Las principales ciudades de Estados Unidos experimentaron cambios relevantes en las tasas de homicidio durante 2024 y el primer semestre de 2025, conforme a datos oficiales e informes de organizaciones independientes especializadas en criminalidad urbana. El impacto de este fenómeno afecta tanto la agenda pública como las políticas de seguridad, pues las diferencias regionales y los patrones cambiantes de violencia siguen siendo prioritarios para autoridades y analistas de todo el país.
Según el Federal Bureau of Investigation (FBI), el promedio nacional de homicidios bajó un 14,9% en 2024 frente a 2023. El Council on Criminal Justice (CCJ) informó una caída adicional del 17% en homicidios entre enero y junio de 2025, con base en la revisión de 30 grandes centros urbanos. Estas tendencias han sido respaldadas por el monitoreo estadístico que realiza el FBI en su Crime Data Explorer y por evaluaciones del propio CCJ.
El panorama de las ciudades más afectadas se consolidó a partir del ranking anual de Freedom for All Americans, organización civil que recopila datos de fuentes estatales y privadas, incluyendo bases como AreaVibes y NeighborhoodScout. Esta compilación, replicada por varios medios, aporta un enfoque comparativo sobre la prevalencia de homicidios en entornos urbanos y sugiere cómo los retos de cada ciudad obedecen tanto a factores locales como a circunstancias nacionales.
El análisis de estas fuentes permite comprender la evolución reciente de la violencia letal y la respuesta institucional adoptada por el gobierno de Estados Unidos para reforzar los sistemas de seguridad y monitoreo.
Según el ranking consolidado por Freedom for All Americans con datos de 2024, St. Louis (Misuri), Baltimore (Maryland), Nueva Orleans (Luisiana), Detroit (Míchigan) y Cleveland (Ohio) están al frente de la lista nacional de homicidios por cada 100.000 habitantes. La metodología integra cifras oficiales, reportes policiales y bases públicas especializadas.
El listado arroja estas cifras:
- St. Louis, Misuri: 69,4 homicidios por cada 100.000 habitantes
- Baltimore, Maryland: 51,1
- Nueva Orleans, Luisiana: 40,6
- Detroit, Míchigan: 39,7
- Cleveland, Ohio: 33,7
- Las Vegas, Nevada: 31,4
- Kansas City, Misuri: 31,2
- Memphis, Tennessee: 27,1
- Newark, Nueva Jersey: 25,6
- Chicago, Illinois: 24,0
En el caso particular de Washington, D.C., el registro oficial marcó una tasa de 17 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2024, según el departamento policial y datos del FBI, lo que la sitúa en el puesto 19 del ranking de Freedom for All Americans.
El descenso del promedio nacional de homicidios ha sido confirmado por el FBI, que mostró una caída del 14,9% en 2024 respecto a 2023. El CCJ añadió que la baja continuó en 2025, con un 17% menos de homicidios en las grandes ciudades analizadas para el primer semestre del año. El registro de ambas instituciones coincide con una tendencia de descenso iniciada tras el periodo de mayor violencia de 2021-2022.
Estos descensos se asocian, de acuerdo con los informes oficiales, a la aplicación de programas preventivos y la revisión de tácticas policiales, junto con una distribución más específica de los recursos en los focos urbanos de mayor incidencia. Así, “la reducción de la violencia letal respondió a acciones coordinadas que priorizaron la prevención y la focalización interinstitucional”, según el análisis del CCJ.
El FBI es la fuente oficial y primaria, mediante su Uniform Crime Reporting (UCR), que recoge datos reportados por las policías locales de todo el país. Organizaciones civiles como Freedom for All Americans, AreaVibes y NeighborhoodScout, a su vez, consolidan esos datos e información secundaria pública, a partir de los cuales generan informes y rankings temáticos. Si bien estos rankings alternativos no sustituyen los registros federales, sirven como referencia pública y son replicados en portales, comparadores y medios de comunicación.
La precisión puede variar según la rapidez en la actualización y la metodología empleada. Por lo general, los datos oficiales y los compilados por entidades independientes tienden a coincidir en el listado de ciudades con mayor ratio de homicidios, aunque pueden diferir en los valores absolutos reportados.
Funcionarios municipales y fiscales proporcionaron declaraciones institucionales ante consultas de Newsweek sobre la evolución de los delitos violentos en sus ciudades. Desde la alcaldía de Detroit, se afirmó: “En 2025, Detroit registra la menor cantidad de homicidios, tiroteos y robo de vehículos en más de medio siglo”, de acuerdo con la respuesta oficial enviada a ese medio.
La administración municipal de Nueva Orleans compartió su declaración institucional en respuesta a Newsweek: la ciudad “mantiene una tendencia favorable en la reducción del crimen, reportada tanto por el FBI como por otras entidades federales a lo largo del último año”.
Por su parte, el fiscal general del Distrito de Columbia, Brian Schwalb, comunicó tras los anuncios federales y en referencia a los datos de criminalidad que “no existe una emergencia de criminalidad en el Distrito de Columbia. Los delitos violentos alcanzaron mínimos históricos durante el último año y la reducción continúa durante 2025”, según el parte institucional difundido y citado por Newsweek.
Analistas del Center on Juvenile and Criminal Justice explicaron que las cifras del distrito capitalino se ven afectadas al tratarse de una jurisdicción cien por ciento urbana, aspecto destacado en publicaciones oficiales y especializadas del sector.
Expertos y funcionarios coinciden, según los reportes institucionales y bases oficiales, en que la tendencia de reducción de homicidios está relacionada con la continuidad de políticas públicas de prevención, estrategias de intervención policial revisadas y cooperación intergubernamental entre los diferentes niveles del Estado. La atención constante sobre los focos con tasas más altas permite a las autoridades ajustar intervenciones, reforzar programas sociales y fortalecer la recopilación de estadísticas de calidad para la toma de decisiones.
El gobierno de Estados Unidos mantiene prioridad en la colaboración con los departamentos policiales de las grandes urbes más afectadas, supervisando la evolución del fenómeno mediante la publicación periódica de datos oficiales y análisis independientes. El seguimiento frecuente de estos registros resultará clave para ajustar políticas y recursos, en línea con el comportamiento de los principales indicadores criminales.