
En las relaciones afectivas, los conflictos son inevitables. La forma en que una pareja los enfrenta o los esquiva puede marcar el rumbo del vínculo. Entre las dinámicas más dañinas, una de las más silenciosas —y menos comprendidas— es el stonewalling, una actitud que implica cerrar la puerta al diálogo y bloquear la comunicación emocional. Aunque puede parecer inofensiva, esta conducta puede erosionar lentamente la conexión entre dos personas.
Ignorar los desacuerdos y evitar el intercambio de opiniones podría parecer una estrategia para mantener la paz, pero expertos consultados por GQ advierten que este comportamiento debilita la confianza y dificulta la resolución de conflictos. En lugar de proteger la relación, el silencio impuesto puede convertirse en un obstáculo para el crecimiento conjunto.
Lejos de evitar disputas, este método bloquea la comunicación y debilita la estructura relacional.
El término stonewalling refiere a la actitud de levantar un muro invisible entre una persona y su pareja, cerrándose por completo al diálogo. Este comportamiento incluye negarse a hablar sobre problemas, evitar conversaciones incómodas y desentenderse de los intentos del otro por abordar conflictos.
Según GQ, puede surgir de manera inconsciente, con la creencia equivocada de que el silencio previene el crecimiento del conflicto.

Las manifestaciones del stonewalling incluyen desde el silencio sostenido hasta la evasión persistente de temas relevantes. En muchos casos, quien lo practica no busca dañar, sino evitar enfrentamientos que puedan poner en riesgo la estabilidad de la relación.
GQ apunta que esta tendencia suele enraizarse en contextos donde los problemas se ignoraban como mecanismo de defensa o supervivencia emocional.
Muchas personas adoptan el stonewalling como una forma de preservar la calma en la relación. Según GQ, se trata de una estrategia aprendida que busca evitar conflictos mediante el silencio. La lógica aparente es simple: “si no se habla, no hay problema”. Esta idea puede arraigarse desde la infancia, al haber crecido en entornos donde el conflicto era evitado sistemáticamente.

El medio destaca que esta actitud persiste, en parte, por la falta de herramientas emocionales para abordar el desacuerdo. En lugar de resolver los temas difíciles, el silencio se convierte en una rutina perjudicial que impide el entendimiento mutuo y refuerza la distancia emocional.
El psicólogo Jeffrey Bernstein psicólogo especializado en relaciones interpersonales, crianza y psicología adolescente, citado por GQ, sostiene que el stonewalling es uno de los hábitos más nocivos en una relación. El especialista remarca que la comunicación es un pilar esencial de los vínculos sanos, y que evitarla por temor a las consecuencias agrava aún más los conflictos.
“La base de una relación sana es precisamente la comunicación”, afirma Bernstein. Eludir el diálogo impide acuerdos reales y bloquea el crecimiento conjunto. Además, el experto advierte que este patrón no solo daña a la pareja, sino que puede extenderse a otras relaciones interpersonales, dificultando el desarrollo de vínculos genuinos.
Mantener este hábito puede generar un deterioro progresivo en la relación. Según GQ, lejos de proteger la unión, el stonewalling acumula tensiones no resueltas y propicia el resentimiento. A medida que el silencio se impone, se incrementa la desconexión emocional, lo que puede llevar a rupturas o conflictos más graves.

El medio indica que muchas personas no reconocen el daño hasta que la relación se encuentra en un punto crítico. La falta de comunicación impide comprender las necesidades del otro, dificultando la empatía y la negociación. Esta dinámica, si no se detiene, puede volverse un círculo vicioso que perpetúa la distancia y el malestar.
Frente a esta problemática, la clave está en reconocer el patrón y actuar. GQ sugiere que hablar abiertamente sobre el stonewalling con la pareja es el primer paso para revertir sus efectos. Identificar esta barrera permite analizar las propias actitudes y fomentar un espacio de entendimiento.

Si el diálogo directo no fluye, el medio recomienda acudir a terapia de pareja, donde profesionales pueden ayudar a identificar las causas del comportamiento y brindar herramientas para restaurar la comunicación. “Puede que al darte cuenta del obstáculo estés dispuesto a hablar del tema en privado, pero si no saben cómo hacerlo, acudir a terapeutas de pareja podría ser la solución”, señala GQ.
Dar el primer paso hacia el entendimiento puede marcar la diferencia entre una pareja que se fortalece y otra que se desvanece en el silencio.