
Erik Menéndez, uno de los hermanos condenados por el asesinato de sus padres en un caso que marcó a la opinión pública en Estados Unidos durante la década de 1990, enfrenta una grave enfermedad que ha llevado a su defensa a solicitar una liberación inmediata.
Según información difundida por TMZ, el abogado Mark Geragos, representante de Menéndez, ha pedido al gobernador de California, Gavin Newsom, que autorice su excarcelación sin esperar la audiencia de libertad condicional prevista para el 22 de agosto.
Mark Geragos afirmó que la situación de salud de su cliente es lo suficientemente seria como para requerir atención médica especializada, más allá de la que está recibiendo actualmente en prisión.

“Erik está recibiendo tratamiento en prisión, pero el estado de su salud amerita la intervención de especialistas externos”, sostuvo Geragos, según el reporte de TMZ. El abogado evitó precisar el diagnóstico exacto, pero la insistencia en una liberación inmediata evidenciaría la gravedad del padecimiento.
La defensa de Menéndez fundamenta su solicitud en el riesgo que implica para el interno permanecer en un entorno carcelario sin acceso a recursos médicos avanzados.
Erik y Lyle Menéndez fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional tras ser hallados culpables del asesinato de sus padres en 1989. El mediático juicio reveló duros detalles sobre abuso familiar y violencia, y desde entonces, ambos hermanos han estado recluidos en cárceles de California.

No obstante, en los últimos años, el caso de los Menéndez ha recobrado notoriedad por movimientos que piden revisar su condena bajo nuevos estándares, argumentando que el abuso sufrido durante su infancia debe ser revalorado en la actual legislación sobre derechos de los menores y víctimas de violencia intrafamiliar.
A pesar de que la audiencia de libertad condicional estaba originalmente programada para el próximo mes, la emergente condición médica de Erik podría alterar el cronograma. Geragos expresó que “el proceso podría acelerarse” si el gobernador Newsom toma la decisión de intervenir y conceder el beneficio de clemencia.
En declaraciones recientes, el gobernador Newsom ha mostrado cierto grado de simpatía hacia la posibilidad de otorgar clemencia a los hermanos Menéndez, considerando circunstancias excepcionales y los argumentos presentados por sus defensores.
Sin embargo, hasta este momento, no se ha emitido un comunicado oficial respecto a la solicitud actual ni se han dado detalles sobre los pasos a seguir ante la delicada situación de salud de Erik.
Algunos expertos legales consultados por medios estadounidenses señalan que la solicitud de liberación inmediata por razones médicas es un procedimiento poco habitual, reservado únicamente para casos extremos y enfermedades terminales o condiciones incapacitantes.
La situación de Erik Menéndez expone una constante dificultad en las cárceles estadounidenses para brindar tratamientos médicos complejos a reclusos con enfermedades graves.
Organizaciones de derechos humanos han documentado deficiencias en la atención que pueden agravar el estado de salud de los internos y desencadenar consecuencias fatales si no existe un seguimiento oportuno de sus padecimientos.

“En muchos casos, la institucionalización limita de forma significativa el acceso a especialistas y a tecnologías médicas avanzadas necesarias para tratar enfermedades complejas”, comentó un vocero de la American Civil Liberties Union en relación con los protocolos penitenciarios.
El caso de Menéndez coincide con otras peticiones similares registradas en el pasado, en las que internos gravemente enfermos han solicitado libertades condicionales por razones humanitarias o para acceder a tratamientos que el sistema carcelario no puede proporcionar.
La gravedad de estas enfermedades suele estar asociada a diagnósticos terminales, cánceres avanzados u otros trastornos que requieren tratamiento hospitalario intensivo.