
“El jugador había llegado a un acuerdo con el Al Nassr y el Feyenoord también. Cuando llegó al campo de entrenamiento, le dijeron de repente que ya no era bienvenido. Esto no tiene precedentes. Es escandaloso e inaudito”, denunció Raymond Salomon, portavoz del Feyenoord, al describir el abrupto giro que sufrió el traspaso de David Hancko al club saudí Al-Nassr. La escena, que parecía extraída de una novela de suspense, marcó el desenlace de una de las transferencias más inesperadas del mercado europeo y abrió la puerta a un nuevo destino para el defensor eslovaco: el Atlético de Madrid.
La operación entre el Feyenoord y el Al-Nassr había alcanzado cifras históricas para el club neerlandés, con un acuerdo cercano a los 40 millones de euros (unos 43.5 millones de dólares). El contrato de Hancko contemplaba un vínculo hasta 2028, con opción a un año adicional, y la transferencia se perfilaba como la más cuantiosa en la historia de la entidad de Róterdam. El futbolista, tras semanas de reflexión sobre la posibilidad de mudarse a Arabia Saudita, aceptó la propuesta y emprendió el viaje hacia Medio Oriente, dispuesto a sumarse a la pretemporada del equipo en el que militan figuras como Cristiano Ronaldo, Sadio Mané y Marcelo Brozović.
Sin embargo, al llegar a territorio saudí, la realidad se transformó en un desconcierto absoluto. En el hotel donde debía alojarse, le informaron que no existía ninguna reserva a su nombre. Al intentar incorporarse a la concentración, le negaron el acceso y le comunicaron que no figuraba en los planes del club. Sin explicaciones públicas ni declaraciones oficiales, la transferencia quedó anulada y el jugador fue apartado antes de vestir la camiseta de su nuevo equipo.
La falta de transparencia en la decisión generó indignación en el entorno del Feyenoord. Salomon expresó su malestar: “David ha estado meses dándole vueltas en la cabeza a la idea de aceptar la propuesta. El trato se cerró, pero al final se echaron atrás con todo tipo de falacias. Hasta donde yo sé, esta forma de tratar con un jugador nunca se había visto antes. No podemos aceptar que traten así a David. Nos solidarizamos con él”. La prensa europea atribuyó la ruptura del acuerdo a tensiones internas en el Al-Nassr, especialmente tras la confirmación de Jorge Jesús como entrenador. La llegada del técnico portugués habría alterado los planes de la directiva anterior, que había impulsado la contratación de Hancko, y el defensor perdió su lugar en la plantilla.
La inesperada liberación del central activó el interés de varios clubes europeos. Entre ellos, el Colchonero reactivó su seguimiento sobre el eslovaco, a quien ya había considerado en mercados anteriores. El perfil de Hancko —central zurdo, con buena técnica, capacidad para iniciar el juego desde el fondo y polivalencia para desempeñarse como lateral izquierdo— encajaba en las necesidades del equipo dirigido por Diego Simeone. El conjunto madrileño, que buscaba reforzar su defensa tras la salida de jugadores como Azpilicueta y Witsel, había evaluado alternativas como el Cuti Romero, Hincapié y Murillo, pero los elevados costes o condiciones contractuales dificultaron esas opciones. En ese contexto, la situación contractual del eslovaco lo convertía en una alternativa viable y de nivel comprobado.
Desde el entorno del futbolista, se transmitió que Hancko veía con buenos ojos seguir en Europa, especialmente a un club que compite en la Champions League y aspira a títulos. El Feyenoord se mostró dispuesto a negociar si la oferta se mantenía en parámetros similares a los acordados con el club saudí. La voluntad del jugador resultó determinante para acelerar la operación y facilitar su llegada al Atlético de Madrid.
El fichaje se concretó con rapidez. Hancko se convirtió en el sexto refuerzo de los rojiblancos para la temporada 2025/26, cumpliendo así el deseo tanto del club como del propio central, que había sido objetivo prioritario el verano anterior. El acuerdo se cerró en torno a los 30 millones de euros (aproximadamente 32.6 millones de dólares), incluyendo variables.
La incorporación del eslovaco representa un refuerzo de calidad para la zaga del Atlético. Simeone contará con un defensor capaz de adaptarse a diferentes esquemas tácticos y de aportar en ambas bandas. Además, Hancko ha demostrado ser una amenaza en jugadas a balón parado, con 15 goles anotados en tres temporadas en la Eredivisie con el Feyenoord.