La propuesta para eliminar los carruajes de caballos en Central Park no logró avanzar en el Concejo Municipal de Nueva York, tras un voto clave en el Comité de Salud realizado el viernes 14 de noviembre. Según informó The Associated Press, el proyecto quedó estancado luego de una sesión marcada por la alta concurrencia y la polarización de posturas.
La medida buscaba poner fin a una tradición que se extiende por más de 150 años, pero enfrentó una férrea oposición sindical y volvió a encender el histórico debate entre quienes defienden este símbolo turístico y los activistas por el bienestar animal.
La propuesta de prohibir los carruajes tirados por caballos en Central Park surgió nuevamente tras el colapso y muerte de un caballo en cercanías de sus establos durante el verano, cuyo video e imágenes circularon de forma masiva en redes sociales.
Este hecho alimentó las críticas sostenidas por organizaciones animalistas y ciudadanos preocupados por lo que perciben como condiciones inadecuadas y riesgosas para los animales que recorren las calles de una de las ciudades más transitadas del mundo. De acuerdo con el reporte de CNN, el incidente se sumó a una serie de episodios recientes que han puesto en duda la seguridad y pertinencia de mantener la actividad.
El Sindicato de Trabajadores del Transporte de América (TWU), que representa a los operadores de los carruajes, celebró la decisión del comité. John Samuelsen, presidente del TWU, argumentó que quienes laboran en este sector son “personas inmigrantes que cuidan bien de sus caballos”.
En declaraciones recogidas por CNN, Samuelsen aseguró que “han sido atacados y difamados por intereses adinerados a los que no les importa el bienestar animal”. El sindicato mantiene que los conductores indican un seguimiento estricto de la normativa y rechazan los señalamientos sobre condiciones abusivas.
Desde la vereda opuesta, organizaciones como Neoyorquinos por calles limpias, habitables y seguras (NYCLASS) han insistido en el retiro definitivo de los carruajes del tránsito urbano.
La agrupación, citada por AP, denunció incidentes donde “caballos han colapsado y hasta fallecido en las calles recientemente”, además de situaciones violentas donde animales desbocados han chocado contra vehículos, provocando hospitalizaciones y generando peligro para peatones. De acuerdo con NYCLASS, existe un historial de irregularidades que incluye la presencia de estiércol sin recoger y el incumplimiento de normativas municipales.
A la postura en favor de la prohibición se sumó también la Central Park Conservancy, la organización sin ánimo de lucro que administra las 843 hectáreas del parque. Según lo reportado por CNN, la entidad consideró que los carruajes afectan de manera desproporcionada tanto a la seguridad pública como a la infraestructura vial de un espacio cada vez más concurrido por visitantes y residentes.
La votación en comisión representó el último episodio de una controversia prolongada, en la que tanto la defensa del empleo como la preocupación por el bienestar animal se han convertido en banderas de diferentes sectores.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, condenó el fracaso de la proposición asegurando que “es una vergüenza que el Concejo Municipal nuevamente se niegue a seguir la voluntad de nuestros ciudadanos, mientras pone en peligro a peatones, conductores y animales por igual”. Adams había respaldado abiertamente la iniciativa de prohibición durante los últimos meses e impulsó una orden ejecutiva para aumentar los controles al sector.
En la red social X, Adams resumió el sentir de parte de los partidarios de la medida, asegurando que “la gran mayoría de los neoyorquinos, al margen de sus creencias, coinciden en que llegó el momento de prohibir los carruajes de caballos para mantener nuestra ciudad segura, limpia y fuerte”.
La fractura interna del propio concejo quedó expuesta. El demócrata saliente Robert Holden, promotor de la propuesta, recurrió a un recurso procesal que obligó a la comisión a pronunciarse a pesar de las resistencias del liderazgo. Tras el rechazo, Holden declaró: “esto fue una de las muestras más antidemocráticas que he visto en el Concejo Municipal de Nueva York”. El concejal consideró que la instancia no priorizó el interés de la ciudadanía, recogió CNN.
El portavoz de Adrienne Adams, presidenta del Concejo, replicó que la responsabilidad de buscar consensos recaía sobre el propio patrocinador. “El Concejo reconoce que este es un tema difícil y emocional. Para avanzar se requiere que el promotor logre reunir a todas las partes en torno a una propuesta”, sostuvo Benjamin Fang-Estrada, vocero de Adams.
hace 2 horas
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