa si sangrabas en el desierto o llorabas solo en el desierto. No me importa que no eligieras esto; ya no puedes quedarte en un lugar al que llamas hogar”, afirmó.

A pesar de las dificultades, Francisco mantiene la esperanza de regresar algún día a Estados Unidos, formar una familia con Irving y, eventualmente, enviar a sus hijos a Harvard.

Según reportó Newsweek, el gobierno aseguró que quienes opten por autodeportarse podrían tener la oportunidad de regresar al país de manera legal en el futuro. Mientras tanto, Francisco e Irving intentan adaptarse a su nueva vida en México, lejos del lugar que durante años consideraron su hogar.

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