MIAMI.- Una orden del Departamento de Transporte de Florida (FDOT) para eliminar todos los cruces peatonales con los colores del arcoíris y otro tipo de arte callejero desató una fuerte controversia en todo el estado.
La directiva, que fija como fecha límite los primeros días de septiembre, amenaza con retirar millones de dólares en fondos estatales a las ciudades que no cumplan.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, calificó la medida como necesaria para evitar el uso de las carreteras con fines políticos y garantizar la seguridad vial, pero críticos la califican como un acto discriminatorio.
Memorial de Pulse como epicentro
La polémica alcanzó su punto más álgido durante la noche del 21 de agosto de 2025, cuando equipos de trabajo estatales, sin previo aviso a las autoridades de Orlando, pintaron de negro el cruce peatonal que conmemoraba a las 49 víctimas del tiroteo en la discoteca Pulse.
Este cruce arcoíris, instalado por el propio estado en 2017 como parte del memorial del ataque más mortífero contra la comunidad LGBTQ+ en la historia de Estados Unidos, se convirtió en el epicentro del conflicto.
En respuesta, activistas y residentes repintan repetidamente el cruce con tiza, en un ciclo de resistencia comunitaria. "Pueden borrar la pintura, pero no pueden borrar el orgullo", declaró Brandon Wolf, sobreviviente de la masacre.
Ciudades en pie de lucha
Frente a la amenaza de perder fondos, varias ciudades optaron por acatar la orden, como St. Petersburg y Tampa, que eliminarán decenas de obras de arte urbano. Sin embargo, al menos nueve municipios se resisten.
La comisión de Fort Lauderdale votó de forma unánime para presentar una apelación administrativa, y su alcalde, Dean Trantalis, afirmó: "No podemos permitir que nos intimiden hasta someternos".
Del mismo modo, Key West y Delray Beach solicitaron audiencias administrativas, mientras que Miami Beach planea apelar la decisión.
El alcalde de Orlando, Buddy Dyer, condenó la acción del estado como "un acto político cruel" que ignora el valor del cruce como símbolo de memoria y un elemento que mejoraba la visibilidad de los peatones.
Organizaciones como Equality Florida calificaron la medida como "un abuso cobarde del poder" y parte de una campaña más amplia contra la comunidad LGBTQ+ en el estado.
Postura del Estado
La administración estatal defiende su postura con base en un memorando del FDOT que prohíbe el "arte en el pavimento" que no contribuya directamente al control del tráfico o la seguridad.
El gobernador DeSantis reforzó esta idea al declarar que "no permitiremos que nuestras carreteras estatales sean utilizadas con fines políticos".
Según DeSantis, el "arte en el pavimento" se había "salido de control" y era necesario implementar estándares para que la seguridad vial no quede subordinada a mensajes ideológicos.