MIAMI.– Un inmigrante jordano de 67 años, identificado como Hasan Ali Moh’D Saleh, falleció en un hospital de Miami debido a un paro cardíaco, mientras se encontraba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El deceso ocurrió el 11 de octubre, un día después de que el hombre fuera trasladado desde el centro de detención de Krome para recibir atención médica, lo que lo convierte en la segunda persona que muere bajo tutela de la agencia en el nuevo año fiscal 2026.
Detalles del fallecimiento
El personal del Centro de Detención de Krome trasladó a Saleh al Larkin Community Hospital el 10 de octubre por un cuadro de fiebre que requería tratamiento y evaluación, según un reporte de ICE Miami.
Al día siguiente, cerca de las 18:32 horas, el personal médico lo encontró inconsciente e inició maniobras de reanimación cardiopulmonar. A pesar de que los esfuerzos lo revivieron momentáneamente, el paciente perdió el pulso de nuevo y fue declarado muerto a las 19:13 horas.
Un médico del hospital estableció como causa preliminar un paro cardíaco, un desenlace vinculado a su significativo historial médico que incluía hipertensión, cardiopatía, enfermedad renal y diabetes, de acuerdo con el informe oficial.
Largo historial migratorio y penal
Saleh ingresó a Estados Unidos en marzo de 1994 con una autorización de permanencia de seis meses. Apenas cuatro meses después, una corte de Florida lo condenó por fraude a la asistencia social.
El entonces Servicio de Inmigración y Naturalización le otorgó la residencia permanente legal días después de esa condena. Sin embargo, su estatus cambió en 2018, cuando un tribunal federal lo sentenció a 24 meses de prisión por conspiración y fraude electrónico, lo que provocó la anulación de su residencia.
Aunque un juez ordenó su deportación a Jordania en 2011, esta no se ejecutó hasta que ICE lo arrestó nuevamente el 14 de septiembre para hacer cumplir la orden de remoción.
Cifras récord
La muerte de Saleh se convierte en la segunda en el año fiscal 2026, que apenas comenzó el 1 de octubre. El primer fallecimiento fue el del mexicano Leo Cruz-Silva, de 34 años, quien murió el 4 de octubre en lo que ICE calificó como un aparente suicidio, tan solo un día después de su detención.
Estas muertes se suman a las 21 registradas durante el año fiscal 2025, una cifra que igualó el pico de 2020 durante la pandemia y que representa el número más alto de fallecimientos en custodia de ICE en las últimas dos décadas, solo superado por las 32 muertes de 2004.
Epicentro de denuncias
El Centro de Detención de Krome, donde Saleh permaneció recluido, es uno de los focos de la crisis. Un informe de Human Rights Watch publicado en julio describió las condiciones en tres centros del sur de Florida, incluido Krome, como "abusivas, degradantes y en algunos casos potencialmente mortales".
La investigación documentó un hacinamiento extremo, negligencia médica y falta de acceso a higiene básica.
En abril, Krome operaba con más de 1.190 personas por encima de su capacidad contractual, lo que lo convertía en el centro más sobrepoblado del país.
En ese contexto, el 25 de abril, Marie Ange Blaise, una mujer haitiana de 44 años, murió en otro centro de Florida tras quejarse durante horas de dolores en el pecho sin recibir atención médica.