El régimen cubano anunció de manera oficial un nuevo negocio de exportación de derivados de la sangre, casi diez años después de que la organización no gubernamental Archivo Cuba denunciara esa práctica lucrativa con las donaciones altruistas de los cubanos, que la entregan sin recibir remuneración.
"La Empresa Laboratorios Farmacéuticos AICA presentó una propuesta de negocio para la construcción de un centro de plasmaféresis, gestionado por la industria, para la extracción de plasma y su futura comercialización", informó este domingo el medio oficial Granma, en una nota cuya primera parte estuvo dedicada a culpar al embargo estadounidense por "las limitantes" de la industria farmacéutica de la isla, reseña el portal web Diario de Cuba.
El director de Inversiones de la empresa, que pertenece al monopolio farmacéutico estatal BioCubaFarma, el ingeniero John Wilber Arrazcaeta, dijo a Granma que el proyecto se inserta en la modalidad de inversión extranjera.
Justificó la comercialización con "la dificultad que enfrenta la industria farmacéutica en el país para obtener los niveles de plasma necesarios para producir productos hemoderivados y abastecer la demanda", según lo citó el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC).
El directivo explicó que el proyecto busca "una gestión diferente del insumo para la industria" y que "a diferencia de la donación de sangre completa, la plasmaféresis devuelve el concentrado de glóbulo rojo al donante, reteniendo solamente el plasma sanguíneo".
La venta del plasma servirá para recuperar la inversión en insumos de alto costo, como los kits de plasmaféresis y análisis de virus de los donantes, añadió Arrazcaeta y destacó que "no solo se quiere gestionar una forma distinta de hacer, sino un plasma con estándares comercializables del que se puedan obtener otros factores como, por ejemplo, los de la coagulación".
La nota de Granma no recogió si los donantes de sangre recibirán una remuneración, teniendo en cuenta que los derivados serán vendidos. Aunque esa práctica no es nueva, según las denuncias de Archivo Cuba, basada en el análisis de datos del comercio mundial, el régimen cubano acaba de reconocer el uso comercial de los hemoderivados, por lo que tendría que pagar a aquellas personas a las que extrae la sangre.
En abril de 2017 Archivo Cuba envió, junto a Human Rights Foundation, un informe a la relatora especial de Naciones Unidas sobre la Trata de Personas. Entre otros ejemplos de los ingresos obtenidos por el régimen de la explotación de los cubanos, el documento señalaba que, solo en 2014, el Estado consiguió ingresos brutos por valor de 34.503.135 millones de dólares por la venta de plasma sanguíneo, según datos provenientes de la plataforma atlas.media.mit.edu/, vinculada al prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
En junio de 2016, la directora ejecutiva de Archivo Cuba, María Werlau, recogió en un artículo basado en datos del comercio mundial que entre 1995 y 2014 el régimen de Cuba "exportó 622,5 millones de dólares en derivados de sangre humana —lo que arroja un promedio anual de 31 millones de dólares— en el marco de la Clasificación Uniforme para el Comercio Internacional (SITC 3002), para componentes de sangre humana (plasma, etc.) y productos médicos derivados del plasma (PDMP, por sus siglas en inglés)".
"El grueso de esas exportaciones se ha destinado a países cuyos gobiernos autoritarios son aliados políticos de (el régimen de) Cuba, probablemente a entidades estatales que aplican criterios menos estrictos, tanto éticos como de otra índole (Irán, Rusia, Vietnam, Argelia hasta 2003; luego a Venezuela, Brasil, Argentina y Ecuador)", apuntó Werlau.
"Según informes del Gobierno cubano, el 95% de todas las unidades de sangre humana acopiadas se fracciona en sus componentes, lo que permite un comercio mucho más lucrativo que cuando solo se vende el plasma, y facilita la producción de derivados del alto valor, como el interferón, la albúmina humana, las inmunoglobulinas, los factores de coagulación, las toxinas, las vacunas y otros productos fármacos. Este comercio de exportación dispone de una considerable ventaja sobre sus competidores, ya que se ahorra el costo habitual que representa el pago a los donantes por la sangre, que es la materia prima del negocio", resaltó.
FUENTE: Diario de Cuba