
Estados Unidos anunció este martes sanciones para otra red vinculada al Ejército de Irán que suministra crudo a China y que, según Washington, emplea los ingresos devenidos para financiar sus programas de armas o a grupos regionales.
La red sancionada “facilitaba los envíos de millones de barriles de crudo iraní valorados en miles de millones de dólares a China en nombre del Estado Mayor de las Fuerzas Armada y su empresa fachada, Sepehr Energy Jahan Nama Pars”, explica en un comunicado el Departamento de Estado.
Los ingresos procedentes de esta venta de petróleo sirven para financiar el desarrollo de misiles balísticos y drones, el programa de armas nucleares de Teherán y los “agentes terroristas de Irán”, entre los que el Gobierno estadounidense incluyen a los hutíes en Yemen, indica el texto.
Este supone el décimo paquete de sanciones contra las redes de distribución de crudo iraní que Washington activa desde que Donald Trump, que ha abogado por un programa de “máxima presión” contra el país persa, retornó al poder en enero.
“Mientras Irán dedique sus ingresos ilícitos a financiar ataques contra Estados Unidos y nuestros aliados, apoyar el terrorismo en todo el mundo y llevar a cabo otras acciones desestabilizadoras, seguiremos utilizando todas las herramientas a nuestra disposición para exigirle cuentas al régimen”, concluye el comunicado.
El nuevo conjunto de sanciones llega después de que EEUU e Irán celebraran su cuarta ronda de contactos sobre el programa nuclear iraní en Omán el pasado fin de semana y horas después de que Teherán denunciara que los mensajes contradictorios de Washington “dificultan” las negociaciones.
“Escuchamos muchas cosas contradictorias de Estados Unidos. A veces, el presidente de Estados Unidos anuncia una postura y luego otro cargo dice algo diferente, lo que dificulta las cosas”, afirmó el lunes uno de los integrantes del equipo negociador iraní, el viceministro de Exteriores para Asuntos Políticos, Majid Takht Ravanchi, en declaraciones a la agencia SNN.

En la última reunión de Omán el fin de semana, ambas partes acordaron continuar negociaciones, pero aún no han anunciado la fecha y el lugar de la siguiente reunión.
El sábado, Washington impuso una batería de sanciones que afectan a una refinería con sede en China, así como a buques y empresas petroleras, por facilitar el transporte de petróleo procedente de Irán hacia el gigante asiático.
“Estados Unidos sigue comprometido a intensificar la presión sobre todos los elementos de la cadena de suministro petrolero de Irán para impedir que el régimen genere ingresos con el objetivo de promover su agenda desestabilizadora”, indicó el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en un comunicado.
Las sanciones afectan a Hebei Xinhai Chemical Group, una refinería que, según Washington, “ha recibido múltiples cargamentos de crudo iraní por valor de cientos de millones de dólares” procedentes de numerosos buques de la llamada “flota en la sombra” de Teherán.
Asimismo, incluidas en la ‘lista negra’ también están tres empresas que operan en una de las terminales portuarias del puerto de Dongying, China, entre ellas Shandong Jingang, que habría admitido “más de un millón de barriles de petróleo iraní”.
En abril, Estados Unidos impuso sanciones a otra refinería china acusada de comprar más de 1.000 millones de dólares en petróleo iraní, afirmando que los ingresos ayudan a financiar tanto al régimen de Teherán como el apoyo de Irán a grupos terroristas.
La refinería sancionada en la provincia de Shandong, China, recibió decenas de envíos de crudo de Irán por un valor de más de 1.000 millones de dólares, indicó el Departamento del Tesoro. Parte del petróleo provenía de una empresa fachada de la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán, según las autoridades de Estados Unidos.
Irán está acusado de respaldar a grupos militantes, incluidos los hutíes de Yemen, que han lanzado ataques contra el transporte marítimo internacional, Hezbollah en Líbano y Hamas en Gaza.
(Con información de EFE)