
La elección del nuevo pontífice, el papa León XIV, nacido en Dolton, un suburbio del sur de Chicago, ha encendido una controversia inesperada entre los fanáticos del béisbol en su ciudad natal. En lugar de centrarse únicamente en su histórica designación como el primer papa estadounidense, muchos en Chicago han volcado su atención hacia una pregunta más local: ¿es hincha de los Chicago Cubs o de los Chicago White Sox?
La disputa se encendió inmediatamente después del anuncio de su elección. ABC News informó que el cardenal Robert Prevost, nombre de nacimiento del papa, era fanático de los Cubs. A partir de esa mención, los seguidores del equipo del North Side comenzaron a celebrarlo como uno de los suyos, mientras que en redes sociales aparecieron decenas de publicaciones humorísticas que lo presentaban como una figura celestial destinada a sanar al mundo con el poder del béisbol y el espíritu de los Cubs.
El entusiasmo no se limitó a los aficionados. El propio equipo reaccionó rápidamente. En un comunicado difundido el jueves, Tom Ricketts, presidente de los Cubs, expresó su entusiasmo por la noticia y abrió la posibilidad de recibir al nuevo papa en el estadio: “No solo le daríamos la bienvenida al Papa León XIV en el Wrigley Field, también podría cantar ‘Take Me Out to the Ballgame’”, dijo. Además, evocó las visitas papales anteriores al béisbol profesional: “O, como tres de sus predecesores visitaron el Yankee Stadium, incluido el papa Pablo VI, quien dio el ‘Sermón del Montículo’ en 1965, invitaríamos al Pontífice a hacer lo mismo en los Friendly Confines”, añadió.

Pese a las afirmaciones de los Cubs y a la rápida movilización de su departamento de relaciones públicas, la historia dio un giro cuando el hermano del papa, John Prevost, ofreció una versión distinta de los hechos. En declaraciones al Chicago Tribune, aseguró que el nuevo pontífice “siempre fue fanático de los Sox”, refiriéndose al equipo del South Side.
Esta afirmación cambió el curso de la disputa, y los White Sox no tardaron en responder con una postura firme. En un comunicado oficial, el equipo expresó: “La familia siempre sabe mejor, y parece que la afición de toda la vida del Papa León XIV está más cerca de 35th y Shields”, haciendo referencia al Guaranteed Rate Field, estadio donde juega el equipo. La institución además señaló que ya había enviado a Roma una camiseta con su nombre y una gorra oficial del equipo.
El mismo comunicado cerraba con una bienvenida abierta para el papa en caso de que visite su ciudad natal: “Algunas cosas son más grandes que el béisbol, y en este caso estamos encantados de tener a un fan de los White Sox representado en el Vaticano”.

La rivalidad entre los dos equipos de Chicago ha sido históricamente intensa, y la elección de un pontífice local solo ha servido para reavivarla en un tono jocoso. A través de redes sociales, los fanáticos de ambos bandos han compartido memes, comentarios y reclamos, mientras algunos consideran que la versión de ABC News fue prematura y sin verificación profunda.
El cambio del cartel luminoso en la entrada del Wrigley Field por el mensaje “Hey, Chicago, ¡Él es fan de los Cubs!” generó reacciones encontradas, sobre todo después de que la familia directa del papa afirmara lo contrario. La escena refleja el orgullo que la ciudad siente por el nombramiento del papa León XIV, pero también la intensidad con que sus ciudadanos viven la identidad deportiva.

Ambos equipos han manifestado su disposición para recibir al nuevo papa si decide volver a visitar su ciudad natal. En el caso de los Cubs, la invitación contempla que cante durante el tradicional “séptimo inning stretch”, una costumbre iniciada tras la muerte de Harry Caray en 1998, en la que personalidades como Mike Ditka o Hillary Clinton ya han participado.
“Sería la primera vez que un papa canta en la cabina y anima a los Cubs a conseguir carreras”, señaló una fuente cercana al club. Además, si se confirma su simpatía por el equipo del North Side, el papa León XIV superaría al actor Bill Murray como el aficionado más famoso del club.
Por su parte, los White Sox recordaron que ya contaron con un jugador apodado “El Papa” en su plantilla: Donn Pall, un exlanzador que formó parte del equipo en los años ochenta. Aunque su vinculación era solo nominal, ahora el equipo podría presumir de tener un verdadero papa en sus filas simbólicas.

Más allá de la controversia deportiva, la presencia del catolicismo en los estadios de Chicago no es nueva. El Chicago Tribune recordó que los Cubs cuentan con un capellán, el Reverendo Burke Masters, quien celebra misa los domingos en el Wrigley Field para empleados, jugadores y personal del equipo. Durante la histórica carrera hacia el campeonato en 2016, incluso fue consultado sobre si las oraciones podían influir en los resultados deportivos.
Aunque llevar al nuevo papa a un estadio de béisbol pueda parecer poco probable en términos logísticos y de protocolo, si alguna vez lo hace, tendrá dos invitaciones esperándolo: una desde el North Side y otra desde el South Side de Chicago. Mientras tanto, la ciudad sigue dividida, pero orgullosa.