Escuelas de EEUU adoptan bolsas magnéticas para hacer frente al uso de celulares: esto es lo que hay que saber

hace 1 día 4
Las medidas para limitar elLas medidas para limitar el uso de celulares abren nuevos debates en las instituciones educativas estadounidenses. (Imagen Ilustrativa)

El inicio del nuevo ciclo escolar marcó un cambio en la rutina de miles de estudiantes estadounidenses, quienes se encontraron obligados a guardar sus teléfonos en bolsas magnéticas diseñados para mantener los dispositivos bloqueados durante la jornada académica. Esta medida de control físico, adoptada por el Distrito Escolar de Yonkers en Nueva York y replicada en diversas zonas del país, responde a los esfuerzos de autoridades y comunidades educativas por reducir la distracción y restaurar la atención plena en las aulas, según reportó CBS News.

En la Escuela Secundaria Yonkers Middle High School, 1.439 alumnos, entre ellos Carey Gallagher de 16 años, recibieron el instructivo pouch de Yondr, cuyo mecanismo solo permite abrirse mediante imanes instalados en las entradas y oficinas del centro escolar. Gallagher relató a CBS News que la noticia generó reacciones mixtas: mientras unos celebraron la iniciativa, otros comenzaron a plantearse métodos para vulnerar la nueva restricción, discutiendo ideas que iban desde destruir el pouch hasta buscar “hacks” alternativos.

La medida busca cumplir el reciente mandato estatal que exige la prohibición de teléfonos en aulas, en respuesta al creciente consenso entre educadores y familias sobre el impacto negativo de los celulares. De acuerdo con declaraciones de la directora del colegio, Sandy Hattar, la dependencia a los dispositivos impedía a los estudiantes enfocarse en las clases y fomentaba el interés por lo que ocurría fuera del aula, desplazando la atención lejos de los contenidos escolares.

Según CBS News, Nueva York forma parte de los 35 estados que ya limitan el uso de celulares y otros dispositivos electrónicos en los centros educativos, junto con Florida, Texas, California, Massachusetts y Georgia. El principal proveedor de estos pouches, Yondr, informó que al menos 2.5 millones de estudiantes en Estados Unidos utilizan actualmente el sistema y que la cifra podría triplicarse al cierre de 2025. La empresa, fundada en 2014 por Graham Dugoni, colabora ahora con instituciones de los 50 estados y presencia en 45 países, con un equipo de más de 100 empleados que asisten a las escuelas con la implementación y seguimiento del programa.

Dugoni explicó para CBS News que la filosofía detrás de Yondr se inspira en teorías filosóficas que abogan por combatir la dependencia digital y crear espacios donde los usuarios, especialmente los jóvenes, experimenten la vida “fuera de un entorno totalmente digital”. El ejecutivo detalló que la empresa trabaja de la mano de cada centro escolar no solo para monitorear el cumplimiento, sino también para promover un cambio cultural que priorice la concentración y el diálogo presencial.

La inversión en los pouches oscila entre 25 y 30 dólares por estudiante, una cifra que ha generado discusión acerca de la prioridad presupuestaria en las escuelas públicas, muchas de las cuales enfrentan carencias en infraestructura, tecnología educativa y materiales básicos. CBS News señaló que el presupuesto estatal de Nueva York para el año académico 2024 incluye 13.5 millones de dólares específicamente destinados a garantizar el cumplimiento de la prohibición de celulares. Las cifras varían considerablemente entre distritos: mientras Yonkers gastó unos 30 dólares por pouch, el distrito de Cincinnati destinó medio millón de dólares para dotar del sistema a estudiantes de secundaria.

Yondr desarrolla sistemas físicos innovadoresYondr desarrolla sistemas físicos innovadores para restringir el acceso a teléfonos móviles en entornos educativos de Estados Unidos. (Crédito: https://www.overyondr.com/)

La adaptación a la nueva dinámica no estuvo exenta de escepticismo y resistencia entre los estudiantes. Sariyah Fidelis, alumna de último año, expresó en entrevista con CBS News su preocupación por los posibles retrasos que ocasionaría el desbloqueo masivo de pouches y la imposibilidad de escuchar música durante las clases. Sin embargo, tras el primer día, relató el impacto positivo de la experiencia, al destacar que, durante el almuerzo, prefirió conversar con una amiga en vez de revisar el teléfono. “Me sentí humana”, comentó Fidelis.

La entrega de los pouches tuvo lugar el primer día escolar y cada estudiante será responsable de su aparato durante el año, asumiendo daños o pérdidas bajo la misma lógica de los libros de texto. Algunos reportes recogidos por CBS News indican que, en ciertos planteles, las filas para desbloquear los dispositivos resultaron ágiles y ordenadas, mientras que otros estudiantes han buscado sortear la restricción utilizando relojes inteligentes, teléfonos alternativos o directamente manipulando las bolsas.

El cuerpo docente también ha manifestado diversos puntos de vista ante la implementación de la medida. Según una encuesta del Pew Research Center, más del 70% de los profesores de secundaria en Estados Unidos consideran que los celulares constituyen la principal fuente de distracción en el aula. Leila Pasqualini, quien lleva 27 años como profesora de matemáticas en Yonkers, compartió con CBS News su esperanza de que la restricción permanezca vigente y ayude a fomentar el pensamiento crítico, así como la capacidad de discernir lo correcto de lo incorrecto, aspectos que considera imposibles de trabajar “con la mediación constante de la tecnología”.

El costo de los pouches ha estimulado debates en torno a la facultad de las escuelas para asignar recursos. La directora Hattar equiparó el pouch a cualquier herramienta educativa, argumentando que la responsabilidad por su cuidado recae sobre cada alumno. Distritos de diversos estados han registrado gastos que van de 26.000 dólares a cifras por encima de 370.000 dólares.

Soluciones físicas contra la presenciaSoluciones físicas contra la presencia de teléfonos generan opiniones divididas entre alumnos y docentes. (AP Foto/Rick Bowmer, archivo)

El CEO de Yondr, Dugoni, expresó a CBS News que el objetivo principal de la iniciativa es brindar a los estudiantes la oportunidad de recuperar relaciones humanas y reducir hábitos de dependencia digital: “Nuestra perspectiva es que no les quitamos algo, sino que les estamos devolviendo algo”. Reconoció, no obstante, que existe un margen en el que algunos jóvenes logran burlar las restricciones mediante métodos alternativos, aunque el propósito central sigue siendo impulsar un cambio de cultura escolar.

Los primeros días bajo la nueva reglamentación han dejado una impresión favorable en términos de socialización e interacción directa. La directora Hattar observó, de acuerdo con lo informado por CBS News, un aumento en el volumen de conversaciones presenciales dentro de la institución: “Hay más conversación, es más ruidoso, pero es un ruido positivo”, afirmó Hattar. Aunque anticipa que surgirán desafíos logísticos y de adaptación, sostiene que la comunidad educativa se encuentra comprometida a resolverlos de manera conjunta y a continuar reforzando la dinámica de un entorno más participativo y menos dependiente de los dispositivos electrónicos.

Leer artículo completo