La diferencia de horario se reducirá entre Europa y Estados Unidos. (Imagen Ilustrativa Infobae)Durante una semana de octubre, las diferencias en el inicio y fin del horario de verano generan confusión para quienes organizan reuniones internacionales en ambos lados del Atlántico. Esta situación surge porque Europa y Estados Unidos no sincronizan sus cambios de horario, lo que afecta la coordinación de llamadas y encuentros digitales, ya que la diferencia horaria, por ejemplo, entre Londres y Nueva York, se reduce temporalmente en una hora. Esta alteración también puede ocasionar ajustes en los horarios personales y profesionales durante este periodo transitorio.
El cambio de horario, conocido en inglés como daylight saving time, se implementa principalmente en países de Europa y América del Norte. En estos lugares, los relojes se adelantan una hora en marzo para aprovechar la luz del verano del hemisferio norte, y se retrasan en otoño para volver al horario estándar. No obstante, la transición no es global: la mayoría de las naciones no adoptan esta práctica, y aquellas que sí lo hacen varían en las fechas debido al desarrollo independiente de leyes relativas al tiempo en cada zona.
En 2025, el horario de verano terminará en Estados Unidos el domingo 2 de noviembre a las 2 a.m., mientras que en Reino Unido y Europa la transición se realiza el último domingo de octubre a la misma hora local. Este ciclo anual de adelantar y atrasar una hora persiste, pese a debates sobre su conveniencia y los intentos políticos para eliminarlo. En Estados Unidos, varios grupos de legisladores estatales han impulsado la adopción de un horario permanente, pero cualquier cambio requiere autorización del Congreso.
El desfase en el cambio de horario tiene sus raíces en distintas decisiones legislativas. En Europa, el horario de verano se instauró durante la Primera Guerra Mundial como medida para ahorrar energía. Alemania y Austria fueron los primeros países en adelantar sus relojes en el verano de 1916, y el resto de las naciones en conflicto, incluido el Reino Unido, comenzaron a aplicar la misma medida poco después. Estados Unidos y Canadá adoptaron la idea en ese mismo contexto.
Con el tiempo, la Unión Europea logró coordinar el calendario de cambio de horario desde 2002, estableciendo fechas comunes en marzo y octubre para todos sus Estados miembros. Sin embargo, fuera de ese bloque, no ha habido éxito en la armonización de las fechas ni en la eliminación global de la medida. En Estados Unidos, una ley de 1966 uniformó el horario de verano en todo el país, pero los días específicos de transición han cambiado a lo largo de los años.
Actualmente, solo Arizona y Hawái mantienen un horario estándar permanente, mientras que 19 estados han ratificado normativas para establecer el horario de verano durante todo el año, si el Congreso llegara a aprobarlo. A pesar de la existencia de movimientos ciudadanos y políticos para modificar o suprimir el cambio horario, la práctica de ajustar los relojes dos veces al año sigue vigente para la mayoría de los estadounidenses. En 2022, el Senado estadounidense aprobó por unanimidad una propuesta para hacer permanente el horario de verano, pero la medida no prosperó.
El debate en torno a mantener o suprimir el horario de verano continúa. El presidente Donald Trump se ha manifestado a favor de eliminar este cambio, calificándolo como inconveniente y costoso, aunque posteriormente matizó que existe paridad de opiniones entre la población sobre si se debe priorizar más luz en las mañanas o en las tardes. Hasta la fecha, no hay acuerdo definitivo para modificar la legislación vigente sobre este asunto.
hace 3 horas
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